A finales del 2022, la Dirección de Análisis y Prospectiva del Departamento de Presidencia de la Generalitat llevó a cabo una encuesta centrada en averiguar la opinión de los catalanes sobre la renta básica universal. Es una encuesta que no es suficientemente conocida, y creo que aporta mucha información respecto a la opinión de la población catalana sobre esta propuesta. En este artículo trataré de aportar algunos de sus principales resultados.

Cuando se pregunta a los encuestados si están de acuerdo con la implementación de la política en un grado del 0 al 10, la valoración media, una vez leída la definición, era de 6,6. La definición que se les dio era la siguiente: La Renta Básica es una prestación económica individual (para la persona, no para el hogar o la familia), universal (para todas las personas con residencia legal acreditada) e incondicional (sin requisitos ni condiciones), que se recibiría como un derecho de ciudadanía. Sería de unos 800 € mensuales e integraría cualquier otra ayuda o prestación de importe inferior. Se financiaría con una reforma fiscal que redistribuiría la riqueza de forma que el 20% de la población más rica asumiría gran parte del coste de la Renta Básica Universal; el resto provendría del ahorro que tendrían las administraciones por la eliminación del resto de prestaciones o ayudas de menor importe.

Teniendo en cuenta la definición, un 67% de los encuestados está de acuerdo con la implementación (6-10), y el 47% de los encuestados muy de acuerdo (8-10). No existen grandes diferencias en el grado de acuerdo si se analiza la muestra de encuestados según el sexo, situación laboral o nivel de estudios. Sí encontramos diferencias cuando se observa el partido político por el que se siente más simpatía. En esta clasificación, sólo dos partidos tienen simpatizantes cuyo promedio no apoyaría la implementación de la renta básica universal (menos de 5), que serían Vox (con valoración de 4,4) y PP (4,9). En cuanto al resto de partidos se refiere, la media de sus simpatizantes apoyarían esta medida. La puntuación más elevada la encontramos entre los simpatizantes de la CUP, En Comú Podem y ERC, que tendrían un grado medio de acuerdo de más de 7 puntos sobre 10.

Algo que es de interés en la viabilidad política o no de una medida de este tipo es analizar si las personas encuestadas estarían en condición de cambiar su opinión. En este aspecto, el 41% afirman que seguramente cambiarían su opinión respecto a la renta básica universal, y el 36,2%, también, si cambiaran algunas de las condiciones.

Por lo que a las condiciones se refiere, la incondicionalidad, la universalidad o la individualidad, todas ellas tienen un grado de apoyo mayoritario positivo (más del 50%). La incondicionalidad es valorada como un rasgo positivo, o más bien positivo para el 53% de los encuestados; la universalidad, para el 66%; y la individualidad, para un 63%.

Además, la reforma fiscal progresiva que podría preceder a la implementación de la renta básica universal es percibida de forma positiva por el 73% de los encuestados; y el 66% cree que el importe de 800€ al mes es adecuado.

También se preguntó a los encuestados sobre los cambios que creen que podría tener la implementación de la renta básica. El 72% cree que su vida cambiaría, y cuanto más se cree que la vida va a cambiar, más a favor se está de media con la implementación de la medida. Los cambios concretos más generalmente percibidos serían un mayor nivel de tranquilidad y de bienestar, y una mejora económica.

Sobre qué harían las personas en relación a su formación, de los que están actualmente estudiando, el 76% dice que alargaría sus estudios; y de los que no lo están haciendo, el 41% iniciaría o reanudaría los estudios.

Sobre el uso del tiempo que harían los encuestados con renta básica universal, el 71% opina que dedicaría más tiempo al ocio; el 51% participaría en asociaciones y el 72% dedicaría más tiempo a su familia.

Otros cambios son que el 40% de los encuestados contrataría ayuda externa para las labores del hogar o para el cuidado de familiares; el 58% pagaría deudas pendientes y el 22% impulsaría un negocio propio.

Y una de las grandes incógnitas: ¿qué haría la gente con una renta básica universal en el ámbito laboral? El 68,6% de las personas encuestadas que trabajan afirma que no realizaría ningún cambio a nivel laboral. El 20,1% seguiría con su trabajo actual, pero reduciendo su horario, y sólo un 3,7% dice que dejaría de trabajar. ¿Y en qué piensan las personas encuestadas que destinarían el dinero si recibieran la renta básica universal? El destino de ingreso principal serían los gastos cotidianos, seguido de la vivienda y del ocio.

Además, se preguntaba si pensaban que debía llevarse a cabo un plan piloto antes de la implementación de la renta básica universal, y el 76% opina que sí.

En definitiva, se pudo extraer mucho conocimiento de esta encuesta que constó de dos oleadas y de una muestra total de más de 3000 personas. Aún queda mucho por conocer, pero lo que está claro es que, una vez se pregunta a la ciudadanía sobre el grado de apoyo a la renta básica universal, éste es mayoritario. Otro tema es si este soporte puede traducirse en necesidades y/o voluntades políticas tangibles; o si se debe a sesgos propios de ser encuestado sobre opiniones o cambios percibidos en el futuro. Lo que sabemos también es que las encuestas más recientes, que han sido llevadas a cabo por el Centro de Estudios de Opinión (CEO) y que han hecho la misma pregunta sobre el soporte a la implementación de la renta básica universal con exactamente la misma definición, otorgan un grado de acuerdo relativamente alto. El Barómetro del CEO, con trabajo de campo realizado entre febrero y marzo de 2023, señalaba que un 51,4% de los encuestados estaba de acuerdo con la implementación de la renta básica universal (6-10), y en el Ómnibus del CEO, con trabajo de campo de mayo a junio de 2023, era un 58,2%.

En conclusión, a pesar del apoyo que se va mostrando a la Renta Básica en las últimas encuestas, se necesitaría una serie temporal más larga para poder asumir que este apoyo es estable en el tiempo, y también sería interesante contemplar a través de experimentos de encuesta, por ejemplo, cómo distinguir el apoyo a una política o el apoyo revelado. Esta diferencia entre lo que la gente opina cuando se le pregunta y cuando no se le plantea cierta cuestión, podría ser clave para entender el impacto o no a nivel político que puede apoyar la renta básica universal.

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