Ensenyament ha organizado esta tarde una presentación con toda la pompa y solemnidad de un documento de 72 páginas titulado “El modelo lingüístico del sistema educativo de Cataluña. El aprendizaje y el uso de las lenguas en un contexto educativo multilingüe y multicultural”. La presentación, en la sala Petit Palau (Palau de la Música), va a cargo del vicepresidente del Govern, Pere Aragonés, y del conseller Josep Bargalló, y cuenta con la presencia de prácticamente toda la plana mayor del departamento.

Este nuevo modelo quiere dar un paso más en el aprendizaje de idiomas del alumnado catalán, empezando por el propio, lo cual pasa por estimular la incorporación de nuevas propuestas metodológicas y académicas a los proyectos lingüísticos de centro. Así, el eje de la política educativa de Cataluña en materia de lenguas pasa a ser “garantizar a todo el alumnado una competencia lingüística sólida desarrollada a través de diferentes lenguas”.

El catalán, el castellano y el contexto sociolingüístico

Obviamente, el catalán sigue siendo la lengua vehicular del sistema (o el aranés en el caso del Valle de Aran), pero el documento advierte que siempre hay que tener en cuenta el contexto sociolingüístico del alumnado. Es decir, que allí donde la lengua castellana sea mayoritaria entre los alumnos del centro y tenga una presencia social muy alta, hay que mantener el modelo de inmersión lingüística en catalán. Pero también se dice que allí donde el catalán sea la “lengua primera” de los alumnos, hay que reforzar el castellano. Por eso el documento, siguiendo los criterios del Consejo de Europa, se refiere a lengua primera, lengua segunda, lengua extranjera o nueva lengua (para los recién llegados). En Cataluña, según el municipio o el barrio, la lengua primera es el catalán y la segunda el castellano, o al revés.

“En los contextos en que el castellano no tiene esta fuerza social y no es la primera lengua de buena parte de los alumnos –dice el documento– habrá que hacer un enfoque didáctico cercano al que usamos con las segundas lenguas (inmersión lingüística en el caso del catalán). Si el número de horas de exposición a esta lengua no fuera suficiente para lograr, al acabar el sistema educativo, el mismo nivel de catalán y de castellano, el centro tendrá que decidir, en su proyecto lingüístico, incorporar bloques de contenidos curriculares en castellano y planificar actividades que potencien la expresión oral de los alumnos”.

Abordaje integrado de lenguas o por materias

En cuanto al abordaje metodológico, el documento propone dos opciones: el Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL) y el Tratamiento Integrado de Lengua y Contenidos (TILC). En el primer caso, son los docentes de cualquier lengua de una escuela o instituto quienes trazan un programa para la enseñanza integrada de las diferentes lenguas (y, por lo tanto, pueden decidir que una actividad consiste a leer un texto en catalán y comentarlo en clase en inglés, por poner un ejemplo). El segundo consiste en que el lenguaje sea un aspecto primordial en la enseñanza de las diferentes materias, tanto si es una primera o segunda lengua como si se decide que una materia se impartirá en lengua extranjera (en este caso el documento habla de AICLE: aprendizaje integrado de contenidos y lengua extranjera). En el caso del TIL se coordinan y colaboran los diferentes profesores de lengua y en el TILC lo hacen los de lengua con los de otra materia.

Los autores del documento consideran que “para afrontar la complejidad y diversidad inherentes a cualquier modelo de educación plurilingüe e intercultural, trabajar la lengua desde los contenidos es indispensable”. “Con independencia de la modalidad concreta por la que se opte –añade el documento–, se recomienda una implementación heterogénea de este enfoque, de forma que se favorezca el uso vehicular de la lengua extranjera en varias áreas o materias, y en diferentes niveles y etapas educativas. Hay que garantizar, en cualquier caso, que la presencia curricular de este enfoque tendrá carácter inclusivo (facilitará la participación de todo el alumnado) y que la implementación será progresiva y creciente”.

Según el Consell Superior d’Avaluació, recuerda el documento, la competencia en lengua inglesa de los alumnos catalanes de Primaria y Secundaria es “satisfactorio en habilidades receptivas (orales y escritas)”, pero a la vez los resultados “ponen de manifiesto la necesidad de mejorar las habilidades productivas y justifican la necesidad de implementar estrategias que contribuyan a la mejora de estos resultados”.

Dar valor a las lenguas de origen

Una de las grandes novedades, ya avanzada por el conseller Bargalló en su rueda de prensa de inicio de curso, es la incorporación de las lenguas familiares del alumnado de origen extranjero. “El interés de velar por el mantenimiento y la difusión de las lenguas de origen del alumnado recién llegado es también un objetivo de nuestro sistema, por la riqueza que aportan y por el valor que tienen tanto para el alumnado que las habla como para la internacionalización de la sociedad y la economía catalanas”.

En el documento se pone el énfasis repetidamente en los conceptos de multiculturalidad e interculturalidad, y por eso “la incorporación de las lenguas de origen al ámbito escolar responde al objetivo principal de mejorar la acogida del alumnado recién llegado, poner en valor las lenguas familiares —a veces minusvaloradas en el país de origen—, favorecer la educación intercultural y, sobre todo, velar para que la sociedad catalana tenga unos ciudadanos realmente plurilingües”.

En la práctica, esto se podrá traducir tanto a la incorporación simbólica a un proyecto de una de estas lenguas (el árabe y el chino son las más frecuentes), como que lleguen a ser una materia optativa del currículum y no sólo una extraescolar, como ya son ahora. De hecho, aunque de esto no trate el documento, en aquel inicio de curso Bargalló habló de impulsar un “Programa de lenguas y culturas de origen, que permitirá al alumnado recién llegado aprender y acreditar los conocimientos en sus lenguas de origen”.

Etapas educativas

El documento también hace recomendaciones sobre la forma de ir implementando el aprendizaje de idiomas según la etapa educativa. En el caso de Infantil se recomienda poner el énfasis en el catalán (o aranés), y que cualquier otra lengua se introduzca a través del juego; en el caso de Primaria el currículum establece que hay que desarrollar la competencia lingüística del catalán y castellano, si bien se recomienda “establecer vínculos” entre estas dos lenguas y una primera extranjera, introduciendo por ejemplo, “en las materias no lingüísticas, pequeños textos en castellano y en la primera lengua extranjera sobre temas que previamente se han tratado en la lengua de escolarización”.

En cuanto a la Secundaria, “el objetivo de esta etapa tiene que ser, por un lado, reforzar y consolidar el aprendizaje de las lenguas catalana y castellana, y por otra, garantizar la continuidad pedagógica del aprendizaje de la primera lengua extranjera que se empezó en Primaria, y, finalmente, introducir una segunda lengua extranjera poniendo la atención en la transferencia de competencias, especialmente las adquiridas en la primera lengua extranjera (estrategias de aprendizaje, actividades de reflexión, etc)”.

A continuación el documento dedica bastante espacio de describir estrategias didácticas a través de las TIC, la comunicación oral, la lectura y la escritura, así como a las estrategias de acogida y apoyo al alumnado de origen extranjero, que de hecho ya hace muchos años que se ponen en práctica.

El Proyecto Lingüístico de Centro

El documento recuerda que cada centro tiene que concretar su modelo plurilingüe a través del Proyecto Lingüístico de Centro (PLC), que forma parte del Proyecto Educativo de Centro (PEC), y que por lo tanto la educación plurilingüe no puede ser obra de la buena voluntad de uno o varios docentes. Este proyecto tiene que detallar los objetivos lingüísticos, las estrategias metodológicas, los aspectos organizativos, el perfil de los docentes y los planes formativos, así como los recursos complementarios.

“Para elaborar el proyecto lingüístico el centro tiene que tener en cuenta su propio contexto sociolingüístico y el de su entorno, el bagaje lingüístico del alumnado y sus necesidades individuales, los resultados en las evaluaciones internas y externas, las evaluaciones generales del sistema y la competencia lingüística del profesorado”, dice el documento. Y añade: “Este análisis sirve para establecer los objetivos lingüísticos del centro desde tres puntos de vista: los objetivos de aprendizaje de las diferentes lenguas para el alumnado, los usos lingüísticos que se establecerán y promoverán, y el desarrollo profesional y lingüístico del equipo docente”.

También es función del centro involucrar a los profesionales no docentes, como los encargados del comedor o de las actividades extraescolares, sobre los usos lingüísticos del centro acordados en el proyecto lingüístico, “destacar el valor educativo y marcar líneas de intervención para asegurar la presencia de la lengua catalana y de las otras lenguas priorizadas en el proyecto lingüístico”.

Los planes anteriores

Ernest Maragall anunció em 2007 un plan para convertir la sociedad catalana en trilingüe | Foto: Ensenyament

Esta no es ni la primera ni la segunda vez que se anuncia un plan ambicioso para incrementar la competencia lingüística del alumnado. Ya en 2007, en tiempos del consejero Ernest Maragall, se anunció que los centros impartirían una de las materias troncales en inglés a fin de “convertir Cataluña en una sociedad trilingüe”, y que a tal efecto se contratarían docentes de habla inglesa y se impulsaría la formación del profesorado autóctono, cosa que finalmente no sucedió o no en un volumen considerable. Aquello se llamó primero Plan Experimental de Lenguas Extranjeras (PELE) y después Plan Integrado de Lenguas Extranjeras (PILE), que más o menos mantuvo su vigencia hasta el curso 2014/15 según se puede encontrar todavía en la web del departamento.

Irene Rigau i Francesc Homs van anunciar l’any 2013 el “Marc per al plurilingüisme” | Ensenyament

A parte, en julio de 2013 el Govern anunció que ponía en marcha el Marco para el plurilingüismo del Departament d’Ensenyament, que tenía como objetivo que “el sistema educativo garantice el dominio del catalán, del castellano y del inglés y el conocimiento de otras lenguas al acabar la educación obligatoria”. En aquel momento el anuncio lo hicieron la consellera Irene Rigau y el conseller de Presidència, que entonces era Francesc Homs. El plan se ponía en marcha con una prueba piloto de 50 centros (en los que el 12% del currículum se impartiría en inglés en el caso de los centros de Primaria, porcentaje que subía al 15% en la ESO y la FP, y al 18% en el Bachillerato), y fijaba la fecha de 2018 para llegar a todos los centros.

Según fuentes no oficiales del Departament, si bien estos objetivos tampoco se han cumplido, sí que poco a poco se ha ido incrementando la presencia del inglés en las materias curriculares, hasta llegar aproximadamente a más de un 60% de centros que realizan algún proyecto o actividad en inglés, si bien nunca la materia entera. De hecho, el plan que se presenta hoy sería la continuación de éste, añaden estas fuentes, puesto que el documento estaba prácticamente terminado para su presentación hace un año, pero ante la intervención del 155 y la ausencia de un conseller o consellera se decidió posponer.

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Periodista i professor de secundària (anglès i història). Exdirector del Diari de l'Educació i secretari de la Fundació Periodisme Plural. Autor de 'La Catalunya més fosca' (Ed. Base)

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