Sobre la mesa había dos cuestiones importantes, un montón de reuniones bilaterales de poco calado —que responden más a las demandas protocolarias propias de estos acontecimientos—, y una gran cuestión simbólica que, como símbolo, tenía un mayor poder para aglutinar los focos. De las cinco mil personas que acudieron a manifestarse según la Guardia Urbana —o los treinta mil según los organizadores—, la inmensa mayoría de éstas (por no decir su totalidad), querían impugnar el mensaje implícito de la cumbre: certificar la muerte del Proceso.
El Procés no está muerto porque el conflicto entre Catalunya y España se haya resuelto. Ni mucho menos. La persecución judicial continua y la voluntad de una parte de Catalunya de convertirse en un estado independiente, también. El Procés está muerto porque la gran mayoría de la gente que pensaba que la independencia era posible, ahora sabe que no lo es, y cuando oyen algún político decir que tarde o temprano se llegará a Ítaca, sospechan. Ya se ha acumulado demasiado trauma para seguir alimentándolo. Pero Pedro Sánchez dijo aquello de “el Procés ha terminado”, y, claro, fue suficiente para motivar a unos miles de manifestantes que, bajo el lema “aquí no ha terminado nada”, participaron de la manifestación promovida por la Asamblea Nacional Catalana, Òmnium Cultural y el Consell de la República. No podían faltar, como era de esperar, los representantes de Junts per Catalunya, de la CUP, y.… de ERC.
Bien pronto por la mañana Oriol Junqueras tuvo que abandonar la manifestación al grito de traidor y “botifler”. La situación de ERC no era complicada, era esquizofrénica: el presidente de Catalunya Pere Aragonès haciendo de anfitrión de la delegación, mientras que el presidente de su partido, Oriol Junqueras, se manifestaba en su contra. A nadie se le escapa que ésta será una pequeña “jugada maestra” fallida. ERC tiene miedo a parecer menos independentista que Junts per Catalunya, pero en realidad esta inseguridad se manifiesta en los intentos de la formación republicana de ser al mismo tiempo un cuadrado y un círculo. Los políticos deben navegar las ambivalencias, pero no pueden cabalgar constantemente las contradicciones. Esquerra Republicana de Catalunya sólo tiene un problema real: la falta de amor propio.
Y mientras la lucha simbólica abría los telediarios, Macron y Sánchez rubricaban compromisos no poco importantes de cara al futuro de Catalunya, España, Francia y Europa. El primero era la firma del Tratado de Amistad y Cooperación de Barcelona, un texto que dará un marco jurídico permanente a la relación bilateral con el objetivo de reforzar dos aspectos: impulsar las interconexiones de infraestructuras (principalmente ferroviarias), y “proteger” las fronteras de inmigrantes mediante la creación de brigadas mixtas. A tal efecto, se creará un Consejo Bilateral de Defensa y Seguridad. A falta de ver cómo se concreta en la práctica, las sospechas de que esto no hará más que normalizar la vulneración sistemática de los derechos humanos de las personas migradas parece una hipótesis más que plausible.
Por otra parte, la cumbre sirvió para oficializar el H2Med, un corredor de hidrógeno verde que debe unir Barcelona con Marsella. La ejecución del proyecto —según fuentes oficiales— convertirán a España en el primer hub de hidrógeno renovable del mundo, al incorporar los primeros ejes de la red troncal nacional que permitirán conectar los centros de producción de hidrógeno verde con la demanda doméstica y ambas interconexiones internacionales con Francia y Portugal.
Sin embargo, entidades ecologistas discrepan. Según Greenpeace, la operación pone en riesgo la viabilidad de la transición energética a desviar para la exportación una energía que debería dirigirse a la descarbonización de la demanda nacional. Además de utilizar un vector energético como el hidrógeno (H2) muy ineficiente, este tipo de infraestructuras —informan los ecologistas—, perpetúan un modelo centralizado que va en contra de las personas y del medio ambiente, y que sigue privilegiando a las grandes empresas energéticas como Enagás, que facturará entre 2500 y 3000 millones de euros por el proyecto. Una opinión compartida también por Ecologistas en Acción, por la Plataforma Respuesta MidcAT, y por más de medio centenar de asociaciones ecologistas. Sin embargo, sus voces no pudieron ser escuchadas. El ruido ya lo hacían otros.
1 comentari
¿Crees que el Herpes tiene una cura permanente? Mi nombre es Antonio Jefferson Cole, estoy en Salt Lake City, Utah. He estado gastando mucho dinero semanalmente en comprar el popular Valtrex y, a veces, Aciclovir, para suprimir los brotes de herpes que me recetaron en el hospital. Cualquiera que tenga herpes puede dar fe de esto, con todos los dolores y síntomas vergonzosos. Desafortunadamente, descubrí que esos productos recomendados por el hospital con frecuencia no son efectivos para solucionar el problema, sino que hacen que gastes todo tu dinero. El remedio herbal DR.WATER llegará a la raíz de la causa y lo curará por completo en lugar de suprimir los brotes con medicamentos. Y será más feliz, más saludable y libre de brotes. También tiene remedios a base de hierbas que pueden curar el VIH, el VPH, la hepatitis, etc. Él es el más grande de todos los curanderos a base de hierbas. Su correo electrónico es DRWATERHIVCURECENTRE@GMAIL.COM y su número de Whatsapp: +2349050205019. Puede contactarlo y obtener una cura permanente para su herpes genital y oral o VIH SIDA o cáncer de pulmón o enfermedad de Alzheimer.