Un interno del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona ha presentado una denuncia por delito de lesiones y contra la integridad moral al juzgado de guardia. Según consta en el escrito, cuatro miembros de la Polícia Nacional lo agredieron, por lo que podría ser constitutivo de un agravante de abuso de superioridad.
Desde Tanquem els CIE e Irídia se muestran preocupados porque les consta que ni el denunciante ni un testigo se encuentran actualmente en el CIE, ya que está previsto que ambos sean deportados mañana a Marruecos. Ante esta situación piden, como medida cautelar, que de momento no sean expulsados a su país de origen hasta que puedan declarar ante un juez.
Según relata uno de los internos en la denuncia presentada a la que ha tenido acceso este medio, los hechos tuvieron lugar el pasado sábado 3 de febrero, cuando los cuatro agentes los habrían llevado a una habitación cercana donde se guardan productos para la higiene personal y que, según consta en la denuncia, no dispone de cámaras de seguridad.
Una vez en la habitación, relata el denunciante, los cuatro funcionaros abofetearon a uno de los internos y lo empujaron contra la pared. Después le dejaron ir e inmovilizaron al otro interno por los dos lados, le dieron bofetadas en la cara y fuertes empujones contra la pared, además de patadas en las piernas y en los pies mientras le gritaban “por qué nos insultas?” y “te piensas que somos gilipollas, eh?”. Esa misma noche, dos de los agentes habrían ido a la habitación del interno, le dijeron que era “un chivato” y le pidieron perdón “intentando que no presentase denuncia”.
Fuentes de la Policía Nacional aseguran que “todo es falso” y que se trata de un “montaje para evitar la expulsión”. Antonio Navarro, portavoz del cuerpo policial, destaca que en el CIE hay cámaras en todas partes, que hay asistencia médica 24 horas de la Cruz Roja y que ni ellos ni el servicio jurídico permanente del centro no tienen constancia de ninguno de los hechos que el interno denuncia. Navarro también ha querido recordar que todas las denuncias de agresiones en el CIE han sido archivadas o absolutorias.
Jordi Campabadal, miembro de Tanquem els CIE, asegura que deportar a un migrante antes del tiempo máximo de internamiento –60 días– es un “comportamiento típico” cuando hay una denuncia de por medio. “Muchas de las personas que denuncian agresiones acaban siendo deportadas”, asegura Campabadal. La denuncia cuenta también con el apoyo de la PAHC Bages, ya que uno de los internos es miembro de esta entidad y vivía junto a su esposa e hija en uno de los bloques ocupados que la PAHC tiene en Manresa.


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