El PSC ha logrado intensificar el “cinturón rojo” en las últimas elecciones municipales. Los socialistas han ampliado la victoria en Cataluña, donde han ganado las elecciones, y en concreto en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) donde se han impuesto en 21 de los 36 municipios. Además, Collboni ha obtenido la alcaldía de Barcelona con los votos de los comunes y el PP y vuelve a manos del PSC doce años después. “Se comprueba que el PSC es el partido mayoritario en Catalunya y seguramente lo será en las generales. En Cataluña los socialistas han vuelto, después de sufrir mucho con el procés” asegura el politólogo Gabi Colomé. En Cataluña, a diferencia de España, el viento es favorable a los socialistas. El PP se ha impuesto al resto del país y ha logrado nacionalizar las municipales. “La lógica de plebiscito que ha planteado el PP ha sido un “no” a Pedro Sánchez y el presidente del Gobierno ha decidido convocar elecciones generales como respuesta”, afirma Colomé.
Con una ola a favor del PP y Vox cara a las elecciones generales del 23 de julio, los sondeos les dan mayoría. Las izquierdas confían en que los pactos de los populares y la extrema derecha movilicen al electorado progresista que se abstuvo en las municipales y el PP pretende repetir la campaña de las pasadas elecciones del 28M basadas en el antisanchismo. Los primeros acuerdos comienzan a enfriar las expectativas de Feijóo. En Valencia Vox ha impuesto al torero Vicente Barrera como vicepresidente, en Baleares el nuevo presidente del Parlament es el xenófobo y negacionista Gabriel Le Senne o la nueva presidenta de las Cortes de Aragón, Marta Fernández, declarada antivacunas, negacionista del cambio climático , dijo que la ministra de Igualdad, Irene Montero “sólo sabe arrodillarse para medrar”. Para Colomé, “el lobo ya no da miedo porque el PP le ha blanqueado”, pero cree que si el electorado femenino se moviliza ante los pactos con la ultraderecha favorecerá al gobierno de coalición. “Ya no es que venga el lobo, es que Abascal será el vicepresidente”, sentencia.
Aunque, por ahora, las opciones conservadoras ganarían en casi todos los territorios, Cataluña, Euskadi y Navarra resisten como bastiones progresistas. Según el último estudio de Key Data para Público, las izquierdas ganarían cómodamente en Cataluña, donde el PSOE obtendría 12 de los 30 escaños que se reparten. Le seguiría ERC con 10, tres menos que en las últimas elecciones, Sumar que irrumpiría con 8 representantes, Junts conseguiría los mismos que Yolanda Díaz, mientras que PP y Vox se quedarían con nueve escaños, siete y dos respectivamente. Los socialistas catalanes lograrían capitalizar el voto para frenar un posible pacto entre los populares con los de Abascal, aunque el acuerdo de Collboni con el PP y los comunes para hacerse con la alcaldía le pueden venir en contra . El periodista Josep Ramoneda asegura que “al PP le ha ido bien investir a Collboni para desprenderse de los pactos con Vox” y añade que “hay mucha gente, incluso del independentismo que estaba dispuesta a dar su voto a los socialistas en contra del PP a las generales que ahora puede que se lo piensen”. Parece que los independentistas saldrán reforzados de la operación Collboni después de que los populares y los de Ada Colau hayan evitado un pacto independentista en el Ayuntamiento liderado por Trias. De hecho, “Junts puede jugar la carta de reclamar la alcaldía de Barcelona si es decisivo para que Pedro Sánchez gobierne después de las elecciones”, advierte el periodista Xavier Rius Sant.
El independentismo busca una estrategia conjunta para evitar el abstencionismo de las municipales
El independentismo no pasa por el mejor momento después de perder 350.000 votos en las últimas elecciones con un claro declive de los republicanos. “En 2019 no se habían aplicado los indultos y todavía había tensión”, asegura Colomé que añade que “la batalla por el poder y la división interna ha provocado abstención”. Con la desaparición de la polarización y las peleas por el poder entre Junts y ERC que dinamitaban el Govern el pasado octubre, el independentismo ha perdido el voto coyuntural. Sin embargo, el mayor batacazo se lo lleva ERC con la pérdida de Lleida, Tarragona, Sant Cugat y con un fracaso en la estrategia para implementarse en el AMB, territorio de dominio socialista.
Junts y ERC quieren revertir el bajón de las municipales y muestran más sintonía con una voluntad de reorientar la estrategia ante un posible gobierno PP-Vox. Esta semana, el president Aragonés proponía a los post-convergentes consensuar un “mínimo común programático” de cara a las generales. Miriam Nogueres, candidata de Junts en el Congreso ha confirmado que “ha empezado a tejerse algo” entre los partidos independentistas. El jefe de filas de Junts en la cámara catalana, Albert Batet asegura que “yendo solos no se consigue nada” y celebran la “rectificación” de los republicanos a la hora de reclamar una “posición conjunta en Madrid”.
Sumar, clave para reeditar el Gobierno de coalición
Los sondeos dan la victoria al PP, pero será necesario que llegue a la mayoría absoluta con Vox para poder gobernar. Más allá del resultado del PSOE, que ahora mismo los sondeos le sitúan en torno a los 100 escaños, el resultado de Sumar, después de haber aglutinado a 15 formaciones políticas es clave y debería quedar por delante de Vox para reeditar el Gobierno. “Si Sumar supera a Vox, el bloque de izquierdas puede gobernar sin ganar las elecciones”, afirma Colomé. “La clave está en si hay mayoría absoluta de PP y Vox, a partir de ahí, comienza el partido”, concluye. Con Pedro Sánchez haciendo campaña y concediendo entrevistas de las que sale reforzado y un PP que no acaba de sacar a relucir el impulso de las municipales, todo queda abierto. “La clave está en si PP y Vox tendrán mayoría absoluta o no”, asegura Rius, que también vaticina que será importante “ver si la CUP o Junts apoyarán a Pedro Sánchez o no”.