En Europa, cada año se producen 400.000 paros cardiacos. De todos ellos, se calcula que solo entre un 10 y un 15% de quien los sufre sobrevive. Y recibir las maniobras de reanimación cardiopulmonar cuanto antes mejor contribuye a esa supervivencia. Hasta cuatro veces se pueden llegar a multiplicar las posibilidades de sobrevivir después de un paro cardiaco si se aplica la reanimación cardiopulmonar. La puede realizar cualquier persona que conozca la técnica que permite mano sobre mano ayudar al corazón a retomar su latido.
No hace falta tener formación sanitaria para salvarle la vida a alguien; estas sencillas maniobras pueden resultar vitales en el tiempo de espera de una ambulancia. Este es el principal mensaje del Consell Català de Ressuscitació (CCR) que, siguiendo las mismas directrices del Consejo Europeo de Resucitación (ERC), se creó para promover, coordinar y estandarizar las actividades formativas, de investigación, de difusión y de buenas prácticas en el soporte vital y resucitación cardiopulmonar en Catalunya.
Organizan exhibiciones de la práctica de las maniobras en escuelas, institutos y espacios públicos, donde invitan a todo el mundo a probar de hacer este ejercicio que salva vidas. Cada año, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Concienciación de la Parada Cardiorespiratoria, el 16 de octubre, los formadores del CCR montan parada en lugares muy visibles para enseñar las maniobras. Este año, por ejemplo, lo hicieron el sábado 21 de octubre en la entrada del recinto modernista de Sant Pau, en Barcelona. Y este jueves, 2 de noviembre, lo harán en la explanada de las columnas de la avenida María Cristina de Montjuïc, aprovechando la inauguración del Congreso Europeo de Resucitación, que del 2 al 4 de noviembre reunirá a los especialistas internacionales en esta práctica que puede devolver a la vida y que puede estar en manos de todos. También de los niños y niñas que conviven con adultos, algunos con sus abuelos a quienes quien sabe si algún día podrían evitarles la muerte.
El Consell Català de Ressuscitació trabaja, conjuntamente con el departamento de Educació de la Generalitat de Catalunya para integrar el aprendizaje de las maniobras de reanimación cardiopulmonar en los currículums de educación Primaria y Secundaria. Empiezan en P3 y acaban al final de la Secundaria. Los alumnos más pequeños, ya cuando aprenden los números, aprenden también la importancia de recordar y marcar el 112 si alguna vez se encuentran con una persona a su lado que pide ayuda o se ha caído y no responde. En los cursos posteriores, con alumnos más mayores, se les enseña a ejercitar el bombeo con las manos juntas sobre el tórax, haciéndolos conscientes de la gran ayuda que puede representar para la resucitación de una persona que sufre un paro cardiaco.

El jueves en la avenida María Cristina, unos cincuenta alumnos de Primaria y Secundaria de la Escola Pia de Mataró que han participado en el programa de apoyo vital del grupo escolar del Consell Català de Ressuscitació junto con Educació harán una demostración de las maniobras.
A cualquier edad, con cualquier formación, todos podemos practicar el masaje al tórax que puede devolver a la vida a una persona poco después de que su corazón haya cesado el latir. “Igual que aprenden los colores y la alimentación, los alumnos desde muy pequeños pueden normalizar cómo salvar una vida”, expresa la doctora Laia Vega, pediatra de QuirónSalud, miembro del CCR.
Como proceder si nos encontramos en esta situación
Si vemos a alguien caerse o desvanecerse y quedar inconsciente, antes que nada, hay que asegurar que tanto esta persona como nosotros mismos estamos en un lugar seguro, fuera de cualquier peligro añadido al cual ya se está viviendo. Proteger, alertar y socorrer, resumido en las siglas PAS, son los pasos del protocolo de actuación cuando nos encontramos en una situación de paro cardiaco. Es necesario, entonces, saber reconocer si hay o no ritmo cardíaco. Lo sabremos intentando despertar a la persona de su estado de inconsciencia, hablándole fuerte y, de rodillas a su lado, aproximando nuestra oreja sobre su boca para ver si sentimos el aliento. Escuchar la respiración e intentar sentir el aliento en nuestra mejilla lo haremos cogiéndole la frente con una mano y levantándole el mentón con la otra para que la boca quede más elevada que los ojos. Igualmente nos fijaremos si el pecho se mueve. Si por ninguno de nuestros sentidos constatamos respiración, debemos llamar al 112 inmediatamente. Lo haremos marcando el número y poniendo el altavoz para poder empezar las maniobras de reanimación cardiopulmonar a la vez, después de constatar que no respira. Si hay alguien más con nosotros, una persona puede llamar al 112 y la otra iniciar la reanimación. Si no, mientras se hacen las maniobras, a través del altavoz del teléfono se va informando al servicio de emergencias médicas, desde donde los profesionales que nos atienden irán preguntando todo lo que necesitan saber.

Los mismos profesionales del Servicio de Emergencias Médicas (SEM) muestran en un video en Youtube, accesible a todo el mundo, cómo se tiene que actuar. Hombros rectos, talón de una mano sobre el talón de la otra y dedos entrelazados, y un buen ritmo de latido haciendo fuerza con nuestros brazos y hasta treinta presiones continuadas, unos dos minutos, antes de descansar y comprobar si el corazón retoma su actividad. Si no es así, continuamos con treinta nuevas compresiones, hasta que llegue la ayuda sanitaria.
Acuerdo con la UEFA
El congreso de Barcelona reunirá a unos 1.200 expertos en reanimación de diferentes países, que es la primera vez que celebran su cita anual en la capital catalana. Durante tres días, expondrán impresiones, dudas e ideas que serán las que irán perfeccionando los protocolos y métodos de actuación y creando nuevas recomendaciones ante un paro cardiaco. “Cómo entrenar a los equipos de forma organizada podría mejor la supervivencia de las recuperaciones cardiacas, hacer que todo salga redondo”, es, según explica el doctor Francesc Carmona, una de las propuestas de trabajo dentro de los congresos de la sociedad europea de resucitación, como el de este mes en Barcelona, en su misión de hacer crecer la supervivencia después de un paro cardiaco. “Solo si aumentáramos un 1% el índice de supervivencia ya significaría entre 4.000 y 6.000 personas que se salvarían de una muerte prematura”, dice Francesc Carmona. Él es médico del SEM, miembro del comité organizador del congreso de Barcelona y Coordinador del Grupo de Trabajo de Apoyo Vital Avanzado del CCR. Explica que en cada congreso anual que celebran intentan discutir sobre todo aquello que puede contribuir a salvar más vidas, mejorando las habilidades para practicar las maniobras, con la aplicación cuanto más precoz mejor de los desfibriladores y formando cada vez a más gente.
Con este propósito, el Consejo Europeo de Resucitación acaba de firmar un acuerdo con la Unión Europea de Asociaciones de Fútbol (UEFA) para dar a conocer las maniobras de resucitación en el fútbol, enfocando de manera especial la Eurocopa del año que viene en Alemania. “Hemos generado una formación en línea y hemos entrenado a la gente que formará a los 20.000 voluntarios de la Eurocopa “, detalla el Dr. Francesc Carmona. “Cada país ha formado a sus selecciones con la idea de que, durante los partidos del Eurocopa, pero también en otros partidos, se proyecten videos motivando a la gente a aprender las compresiones torácicas, porque cada año se producen paradas respiratorias entre asistentes como público a los partidos. Y porque sabemos que los campos de fútbol donde se concentra tanta gente es un escaparate genial para mostrarlo”, concluye Carmona. Y recuerda que cada minuto que pasa a partir de un paro cardiaco, disminuye la posibilidad de recuperar esa vida, por eso, asegura el experto que, “para nosotros es vital que alguien haga algo antes de que lleguemos”.
Este jueves junto a las fuentes de Montjuic, serán los niños y niñas y adolescentes quienes en una performance mostrarán que, incluso ellos están preparados para salvar vidas.