Al menos 1.901 personas perdieron la vida el año pasado cuando intentaban llegar a territorio español procedentes de África. Los cuerpos de 707 de estos migrantes han sido recuperados mientras que a 1.194 se les da por desaparecidos en el mar. La ruta migratoria más mortífera es la que conduce a las islas Canarias. 1.330 personas se han ahogado en esta ruta, lo que representa el 70% de las muertes contabilizadas por la Asociación pro Derechos Humanos-Andalucía (APDH) en el informe Balance migratorio Frontera Sur, presentado este martes 7 de febrero.

2022 ha sido el año en que más personas migrantes han muerto en su camino a España sólo superado por el año anterior. En 2021 fallecieron 2.126 personas en los diferentes trayectos a España pero hay que tener en cuenta que ese año la cifra de migrantes fue muy superior. En 2021 entraron 56.833 migrantes de forma irregular en España mientras que el pasado año lo hicieron 22.296 menos: 34.537. Lo destaca la APDH en su informe: “Estas cifras insoportables de muertes en la frontera sur son aún más dramáticas si tenemos en cuenta que se producen a pesar de un descenso de las llegadas a las fronteras españolas de casi un 23% con respecto al 2021 (una disminución que se eleva al 39,24% si se contempla la entrada en Ceuta de personas provenientes de Marruecos, en mayo de 2021)”. Una de cada 20 personas que intentan llegar a España muere en este proceso migratorio.

La APDH recuerda la masacre que se produjo en la frontera de Melilla, el pasado 24 de junio, donde perdieron la vida un número de personas que no se ha aclarado aún pero que esta asociación humanitaria cifra en 23, como mínimo. Responsabiliza de este hecho a las policías marroquí y española y afirma que “esta actuación debe ponerse en el centro de cualquier análisis que se haga de las políticas migratorias y de fronteras de 2022”. “Las cifras extraídas del informe ponen de relieve que la apuesta política del gobierno español de Pedro Sánchez por intensificar la externalización del control migratorio a manos de Marruecos es una decisión de corto recorrido”, dice la APDH, que atribuye el descenso de llegadas de migrantes del pasado año a acuerdos entre los ejecutivos de ambos países. También considera que “Marruecos no es ni siquiera capaz de gestionar adecuadamente la situación de sus propios nacionales y difícilmente podrá aplicar a las personas migrantes en tránsito otro enfoque que no sea el de la violencia y la vulneración de derechos”.

El estudio de la APDH señala que España es el tercer país al que llegaron más migrantes en la frontera sur de Europa en el 2022 después de Italia (104.061 personas) y Grecia (40.621). A España llegaron 32.248 por mar y 2.289 por Ceuta y Melilla. 18.249 de estas llegadas fueron a Canarias, 7.350 a Andalucía, 3.055 a las Islas Baleares, 2.810 a Murcia, 494 a Alicante y 293 a Ceuta y Melilla. Un 67% de estos migrantes procedían de países del norte de África mientras que un 33% venían de países subsaharianos. Cerca de un 10% eran mujeres.

Desde 1988 han muerto en este proceso migratorio 14.109 personas, según cálculos de la APHD. “Seguimos comprobando que las políticas migratorias españolas y europeas son políticas de muerte y que sus prácticas siguen atravesadas por el racismo y la xenofobia. Ningún país democrático debería mirar hacia otro lado y consentir que miles de personas pierdan la vida cada año simplemente por intentar protegerla o, simplemente, por buscar un futuro con dignidad”, concluye el informe.

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