Los presupuestos de este año han sido considerados como “los más sociales de la historia”. Así los calificaron el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro o el Portavoz del Gobierno español y ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo. Y es que aunque los fondos totales destinados a las partidas sociales aumenta respecto años anteriores debido a la mejora de la economía, la inversión pública en relación al PIB está en retroceso. Y eso precísamente afecta sobre todo al ámbito Méndez de Vigo: la educación.

Así lo demostraban los presupuestos aprobados el pasado abril, en los que se veía que el gasto respecto al PIB se había hundido hasta 3.82%, el más bajo desde 2007, después de tres años de rebajas en Educación y Sanidad -dos de los ámbitos más castigados. Esta bajada presupuestaria se ha vuelto a poner de manifiesto con el Programa de Estabilidad y el Plan Presupuestario que el Gobierno ha presentado en Bruselas de cara al período 2018 2021.

De este plan se destila que empezamos la etapa en la que el Estado dedicará menos esfuerzos a la educación desde 1995. Y es que el gasto bajará hasta el 3.7% del PIB en 2021. Pero cuando el ministro de Hacienda es interpelado por esta reducción se remite a las cifras absolutas y no al porcentaje relativo al Producto Interior Bruto. Si se mira desde este prisma, es cierto que la inversión ha crecido desde los 2.525 millones de 2017 hasta los 2.600 de este año -con un aumento del 3%.

Sin embargo, el dato importante para la Unión Europea sigue siendo el PIB, a partir del cual se puede comprobar si las inversiones estatales se mantienen, suben o bajan, como es el caso de los últimos años en la educación española. Ante estos recortes generalizados, los sindicatos ya han elevado quejas respecto a las congelaciones salariales del personal docente. Asimismo ANPE, el sindicato mayoritario en el ámbito de la enseñanza pública en España, ya denunció cuando se aprobaron los presupuestos que la subida salarial prevista -del 7.5% hasta 2020- no aparecía en el documento.

España, el quinto país europeo que menos invierte en educación

Según los últimos datos publicados por Eurostat -del junio de 2017, por lo tanto, teniéndo en cuenta los presupuestos anteriores, en los que el gasto relativo al PIB era del 4.1% – España era el quinto país europeo que menos gasto público dedicaba a la educación. Detrás de España sólo estaban Rumanía (3.1%), Irlanda (3.7%), Bulgaria e Italia (ambos con un 4%).

 La inversión de los estados miembros se situó en un 4.9% del PIB de media (el equivalente a 716.000 millones de euros si se suman las inversiones de todos los estados). Se trata de la cuarta partida más elevada de ese ejercicio presupuestario, justo detrás de la protección social (19.2%), la salud (7.2%) y los servicios públicos generales (6.2%).

Respecto al gasto en educación por habitante, las últimas cifras de Eurostat (de 2015) muestan una España, una vez más, por debajo de la media europea: 973 euros respecto los 1.405 de la UE. En este ranking destacan en la cabecera Luxemburgo (con 4.685 euros) y Dinamarca (con 3.368) Mientras que por la cola despuntan Bulgaria con 250 euros o Rumanía con 248.

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