En los municipios metropolitanos entre los años 2014 y 2017 los alquileres se han encarecido entre un 24% y un 28%, en función de las zonas. Esto explica que el porcentaje de gente que destina más de un 40% de sus ingresos a pagar los costes para mantener su casa (alquiler más suministros básicos) ya llegue al 42% de la población del área metropolitana. Esta es una de las conclusiones más relevantes del informe “La Vivienda en la metrópoli de Barcelona 2017”, presentado por el Observatorio Metropolitano de la Vivienda (O-HB).
El informe destaca que se han producido cambios importantes en los contratos de alquiler y constata la escasa población metropolitana que vivía en 2016 en viviendas de alquiler indefinido. Ha pasado del 23% en 1990 hasta el 2% en 2016. En 2016 hubo 106.000 contratos de alquiler en la demarcación de Barcelona que suponen 9.000 arrendamientos menos que en 2013.
El estudio que el O-HB analiza las ofertas y demandas recogidas en portales inmobiliarios de Barcelona, y constata que los precios de la oferta son claramente superiores a los precios demandados ya los de los contratos firmados. El precio medio de las ofertas que duran menos de 25 días sería de 990 €/mes, coincidente con el precio medio registrado por INCASOL (de 903 €/mes), y claramente inferior a 1.300 €/mes de la media de la oferta global. “La escasa coincidencia entre la gran proporción de demanda situada entre los 600 €/mes y los 800 €/mes, y la gran proporción de oferta situada por encima de los 1.000 euros mensuales, podría ser un indicio de techo en la subida de los precios”, dice el O-HB.
Tampoco es fácil para la ciudadanía mantenerse en la vivienda propia en el caso de compra. A pesar de la gran mejora en la accesibilidad a la vivienda de compra desde el punto álgido de la burbuja inmobiliaria en 2008, dice el estudio que las familias “todavía deben hacer esfuerzos económicos importantes para pagar las hipotecas”. Por ejemplo, una familia de Barcelona que ingresa 1.840 € mensuales debe destinar más de la mitad para comprarse un piso de precio estándar.
El apartado de los desahucios sigue siendo acuciante, a pesar del ligero descenso que se aprecia a partir del año 2016. En los últimos cuatro años se han producido 41.782 en el conjunto del área metropolitana, los cuales han afectado a 125.000 personas. En cuanto a las políticas públicas de vivienda, el O-HB destaca la recuperación del esfuerzo público en esta materia, tras la caída en el periodo 2011-2015. En 2016 el presupuesto público aumentó un 64%, lo que “ha permitido atender a más de 28.000 personas” y la bolsa de viviendas creció en 2.362, lo que supone “un incremento del 37% respecto al periodo 2011-2015” .

El O-HB, que preside Carmen Trilla, lo crearon en julio del año pasado el Ayuntamiento de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona, la Diputación de Barcelona y la Generalitat de Catalunya, con el objetivo de convertirlo en la herramienta de referencia para la ciudadanía y las administraciones en cuestiones relativas a la vivienda. También participa la Asociación de Gestores de Vivienda Social (GHS). El Observatorio centraliza la información, la pone por primera vez en una red integrada por las administraciones catalanas, homogeneiza los datos, y permite un intercambio fluido de la información. También consensúa las metodologías a través de mesas técnicas que permiten compartir los resultados de la puesta en común de todos los datos y las informaciones.
En la presentación del informe, la alcaldesa de Barcelona y presidenta del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Ada Colau, remarcó que había que abordar las políticas públicas de vivienda desde la óptica metropolitana: “La ciudad vivida, la real, es la metropolitana”, afirmó, añadiendo que “la demanda que está en primer término y que nos está haciendo la ciudadanía para garantizar los derechos y una vida digna tiene una dimensión metropolitana, por eso necesitamos tener la visión conjunta y compartida para hacer las mejores políticas públicas”.


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