Cientos de miles de personas –315.000 según la Guardia Urbana y 750.000 según los organizadores– han ocupado esta mañana la Avenida Paralelo de Barcelona y sus calles adyacentes para reclamar la libertad de Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, que hace seis meses que están en la prisión, así como la del resto de líderes políticos que están en idéntica situación. La manifestación, convocada por el Espacio Democracia y Convivencia, se ha desarrollado con total normalidad.

Los participantes de ésta se han hecho dueños de las calles por donde debía pasar mucho antes de la hora fijada. El recorrido comenzaba en la plaza de España y terminaba a las Tres Chimeneas. Una vez la cabecera de la manifestación ha llegado al punto final ha habido un acto presentado por los actores Rosa Andreu y Pep Planas que han dado paso a la lectura del manifiesto a cargo del abogado Quim Jubert, la deportista olímpica Natalia Vía Dufresne y Ismael Benito, condenado por la huelga general del 29 de marzo de 2012 –en aquellos momentos era estudiante– a 50 días de prisión preventiva.

El manifiesto ha llamado a escoger de forma urgente “sin injerencias políticas o jurídicas, a un presidente de la Generalitat surgido de la expresión de la voluntad mayoritaria de los representantes elegidos en las elecciones” y también a “la constitución de un nuevo gobierno que pueda ejercer de forma plena sus competencias “. En el escrito también se ha denunciado que “la intervención de las instituciones catalanas de autogobierno no sólo tiene consecuencias políticas, sino que afecta gravemente la vida de las personas en paralizar actuaciones que sirven para hacer frente a las graves consecuencias que se derivan de las desigualdades sociales”. “Es un ataque directo a la democracia ya los derechos fundamentales”.

La compañera de Jordi Cuixart, Txell Bonet, y el hijo de Jordi Sánchez han leído cartas que estos han enviado desde la prisión. Sánchez ha recordado que “hemos hecho las movilizaciones más multitudinarias, cívicas y pacíficas que Europa nunca ha vivido”. Y en cambio, “ellos relatan violencias inventadas y levantamientos tumultuosos imaginarios… Esto se llama impotencia y rabia”. En su misiva, Cuixart ha definido el momento actual como “de injusticia pero también de esperanza”.

Entre las organizaciones convocantes, Camil Ros, secretario General de la UGT de Catalunya, ha destacado que su sindicato ha venido a la manifestación “a hacer puentes, no a hacer bloques y dejar claro que la mayoría de la sociedad catalana cree que la prisión preventiva no está justificada”. Javier Pacheco, su homólogo en CCOO en Catalunya, ha afirmado que quieren ser un “vector fundamental para la construcción de estos puentes necesarios de la sociedad catalana, para ensanchar los espacios de salida a los bloques que se están planteando como un elemento de parálisis institucional”.

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