EL POLONÈS
J.M.Coetzee
Traducció de Dolors Udina
Edicions 62, 2023
J.M.Coetzee (Ciudad del Cabo, 1940), premio Nobel de Literatura de 2003, es de aquellos autores que (con o sin Nobel) son garantía de seriedad. En El polonès, una novela corta pero contundente, nos habla básicamente de un viejo enamorado y de una mujer de mediana edad que recibe ese amor que la desata toda. Y la pregunta es la misma de siempre: ¿A partir de qué edad, cuando uno se enamora, es posible que lo tachen de payaso? La mujer, una burguesa catalana, distanciada, pero a la vez curiosa, por pura desazón ante el hecho, lo dice así. El enamorado, un pianista de fama mundial, tiene setenta años (el autor no nos informa si setenta años “largos” o “cortos”) y se enamora de esta barcelonesa gestora de una entidad artística que organiza conciertos. No plantea muchas dudas: Se enamora desde el principio, no lo esconde para nada, e intenta hacerse suya a la mujer. A partir de ahí, la novela sigue, como en un documental, los estados mentales y sentimentales de ella. Está casada, tiene sus enredos extramatrimoniales, igual que su marido, y el matrimonio es un estado “administrativo” más de su vida. Todo cambia cuando el viejo pianista polaco empieza a perseguirla, a hacerle proposiciones que incluso parecen chifladuras. He aquí el poder del amor, sin embargo la hace tambalear. Y no se puede contar mucho más sin desvelar la trama. Es la historia de un determine, el del pianista, y el de una mujer, que, gracias a la sapiencia de Coetzee, vemos cómo evoluciona ante esta situación inesperada, que se alarga en el tiempo. La burguesa sorprendida ante un arrebato de amor fuera de lugar, primero porque, de entrada, no le interesa a nivel profesional (no establece relaciones con los artistas que alquila); segunda, porque el sujeto amoroso (por más virtuoso que sea) es un viejo con el que nada tiene que ver, físicamente poco atractivo, y con el que incluso se entiende con dificultad (él sólo habla un poco de inglés).
Como curiosidad, diremos que es una novela “catalana”. Está ambientada básicamente en Barcelona, Girona y Mallorca, pero como si nada. Cabe decir que Coetzee, en este sentido, no mira demasiado, el mismo relato podría ocurrir en Oporto, Milán o Atenas. O en Albacete. Hay que suponer que la fuerza de la marca Barcelona llega hasta aquí, hasta el punto de sentir interés por poner la ciudad de telón de fondo y poco más. Pero no pasa nada, Woody Allen hizo prácticamente lo mismo. Hay que concentrarse en la novela, corta, emocionante, sorprendente e incluso atrevida.
¿Es ridículo, un viejo pianista polaco de setenta años enamorado? Piensan, se identifican o no, y finalmente, deciden si reaccionarían como lo hace la protagonista. Una novela como un aguijón, que te hace salir durante un tiempo de la zona de confort. Interesante y seria, como todas las novelas de Coetzee.