El 8 de marzo se ha convocado una gran movilización feminista. Pero si se mira con detalle, ese día confluirán diversas luchas que coinciden con la jornada que, a partir de 1910, se decidió que se celebraría en todo el mundo para conmemorar la masacre producida en la fábrica Sirtwoot Cotton, donde murieron quemadas más de un centenar de mujeres que hacían huelga por la igualdad salarial y para tener tiempo para cuidar de sus hijos. El asesinato se atribuyó al patrón.

Hace dos años, el 25 de noviembre de 2016, se decidió hacer una paro internacional de mujeres. Se trataba de una huelga en la cual quedase patente el papel estratégico del trabajo de las mujeres, no sólo en el ámbito laboral, sino también en el doméstico y de los cuidados, explica Sara Cuentas de la Xarxa Emigració y Género. Dos años después, el movimiento de las mujeres es internacional y sólido.

En Catalunya, y especialmente en Barcelona, ​​el 8 de marzo habrá varias movilizaciones. Por un lado está la Vaga Feminista, organizada y liderada por colectivos de mujeres. La manifestación principal tendrá lugar en las seis y media de la tarde en Barcelona. El día previo, para calentar motores, el día 7 por la noche habrá la manifestación nocturna no mixta, que saldrá de la plaza de Joanic, en el barrio de Gracia de Barcelona.

Desde la Vaga Feminista apuestan por un “feminismo interseccional”. Aseguran que quieren “ocupar el espacio público, reapropiarse sede la decisión sobre el propio cuerpo y la vida, reafirmar la fuerza política de las mujeres, lesbianas y trans y preservar el planeta”. Además, quieren demostrar que “sin nosotras no se produce, y sin nosotras no se reproduce”. Recuerdan, además, que ha habido más de 1.000 feminicidios en los últimos 15 años y que 14 millones de mujeres han sufrido acoso sexual.

Los sindicatos mayoritarios han convocado a concentraciones a las 12 del mediodía ante los ayuntamientos en las principales poblaciones catalanas y del conjunto del Estado. En Barcelona las concentraciones de trabajadores públicos se harán ante sus puestos de trabajo.

El protagonismo de las mujeres se verá también en la manifestación unitaria que, como cada año, se hará en Barcelona a partir de las seis y media de la tarde, que saldrá de la plaza Cataluña. Delante mujeres de todas las organizaciones feministas, sindicales y sociales llevarán la pancarta. El primer tramo de la marcha estará formado sólo de mujeres, será la parte no mixta. En un segundo bloque estarán mujeres y hombres de movimientos sociales, políticos y sindicales que lo apoyan.

Los sindicatos mayoritarios, CCOO, UGT, y también USOC, han convocado una huelga parcial, de dos horas por turno, en empresas privadas, públicas y administraciones. Los otros sindicatos, CGT, CNT, Intersindical_CSC o COS, convocan paro de 24 horas con una plataforma reivindicativa que coincide casi exactamente con la de los grupos feministas. Además, el 8 de marzo coincidirá con el primero de los paros de 24 horas convocado por CCOO y UGT en el sector de la limpieza de edificios y locales, un ámbito con mayoría de trabajadoras.

Sara Cuentas explica que el movimiento feminista no limita la movilización a aspectos laborales. “Nosotras convocamos 24 horas. Convocamos a las mujeres, no sólo a detener la actividad productiva, sino también a detener el trabajo de cuidados, a menudo invisible, pero que asumimos las mujeres, y también llamamos a una huelga de consumo, y en el ámbito de la educación, que afecten a toda la sociedad”, asegura.

Concentración de mujeres en favor de la conciliación de trabajo y vida personal foto: Tomeu Ferrer
Concentración de mujeres en favor de la conciliación de trabajo y vida personal foto: Tomeu Ferrer

Sea como sea, los sindicatos que convocan el paro de 24 horas han pedido permiso para toda la jornada de manera que, quien se sume, tendrá cobertura legal. Para Sara Cuentas la explotación que viven las mujeres en el mundo del trabajo se puede calificar de «esclavismo moderno» en ámbitos como la limpieza de habitaciones de hotel o la explotación de las mujeres que realizan trabajos en los hogares como internas o por horas.

El movimiento feminista tiene claro de quién ha de ser el protagonismo: “Deben ser las mujeres las que hagan la huelga”. Los hombres pueden, en su opinión, “acompañar las movilizaciones, colaborar, o asumir en los paros los servicios mínimos. También pueden, si quieren, ceder a las mujeres la parte de los salarios que les descontarían si hicieran el paro”, añade Sara Cuentas.

 

Cambiar de paradigma

Eva Gajardo es secretaria de igualdad y FP de la UGT de Cataluña. Explica: «la movilización tiene dos grandes vertientes. Una es la reclamación que de una vez las leyes se cumplan, porque tenemos normas que en teoría podrían ser positivas para las mujeres, pero que no se trasladan a la realidad». En las empresas esta diferencia se ve en el día a día, afirma Gajardo. Y este es el segundo elemento. Conseguir reivindicaciones como la equiparación salarial y la igualdad sean efectivas en el trabajo. Por ello, «los sindicatos han decidido dar un puñetazo sobre la mesa para cambiar de paradigma», asegura.

Otro aspecto hace que la jornada del 8 de marzo sea diferente. Afecta a la educación. En este sentido, las feministas apuestan fuerte; reclaman una coeducación donde se eduque a las criaturas más allá de las constricciones de los roles de género y de la invisibilización de las aportaciones femeninas al conocimiento. En este sentido se considera que, tal vez equivocadamente, se ha creído que la igualdad de oportunidades educativas era la clave para la igualdad en el resto de ámbitos (en particular, en el reparto del trabajo remunerado entre hombres y mujeres, y en el no remunerado también). Y el tiempo no ha confirmado esta presunción. Por ello se convoca huelga especialmente en el mundo educativo.

Las reacciones previas a las convocatorias del 8 de marzo han sido positivas en todos los partidos y organizaciones políticas progresistas. Excepto en el PP. “No nos metamos ahora con eso”, dijo Mariano Rajoy, preguntado sobre la reducción de la brecha salarial, a la cual se opone. También Ciudadanos se ha mostrado contrario, considerando incompatible ser feminista con ser, por ejemplo, independentista o comunista. El PNV tampoco se ha sumado al movimiento en marcha.

Sara Cuentas considera normal que grupos neoliberales y partidarios del capitalismo confronten con la huelga de las mujeres. En esto y con razonamientos similares, coincide con Eva Gajardo, “los grupos neoliberales se retratan oponiéndose a las reivindicaciones sociales y feministas”, asegura.

Manifestación de mujeres del Salvador
Manifestación de mujeres del Salvador
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