Según los informes trimestrales de la Dirección General de Ordenación del Juego, en 2017 en España la industria del juego online invirtió más de 220 millones de euros en concepto de publicidad, patrocinio y promoción. Estas cifras corresponden únicamente a operadores de juego con licencia española, no incluyen por lo tanto juegos de internet ubicados en el extranjero ni tampoco los canales online de la Sociedad Estatal de Lotería y Apuestas del Estado.
La mayor parte de publicidad de juego se concentra en las apuestas online. Fuentes del sector aseguran que las empresas de juego presenciales (tragaperras, bingos, casinos) invierten muy poco en publicidad, pero en cambio sí que hacen patrocinios, normalmente de acontecimientos o equipos deportivos.
Uno de los motivos por los que se apuesta en publicidad en juego que se puede realizar online es porque hoy en día este mueve más de 10.000 millones de euros anuales en España. Sólo hace falta conexión a Internet y una tarjeta de crédito.
De este modo el juego hoy en día se ha extendido y normalizado, lo que hace que pueda causar fácilmente graves adicciones a las personas que se abocan. Así, como lo define el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya, se conoce como juego patológico el trastorno caracterizado por la pérdida de control sobre el juego, con pensamientos irracionales en relación a los premios que se pueden obtener. Para la persona que juega de este modo, el juego de azar deja de ser un entretenimiento y pasa a ser una necesidad.
La adicción al juego, un trastorno mental en aumento
El juego patológico es un problema de salud importante reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que hay que abordar. Entre 2005 y 2010, la psiquiatra Àngels González, una de las primeras especialistas en Catalunya en tratar el juego, impulsó y desarrolló dispositivos especializados en juego patológico en todos los hospitales generales. Para González, juego responsable quiere decir que tú tienes un control sobre tu conducta de juego, que puede ser entonces una diversión si es que te gusta. Compara el riesgo de la adicción al juego con la que puede existir con el alcohol o el tabaco, puesto que también tiene consecuencias físicas y psicológicas. “En el caso del juego no hay ningún tóxico pero a nivel conductual el juego es capaz de modificar nuestros neurotransmisores. Genera una necesidad de jugar sin control, perder dinero y hacer lo que haga falta para seguir apostando hasta acabar en la calle”, apunta González.
Viviendo en Estados Unidos desde 2011, González había trabajado en el Hospital de Bellvitge y en el de Mataró para fortalecer estas unidades especializadas que ella misma impulsó. Es también la autora del Estudio epidemiológico de prevalencia del juego patológico en población adulta de Catalunya (2007-2008) hecho por el Departamento de Salud.
En España, el juego de azar se legalizó en 1977 y el juego online lo hizo en 2011. Desde entonces los jugadores han ido en aumento. La cantidad jugada en España en 2007, nos indica el estudio hecho por González, ascendió a 30.989,59 millones de euros, lo qué indica la importancia de este sector de actividad en la economía nacional. El gasto real equivalente al gasto limpio de los jugadores fue, en este mismo periodo, de 9.840,48 millones de euros, que equivale a los ingresos brutos de las empresas. Representa, aproximadamente, el 31,75% de lo que se jugó. En Catalunya la cantidad jugada en 2007 fue de 4.897,21 millones de euros.
Dadas las cantidades que se mueven, para revertir la situación del juego patológico, González cree que la vía que se tiene que poner en marcha es la de la prevención. Cataluña, según el parecer de González, no avanza en este sentido: “las unidades siguen pero no hay difusión y esto hace que los nuevos pacientes pierdan entonces la información de donde ir”. Lo atribuye a un desinterés de los últimos diputados que han pasado por el Parlamento pero también a grandes intereses.
Prevención para González quiere decir aplicar políticas de juego responsable en todos esos lugares donde pudiera haber gente afectada como por ejemplo casinos o tiendas de loterías. La psiquiatra justifica esta falta de interés con el miedo de la industria pues “son reticentes a aplicar políticas de juego responsable porque tienen la idea totalmente equivocada que estas frenan a los clientes de ir al casino”. En este sentido, González lo contradice, ya que, para ella, “es a la inversa, las políticas de juego responsable fidelizan los clientes del juego, que van porque saben que están jugando en un lugar serio, que saben que aquella empresa no quiere tener jugadores patológicos”. “A más jugadores patológicos, más jugadores que se autoprohiben la entrada y por lo tanto menos clientes”, resume.
Y de hecho, esta es una de las opciones que muchos jugadores patológicos se aplican cuando quieren acabar con su adicción. Jugadoras Anónimos, una “hermandat” que tiene grupos de apoyo en todo el mundo, tiene un enlace directo en su web a un formulario oficial del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas para que quien quiera, dentro del Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego, se autoprohíba el acceso a locales de juego.
Jugadoras Anónimos nació en 1957 y proviene de la corriente de Gamblers Anonymous, es decir, de jugadores patológicos en relación a juegos de azar. Entienden que “jugar de manera compulsiva es una enfermedad de naturaleza progresiva que nunca puede curarse, pero que puede detenerse” y fijan que “el único requisito para ser miembro es el deseo de dejar de apostar”.
“Pase lo que pase, hoy no jugaré”
Josep, miembro de Jugadoras Anónimos, se sumó con 32 años. A los 44 lo dejó porque en el trabajo lo desplazaron a otra provincia y allí volvió a jugar. Regresó y, ahora, lleva dos años, un mes y cinco días sin jugar.
El programa que siguen los miembros de Jugadoras Anónimos consta de 12 pasos. El primero de ellos consiste en desear dejar de jugar. Las personas que se acercan al grupo, nos explica Josep, “llegan destrozadas por el juego y explicarse experiencias ayuda a conseguir no jugar más, se crea un efecto de empatía”. La mayoría de ellas, según la visión de Josep, creen que son “malas personas, que tienen el demonio dentro y no los quiere nadie” pero entonces, viendo los ejemplos de los compañeros, “ven que puede haber una vida sin juego”.
El efecto que se genera en estos encuentros sirve tanto para quien va por primera vez como para aquellos que hace años que han dejado de jugar pero podrían recaer. “A unos se les muestra como se vive sin juego y a los que hace tiempo que no jugamos nos pone los pelos de punta, nos hace estar alerta y no dejarnos coger”, concluye Josep.
Desde Jugadoras Anónimos colaboran con todas las instituciones y con las Unidades Específicas de Ludopatia. Creen que los tratamientos clínicos son totalmente compatibles con estos grupos de apoyo. Actualmente existen 12 grupos (cinco en Barcelona capital y siete en la periferia) y, por lo tanto, se puede hacer terapia cada día de la semana en ellos.
“Siempre nos juramos y perjuramos: mañana no volveré a jugar. Tienes que hacer un cambio de chip y decirte: pase lo que pase, hoy no jugaré”. Pero detrás de esto hay múltiples dificultades. ¿Sobre la publicidad y el hecho de que por todas partes se vea el juego? Josep explica que en Jugadores Anónimos saben que el juego les hace mucho daño pero entienden que pueda haber gente que juegue a la lotería una vez por semana, “el problema lo tengo yo, que no tengo límite, que vaciaré la cuenta corriente y, cuando se me acabe, quizás robaré”.
L’Hospital de Sant Pau estudiará como la publicidad impacta en los jugadores
La unidad de conductas adictivas del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau iniciará un estudio sobre el ‘Impacto de la publicidad en función de la tipología de juego, factores sociodemográficos y psicopatologia asociada’ después de haber ganado el IV Certamen Internacional ONCE de Investigación sobre Juego Responsable.
La Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) realiza bianualmente un certamen sobre juego responsable donde dota con hasta 30.000 euros a investigaciones y estudios científicos para contribuir a la comprensión social de los problemas vinculados al juego excesivo. La finalidad del certamen internacional es trasladar los resultados de los estudios a la sociedad y a los entornos sectoriales donde puedan ser de mayor utilidad a la hora de investigar, prevenir o tratar las problemáticas derivadas del juego.
Según concretó la ONCE, en los primeros 12 meses, se recopilarán datos de la muestra clínica y de la muestra control. Los primeros se obtendrán de las personas que acudan a la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital; mientras que los datos para la muestra control serán obtenidos de personas del ámbito universitario y otros ámbitos de la población general.
La hipótesis que se espera poder confirmar es que los jóvenes del sexo masculino, solteros y con un nivel socioeconómico medio son los más vulnerables al impacto de la publicidad sobre los juegos de azar con apuesta, especialmente aquellos de tipo estratégico como las apuestas deportivas.


Catalunya Plural, 2024 