Hospital del Mar de Barcelona, qué lugar más bonito has escogido para nacer. Me imagino la felicidad de tus padres, trayendo vida al mundo en una de las ciudades más bonitas, probablemente en una de las épocas en las que más guapa se pone.
Fuiste noticia en muchos diarios, el primer bebé del año siempre lo es. Pero en tu caso lo fuiste también por otras razones. Por tu nombre. Es curioso, yo pensaba que vivíamos en una época en la que está de moda buscar nombres “exóticos”.
No fuiste la única, Derek y Dylan nacieron un poco más tarde pero también armaron revuelo sin quererlo. Hoy he sabido que en Viena la primera bebé de 2018 fue la hija de una pareja de musulmanes. Se llama Asel, tiene apenas cinco días y ya hay gente deseando su muerte o pidiéndole “que se vaya a su país”, apenas ha abierto los ojos y ya hay gente diciendo que será terrorista.
De ti, de Derek y de Dylan se dijo que ya habían nacido los próximos en recibir ayudas y pagas del Estado. Escogiste un lugar muy bonito para nacer, lástima del momento.
No sé que lleva a las personas a tener tanto odio dentro, hasta llegar a ser capaces de volcarlo encima de un bebé. Me da vergüenza, me da asco, me da pena. La gente que se cree que puede volcar ese odio en Internet me da vergüenza. La gente que desea mal a otros simplemente por razón de su nombre y que les deshumaniza de esta forma me da asco. La gente que no entiende todo lo que nos podrás aportar me da pena, están cegados sin conocerte, se van a perder a tanto…
Raisa, trabaja duro, tendrás que pagarnos la jubilación. También a los que no se alegraban de tu nacimiento. No sé qué vas a querer ser de mayor, pero sé la mejor en ello. Mujer e hija de inmigrantes, sólo puedes ser valiente.
Espero que conozcas a muchas personas en tu vida y que de todas aprendas algo. Que nadie te trate como ciudadana de segunda. Nadie te ha regalado nada, que no te lo hagan creer así. Te dirán que te beneficias de la sanidad pública y la educación pública. Claro que lo haces, tú y 46 millones de personas más.
Quédate con las que te valoran, las que te hacen sentir en casa y las que te hacen sentir libre. Hay muchas.
A los que solo supisteis insultar, me encantaría que encontrarías vuestro propósito en esta vida, o un trabajo, y que no tuvieras tiempo para estar comentando con tanto odio en cada noticia. O que ese tiempo lo invirtierais en pensar antes de comentar, en aprender de lo que hay a vuestro alrededor. Silicon Valley no existiría sin inmigrantes o hijos de inmigrantes. ¿De verdad en 2018 tengo que volver a usar el argumento de la mano de obra y el talento en empresa para que dejéis de insultar a un bebé? ¿Qué os hace pensar que merecéis más que ella por vuestro apellido? ¿Cuándo vais a dejar de definirla como extranjera?
Cuando Raisa vote, ¿podrá votar lo que quiera o tendrá que pedir permiso para ver si sus opiniones están aceptadas por los que se consideran ciudadanos de primera?
Cuando Raisa vaya a una huelga de la universidad, ¿os vais a atrever a decirle que debería ser más agradecida al país que la acogió?
Raisa, yo pensé que al primer bebé de 2018 esto no le pasaría, pero veo que os ha pasado. Al primero, al segundo y al tercero. Bienvenida al mundo, vamos a hacerlo un poquito mejor.