La contención mecánica es un procedimiento utilizado en el ámbito hospitalario en muchas unidades de Salud Mental o unidades de geriatría. Se realiza de manera rutinaria, siendo aceptada por todo el equipo sanitario y por parte de pacientes y familiares a pesar de que de este modo no se garantice la “Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad”, ratificada en 2006 por más de 170 estados, entre ellos el español. Dentro de esta Convención se entiende que, en el ámbito de la psiquiatría, se tendría que tener derecho a recibir información comprensible, suficiente y veraz; derecho a decidir sobre la propia vida y el tratamiento; derecho a ser protegidos y protegidas contra la tortura y los tratos crueles, es decir: “cero contenciones, cero aislamientos, cero ingresos involuntarios, cero imposiciones, cero sobremedicalització y cero esterilizaciones”.

Cómo esto no pasa, nacida desde el colectivo Lo Común se ha iniciado una campaña llamada “0 Contenciones”. Esta campaña quiere ser una más a las reivindicaciones de entidades, colectivos y personas individuales que se suman a reclamar que las contenciones sean inexistentes de aquí al 2025. Uno de los primeros pasos lo hicieron en junio de 2016 la sociedad de usuarios Federación Veus junto con la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN) con un manifiesto por el fin de las medidas coercitivas en la salud mental.

Los objetivos de esta nueva campaña llamada ‘0 contenciones’, como explicaron desde el Grupo Motor de Salud en Gracia en el Banco expropiado durante la presentación, es “visualizar una práctica que vulnera Derechos Humanos sin que exista una manera de fiscalizarlo ni haya registros de estas”. Denuncian que la contención en el estado español se suele practicar de forma opaca y no controlada (no es posible acceder a registros donde se explique a quién se ata, por quien, por qué, durando cuánto tiempo ni cómo) y queda impune en caso de secuelas graves o mortales, ya que la persona puede permanecer ligada durante horas o incluso días, dependiendo de la decisión del personal sanitario.

La contención como herramienta de castigo o como recurso del poco personal sanitario

La definición nos dice que por contención física y/o mecánica se entiende la utilización de un dispositivo físico y/o mecánico para restringir los movimientos de una parte del cuerpo, o de su totalidad, con el fin de prevenir aquellas actividades físicas que pueden poner en riesgo o peligro de lesión a la persona enferma o a otras personas de su entorno.

Ante esto, varios colectivos trabajan para mostrar que el uso de medidas de contención puede vulnerar alguno de los derechos fundamentales de la persona, y por eso encomiendan a los profesionales sanitarios que reflexionen en torno a este problema ético, y establezcan unos criterios de actuación respetuosos con los derechos inherentes de la persona.

“Soy una mujer de 34 años con trastorno bipolar desde los 23. No quiero facilitar mi nombre. He estado varias veces ingresada en la planta de agudos de hospitales. Me han contenido varias veces, la mayoría por estar “nerviosa” o incluso discutir con el psiquiatra”, relata una de los testigos que han recogido en el web de ‘0 Contenciones’. Sigue explicando que, rodeada de médicos y celadores, en su primer ingreso hizo intenciones de irse cuando la rodearon, la echaron al suelo e incluso le tiraron de la coleta hasta que la ataron.

“Tenía 16 o 17 años, me ingresaron […] le comenté a la auxiliar que me sentía ansiosa y me amenazó: “si vuelves a levantarte tendré que atarte”. Atemorizada di varias vueltas en la cama y casi instintivamente me volví a sentar en la cama, la auxiliar de enfermería me dijo “te avisé”, en cuestión de segundos entraron varias personas en mi habitación y me ataron a la fuerza, me pasé 12 horas. En ese momento algo en mi se rompió para siempre”, explica también en la web A.G.R, otra testigo.

A través de vivencias personales, la campaña quiere visibilitzar las circunstancias por las cuales se utilizan las contenciones pero también quieren hablar del sufrimiento que supone mientras señalan lugares donde se ha dejado de contener para mostrar qué hay otros proyectos y que funcionan. Si la campaña se ha enfocado primero en las contenciones en el ámbito psiquiátrico es, como explicaron en la presentación, “para no abrir muchos melones e ir poco a poco logrando éxitos”. Si lo primero que han elegido para abordar es este ámbito es por cuatro motivos: “por la clara vulneración de Derechos Humanos, porque tenemos ejemplos de experiencias de éxito, porque es fácil conseguir testigos que lo sustenten, ya que, por último, es una práctica naturalizada y muy extensa”.

Esta situación es denunciada también por mucho del personal sanitario que explica que a menudo la contención es un recurso que no quieren tener en cuenta pero lo cogen como última vía ante situaciones de estrés donde no pueden asumir todo el trabajo que tienen además de la gestión de un pico de violencia de un paciente. Durante el debate, una trabajadora sanitaria puso el caso de un hombre que agredía a todo el mundo estuvieras pendiente o no de él, cosa que no siempre es posible sin recursos.

Las contenciones son tortura según un Relator Especial de las Naciones Unidas

Tal como se informó en un artículo publicado en la Revista de Salud Mental España, el Relator Especial de la ONU sobre el derecho a la salud, Dainius Puras, emitió un informe sobre el derecho de toda persona al goce del más alto nivel posible de salud física y mental centrado, básicamente, en el derecho de toda persona a la salud mental. Reconoce que “se tendrían que ampliar las intervenciones psicosociales eficaces en el ámbito comunitario y abandonar la cultura de la coacción, el aislamiento y la medicalización excesiva” y facilitar así “la transición hacia la erradicación de todos los tratamientos psiquiátricos forzosos y el aislamiento” que comporte “un cambio de paradigma basado en la recuperación y la atención comunitaria”.

Por su parte, el Relator Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes ya ha denunciado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en varias ocasiones, que la práctica de las inmovilizaciones no cuenta con justificación terapéutica y puede constituir tortura o maltratos.

De momento, el estado español no ha trabajado ninguna adaptación ni ha creado ninguna ley que prohíba las contenciones. Ante esto, para reclamar la abolición del uso de estas técnicas en el ámbito de la Psiquiatría, el Colectivo Locomún pone en marcha la campaña “0 Contenciones”. Para la cual, la organización ha desarrollado la web www.0contenciones.org porque todo el mundo pueda acceder a información sobre este tema y al vídeo que se ha elaborado para dar a conocer esta iniciativa.

Share.

3 comentaris

  1. mariana romero prieto on

    En el hospital Rey Juan Carlos de Móstoles atan a los pacientes para castigarles por cualquier mínimo motivo.
    Les mantienen atados sin alimentarles ni asearles.
    los celadores realizan tocamientos a las pacientes

  2. Mireya Manzanera Morán on

    buenos dias,
    Soy Mireya, he estado ingresada 18 veces, de ellas 7 en Inglaterra en difererntes perioidos y allí nunca me contuvieron mecànicamente, ya que tienen personal suficiente para atender a la persona de una manera continuada al inicio del ingreso.
    En España , la contención ha sido habitual . así que estoy dispuesta a ayudar con mi experiencia de los dos sistemas.

    Gracias i saludos,

    Mireya

  3. En el Hospital de Belbiche, psiquiatría, mi padre falleció y no pude demostrar si por la negligencia de no asistirle, por no hacer una radiografía tras una caída o por tras la contención mecánica o por exceso de calmantes qie le dieron
    Cayó de la cama y se golpeó en la sien con la mesita de noche. Tardaron horas en venir a pesar de sus gritos de auxilio. Le hicieron una cura y decidieron atarlo al dormir. Pero al ver mi padre la mesita en el mismo sitio empezó a darle golpes. Vinieron y le hicieron una contención mecánica. No pudimos verlo en 24’o 48 horas (no recuerdo) cuando lo vi estaba sobre medicado con el labio inferior colgando que apenas podía hablar. Fue la última vez que lo vi. Murió en extrañas circunstancias. Fue a dormir, despertó solo hacia las 5 o así para ir al baño (así lo indica el enfermero que lo vio por cámara), volvió a dormir y no despertó ….
    Más tarde supe en que consiste este “protocolo de contención”
    Mi hijo con TEA lo sufrió en ITAKA (st Joab de Deu) con 13 años: “ mamá, me han atado como a un animal por las manos y por los pies. Se reían. Y me dejaron solo a pesar que ya tomé la medicación no quisieron escucharme. Me dejaron llorando, atado y me miraban por una cámara”
    Con 13 años. Hicieron la contención varías veces en sus 3 semanas o 4 de ingreso. Último recurso ? vaya… 3 o 4 veces
    Otro familiar fue de urgencias por depresión al hospital clínic. Yo en la sala de espera vi como salían varios enfermeros divertidos comentando entre ellos como acababan de tener un caso de contención (no sé quién)
    Es un método arcaico, troglodita que atenta contra los derecho de la persona a su dignidad. Me recuerda la película “Alguien voló sobre el nido del cuco” . Ahí nos hemos quedado
    Sin base médica
    Abusivo
    Me hablaban de los trastornos infantiles que podía haber sufrido mi hijo por esto o lo otro. Y el trastorno que acababan de provocarle ? A él y a mi.

Leave A Reply