Xiula se creó hace 10 años y desde entonces ha creado un estilo propio, con temas que interpelan a la infancia con palabras, sonidos y formas que poco tienen que ver con los usos habituales. Parte del éxito de esta fórmula debe atribuirse a que sus cuatro integrantes se hicieron amigos siendo monitores de ocio cuando rondaban la veintena, y que dos de ellos además acabarían orientando su vocación hacia la educación social. En el caso de Rikki Arjuna (Barcelona, 43 años) fue monitor de esparcimiento y de comedor escolar mientras se sacaba una ingeniería técnica industrial que ya en ese momento sabía que nunca iba a ejercer. Cuando terminó los estudios entró a trabajar en un centro abierto y esto le llevó a sacarse la carrera de educador social,
¿Cuáles son los orígenes de Xiula?
La tradición musical de sacar la guitarra y acompañar a la infancia la tenemos todos en la sangre, también teníamos referencias muy cercanas de gente que se dedicaba a la animación infantil, y algunos además realizaron estudios musicales. Antes incluso de llamarnos Xiula, Jan inició un proyecto llamado Toca la troca, ya veces si necesitaba más músicos nos llamaba, pero todavía íbamos con pocos medios y hacíamos las canciones de toda la vida, y llegó un momento que no nos llenaba y Jan tuvo la idea de fundar una nueva banda pero que trabajara diferente, creando nuestras canciones y con una base musical potente, y aquí es cuando le pedimos a Marc que hiciera la batería y David que hiciera de bajista. David estuvo pocos años y después ya vino Adri.
Al principio seguimos la línea de tocar las canciones clásicas, pero pronto nos pusimos a crear canciones. Y en uno o dos años ya teníamos el primer disco, con el Verdura i peix, que es como la piedra angular que nos marcó el camino, lo que nos hizo decir: esto es lo que queremos hacer.
Canciones dirigidas a niños pero con un estilo que se aleja de la clásica canción infantil
Es la combinación de ambas cosas. Primero, que las letras tengan un ingenio y un sentido, y después de que musicalmente nos llene. Pero es que además cada canción nos invita a un estilo, así que combinando estas tres cosas hemos pasado por muchos estilos y en cada disco probamos cosas nuevas.
¿Cuál dirías que es vuestro estilo?
No nos define ninguno porque hacemos mucha electrónica y mucho hip-hop, pero también podemos hacer una rumba, o un rock, o hacemos musical. En el último disco hay un tema que es más punk, hay algo extraño con el piano… Cada canción nos va gritando, y además siempre tenemos ganas de probar nuevos estilos.
¿Qué aprendizajes sacas de estos diez años de relación con muchos niños y muchos educadores desde el escenario?
Sobre todo que lo que hacemos va llegando a la gente, y que con cierta combinación de mensaje y calidad musical la toca donde la música familiar, y también la más general, a menudo no llega. Y esto es muy bonito cuando te lo dicen. Y, de alguna forma, el hecho de generar nuevas preguntas a través de la música. No tenemos mucha más ambición que ésta. Hemos visto que nuestras canciones pueden convertirse en herramientas, que estas herramientas llegan a las escuelas, y eso nos gusta mucho. Y hemos visto que nosotros podemos convertirlas en nuestras propias herramientas, como educadores que somos, y que las familias agradecen mucho encontrar un tipo de música y de espectáculo que pueden disfrutar y pueden generar nuevos debates en la familia.

Mirada estrábica, ¿ha sido el gran boom, o forma parte de una evolución?
Es una evolución en la que ha habido distintos booms. Quizá el primero fue Verdura i peix, pero en ese momento nadie hablaba de los grupos familiares, éramos animadores infantiles y en las fiestas teníamos siempre el escenario pequeño, si es que había escenario. Por tanto, fue un boom de boca a boca en una época que no era nada fácil ser viral, pero se fue esparciendo y todavía hay gente que la descubre hoy. Y luego Polls fue un poco boom también, Sucre también, T’estimo bastant también funcionó bien, y cuando llega Mirada estrábica ya fue un boom boom, tuvo una profundidad diferente a las demás. Para mucha gente ya no es sólo una canción que me gusta y comparto, sino que, ¡ostras!, es una canción que habla de nosotros y nos emociona y nos hace llorar, y tengo la necesidad de expresar mi vivencia. Hemos recibido mucho feedback de particulares,
He visto que tiene unos talleres para escuelas con esta canción y la de Rispect. ¿Cómo va esto?
Como educadores vemos que eran herramientas muy potentes y sabíamos que había escuelas que estaban trabajando. Pero creemos que pueden tener más potencial, porque nosotros sabemos de dónde vienen ya dónde pueden llegar. Entonces nos inventamos dos talleres, uno que habla del bullying, de cómo nos tratamos, de la convivencia, del respeto, etc. el otro que habla de diversidad.
¿Y vais a escuelas?
A escuelas y centros educativos en general. Pueden ser centros abiertos, CRAE, y ahora hemos empezado también a hacerlo con claustros. Esto es todavía muy experimental. Con adultos, aparte de que vemos que también tenemos mucho que trabajarnos, tiene el sentido de decir que estas herramientas que te estamos dando tú después las puedes aplicar con tus alumnos. A veces uno tiene la sensación de que vas a un grupo, estás dos horas, haces un trabajo, pero después desapareces y no sabes si el tutor, si es que ha estado en el aula, ha entendido lo que estamos haciendo, cómo nos dirigimos a los niños, cuáles son las bases del no juzgarse, cómo disponemos el espacio, etc.
Volvemos a Mirada estrábica. Con todas estas reflexiones y feedback que habéis recibido, ¿al final se confirma que la mirada estrábica la tiene la sociedad?
La canción tiene ese doble juego. Pero el título es el último que salió, y los estribillos también. Yo empecé hablando de niños y niñas. Es una de las canciones que he escrito más rápidamente. Normalmente soy rápido, pero hay una ingeniería de rima y de métrica, y en esta canción iba saliendo, y la parte de Lluna la vomité. Ese pedazo no es ingenioso, es puro, es mi verdad. Y de repente me veo haciendo rimas con cosas como fisioterapeutas u ortopedia, que son palabras incluso feas. Entonces, a la hora de pensar el título sí pensé que tenía mucho que ver con la mirada que estábamos dando a la diversidad, que normalmente es sesgada, o es una mirada que se queda con lo que no es normal. Y aparte fue el primer síntoma que le detectamos en Lluna.
¿Percibes un punto de malestar en toda esa gente que se siente identificada con la canción?
Yo supongo que una canción tan diversa también genera diversidad de reacciones. Desde la pena del “ay pobrissons”, al de “a nosotros también nos ha pasado esto”, porque han vivido el hecho de ser minoría y el sufrimiento que te genera a veces el juicio de los demás. Es una canción que habla del no juicio y que las cosas son como son y no están bien ni mal sino que simplemente están, y por eso creo que te rompe ciertos esquemas, como el pensamiento de que esto debe ser muy duro, pues quizás no , pregúntalo. Esto lo hacemos mucho en los talleres. Intentamos que cada niño busque en qué es minoritario, ya veces a algunos niños y niñas les sorprende que un compañero cuente algo, y diga que de pequeño yo tenía alergia, o que me operaron tantas veces, y en ese sentido ha sido muy bonito, porque a veces ha ayudado a que haya niños que puedan verbalizar cosas en los mismos talleres o después. Muchas familias se han puesto en contacto con nosotros y nos han explicado su caso, y nos han dicho que ahora podían explicar que esta lucha genera sufrimiento, pero también luz, y cómo la sociedad también debe entender la riqueza que esto supone .
En ‘mirada estrábica’ la parte de Lluna la vomité. Ese pedazo no es ingenioso, es puro, es mi verdad
Y respecto al sistema educativo, ¿qué os dicen?
A través de la canción esto no se aborda. Está claro que yo he tenido que irme metiendo, y que mi pareja se ha metido aún más, y vamos mirando qué hacer para promover la inclusión. Es cansado y no es fácil. Hay muchos momentos que nos sentimos bien acompañados y otros momentos que dices “¡qué tela!”. Voy cansado de serie desde que llegó la Luna y ahora encima tengo que meter toda esa energía en esto. Pero también debo decir que por el momento nos hemos encontrado con unos profesionales muy comprometidos, hemos visto muy buena predisposición.
Mirada estrábica es un retrato de la diversidad que va aún más allá de la que imaginamos cuando hablamos de escuela inclusiva.
Es lo primero que intentamos que se den cuenta en las escuelas. La idea es que escuchen antes la canción, pero a veces no han hecho y se los ponemos o los cantamos en directo. Entonces les preguntamos: ¿de qué habla esta canción? Y, claro, lo primero es “de niños con problemas”, “de niños que les pasan desgracias”… Y dices, espera, que habla de un niño que tiene muchas pecas, o de un niño que tiene dos mamas, o de una niña que lleva gafas… Y después ya entramos. ¿Dificultades? Hablemos.
Y al final del taller, con toda la información que Jan ha podido ir extrayendo, yo les hago una rima a cada uno, o sea que tienen su mirada estrábica y después venimos, les grabamos en el estudio con la base de Clara Peya, y les enviamos.
¿O sea que por cada escuela haces una canción nueva?
Sí, yo voy haciendo rimas con la información que nos dan. Y cuando acaban todos, Jan coge la guitarra y empieza a tocar los acordes y yo les rapeo la canción, y claro, para ellos es un momento “uau”, porque lo chulo es que hemos podido ir desgranando cositas de cada uno con el nivel de apertura que cada uno se permite, sin forzar nada, pero salen cosas bonitas y hace que todo el mundo se conozca un poco más en su vulnerabilidad. Pero existe ese momento de clímax más festivo, cuando ven que les has escrito una rima.
¿A partir de qué edades?
Lo hacemos a partir de 5º-6º y ESO, con menores no llega tanto la reflexión. Por eso queremos ir a equipos educativos, para que entiendan lo que estamos haciendo y al mismo tiempo hacerlo, trabajaremos la diversidad del grupo, y hace que nos conozcamos un poco más como equipo, y al mismo tiempo verá cómo lo puede aplicar vosotros con niños y niñas .
Pero claro, por eso hay que saber cantar y rapear.
Es verdad, no se puede imitar directamente, pero al menos podemos entender la importancia de hacer un círculo, de hablar desde el mismo sin juzgar… hay algunos elementos que pueden ir calando.

¿Siempre piensa con niños pero al final entra a través de los padres?
Siempre hemos sabido que el mensaje debe llegar a las dos esferas. El hecho de no infantilizar significa que nos atrevemos a utilizar un lenguaje que no siempre puede llegar al niño sin una ayuda para interpretarlo, pero entendemos que esto está ahí. A menos que le enchufes el disco. Pero no somos un grupo que se enchufa y ya está. Hay otros grupos que ya ves que son de hacer un videoclip muy lindo y una canción que habla de un pirata o de un animalito, y eso lo puedes enchufar y el niño lo entenderá. Nuestras canciones no, y por eso entendemos que deben llegar a las dos esferas. Los tres primeros discos iban todos generados desde la óptica del niño: el niño/a que tenemos dentro, o el niño/a con el que nosotros hemos trabajado como educadores, monitores de esparcimiento o directores de teatro. Escribíamos desde esta visión: no me gusta la verdura y el pescado, ¿qué puedo hacer con esto? O estoy comiendo demasiado azúcar, o qué putada los piojos, o voy con miedo a la escuela etc. Siempre en primera persona. Y en el quinto disco, Descontrol MParental, nos surgió la necesidad de hacerlo desde la visión de la parentalidad, marentalidad, quizás por el momento vital en el que estábamos. Siempre intentamos generar canciones de cosas que nos están pasando, de cosas que llevamos dentro, o que vemos en la sociedad que hay que hablar, y entonces en este momento, en plena crianza mía, Adri también y Jan en la cabeza de poco, dijimos vamos a hacer un disco dedicado a la crianza. Este disco sí que es diferente, y es el padre quien le dice al niño. Todas las canciones están hechas en primera persona del padre/madre. nos surgió la necesidad de hacerlo desde la visión de la parentalidad, marentalidad, quizás por el momento vital en el que estábamos. Siempre intentamos generar canciones de cosas que nos están pasando, de cosas que llevamos dentro, o que vemos en la sociedad que hay que hablar, y entonces en este momento, en plena crianza mía, Adri también y Jan en la cabeza de poco, dijimos vamos a hacer un disco dedicado a la crianza. Este disco sí que es diferente, y es el padre quien le dice al niño. Todas las canciones están hechas en primera persona del padre/madre. nos surgió la necesidad de hacerlo desde la visión de la parentalidad, marentalidad, quizás por el momento vital en el que estábamos. Siempre intentamos generar canciones de cosas que nos están pasando, de cosas que llevamos dentro, o que vemos en la sociedad que hay que hablar, y entonces en este momento, en plena crianza mía, Adri también y Jan en la cabeza de poco, dijimos vamos a hacer un disco dedicado a la crianza. Este disco sí que es diferente, y es el padre quien le dice al niño. Todas las canciones están hechas en primera persona del padre/madre. Adri también y Jan al poco, dijimos vamos a hacer un disco dedicado a la crianza. Este disco sí que es diferente, y es el padre quien le dice al niño. Todas las canciones están hechas en primera persona del padre/madre. Adri también y Jan al poco, dijimos vamos a hacer un disco dedicado a la crianza. Este disco sí que es diferente, y es el padre quien le dice al niño. Todas las canciones están hechas en primera persona del padre/madre.
Hay otros grupos que son de hacer un videoclip muy lindo y una canción que habla de un pirata o un animalito, y eso lo puedes enchufar y el niño lo entenderá. Nuestras canciones necesitan un adulto que ayude a interpretar, por eso debemos llegar a las dos esferas
¿Y el cuarto?
Cuarto lagarto es el disco más raro, y también el más social. Lo hicimos durante la época del confinamiento, aprovechando que no teníamos conciertos. Decidimos tomar temas que habíamos ido haciendo por instituciones, escuelas, etc., y que eran inéditas, y ponerlas en un disco. Por eso habla de participación, de género, de consumo… Es difícil que éste las familias se lo escuchen a continuación porque hay una densidad muy bestia.
Somos un grupo que nos gusta ir a donde está el espíritu socioeducativo. Por eso, los talleres nos los contrata cualquier escuela o instituto, pero donde hacemos todo lo posible por ir son aquellas zonas de Cataluña o del área metropolitana donde creemos que esto se necesita más. Y es donde nos sentimos más cómodos. Esa mirada siempre la hemos tenido.
Nos gusta ir a donde está el espíritu socioeducativo, hacemos todo lo posible para llegar a aquellas zonas de Cataluña o del área metropolitana donde creemos que esto se necesita más
Acabáis de sacar un tema sobre desahucios por encargo de los servicios sociales del Ayuntamiento de Barcelona. ¿Cómo ha ido esto?
Stop desnonaments es la letra menos mía de todas nuestras canciones, porque fuimos a dos escuelas de Ciutat Vella y cuatro de Ciutat Meridiana, Torre baró y Vallbona, que son los barrios donde se han hecho más desahucios, y hablamos con los niños, y ellos nos ayudaron a hacer la letra. No es la ingeniería con rima que a mí me gusta hacer, sino que es una letra salida de estas aulas. Algunos niños lo habían vivido en primera persona, otros lo han visto…

¿Os lo explicaban ellos?
Hacíamos una de nuestras sesiones de entrar en confianza con los grupos, para que puedan contarnos cosas suyas. En todas estas escuelas hemos tenido la ventaja de que tienen un educador social o un TIS, pero además Jan, como terapeuta que es, tiene un toque muy especial a la hora de ir generando el espacio de comodidad para que les niños se puedan abrir, y cuando salía el tema de la experiencia de que te echen de casa, de tener que abandonar tu hogar, quien quería hablaba de lo que había vivido o visto. Entonces yo apuntaba frases que salían y después les ayudaba a ellos a rimarlas o poner un poco de métrica. En las diversas escuelas que hemos sido las experiencias eran muy similares.
En un principio la iniciativa surge de servicios sociales de Ciutat Vella, querían una cancioncilla sobre cómo viven los niños un proceso de desahucio, pero cuando lo vimos nos dijimos: vamos a hacerlo gordo. Poder hacer este proceso de hablar con niños y que compartan su experiencia con los desahucios y hacer algo creativo con ellos ha sido muy bonito.
Este proceso de hablar con niños y que compartan su experiencia con los desahucios y hacer con ellos algo creativo ha sido muy bonito
¿Siempre eres tú quien escribe las canciones de Xiula?
En los primeros discos estaban más distribuidas, pero ahora normalmente escribo yo. Hemos ido evolucionando así. Jan no se siente tan cómodo, aunque en el último disco ha escrito dos canciones, y yo he descubierto que donde me encuentro más feliz y más conectado conmigo es cuando estoy escribiendo. Nos ha ido bien y estamos como muy equilibrados, porque Jan es mucho el alma y el discurso, y es un gran frontman, mientras que Marc y Adri son excelentes músicos y asumen buena parte de la producción. Yo toco la guitarra o el ukulele, pero soy el menos músico de todos. Yo creo que me dejan estar allí porque escribo letras y rapeo.


