Jornada histórica. Con estas palabras las organizadoras de la manifestación del 8 de marzo en Barcelona contaban a los que lo querían escuchar su sensación de euforia después de ver el centro de la ciudad abarrotado de mujeres reivindicativas. Una multitud, 200.000 personas según la Guardia Urbana, ha colapsado el Passeig de Gràcia hasta plaça Catalunya a partir las seis y media de la tarde. Otros cálculos llegaban hasta las 300.000 personas.
Bajo el lema: “Nos detenemos para cambiarlo todo”, a la hora justa arrancaba la manifestación en Barcelona. Durante la mañana, la ciudad se había teñido de violeta y buena parte de la actividad del país había sido afectada por las huelgas sindicales y de consumo convocadas por diversas organizaciones laborales y sociales.
La multitudinaria presencia de manifestantes ha hecho que el arranque de la marcha en Passeig de Gracia fuera un poco caótica. Así, mientras la cabecera intentaba avanzar, en sentido contrario miles de mujeres y hombres querían llegar para incorporarse a la manifestación. Como es tradicional la manifestación del 8 de marzo tiene dos bloques marcados. Delante van mujeres y detrás está la zona mixta, con presencia de hombres, mujeres y agrupaciones políticas y sociales.

Violencia machista
Como en otras manifestaciones multitudinarias, muchas de las asistentes llevaban sus pancartas hechas manualmente. Desde el tradicional: “Manolo, hoy la cena te la haces solo”, pasando por “ni putas ni sumisas”, o la nueva “el patriarcado me da patri-arcadas”, se han podido ver en la marcha. Se ha repetido el lema “las calles serán siempre feministas”, porque una de las constantes entre las manifestantes era la protesta contra las agresiones machistas y la violencia de género: “Disculpen las molestias, nos están asesinando”, decían unas jóvenes bachilleres con sus carteles.
Lo mismo que se ha visto en Barcelona ha pasado a las principales capitales catalanas donde el feminismo ha salido a la calle para reclamar el protagonismo social de las mujeres. En Lleida han salido unas 6.000 personas, 4.000 en Girona y 8.000 en Tarragona.

Humillaciones y artículo 155
El manifiesto leído en plaza de Catalunya carga contra “las violencias machistas, agresiones, humillaciones, marginaciones o exclusiones”. Asimismo, el documento de la Huelga Feminista denuncia la “invisibilización” de la mujer, sobre todo en trabajos como los cuidados o domésticas a menudo escondidas en la economía sumergida.
En el manifiesto leído al final de la manifestación, Huelga Feminista denuncia las agresiones sexuales durante la jornada del 1-O, o los efectos de la aplicación del artículo 155 en Catalunya: “Las feministas estamos comprometidas también en la defensa de la democracia y de las libertades en nuestro país y entendemos que la criminalización de formas pacíficas de protesta social y reivindicación política también son formas de violencia institucional”, afirmaba el manifiesto.


Catalunya Plural, 2024 