En nuestro país tenemos uno de los salarios mínimos más bajos de los países de la UE. Por ello, la propuesta del Gobierno Sánchez para fijar en 900 € el salario mínimo para 2019, rompe una tendencia de mantener un salario mínimo muy bajo que ha sido una manera de buscar la competitividad de la economía de un país con bajos salarios. Pero esta política económica tiene sus consecuencias sociales y una de ellas es tener en Catalunya un 15,3% de la población ocupada que está por debajo del umbral de pobreza, es decir: tenemos una clase trabajadora que a pesar de tener un trabajo no puede vivir y esto lleva a unas consecuencias sociales muy graves, como las dificultades para mantener la vivienda, la alimentación etc.

Con esta nueva propuesta, se rectifican los acuerdos alcanzados con el Gobierno de Rajoy sobre el salario mínimo, que establecía un salario para 2020 de 850 €. Ahora claramente superados con esta propuesta, lo que demuestra lo equivocado de aquellos apoyos por parte de los sindicatos mayoritarios y la patronal.

Por ello es necesario un cambio radical en la política salarial, el Acuerdo sobre Negociación Colectiva firmado por los sindicatos mayoritarios y la patronal, se está demostrando que no funciona y, los incrementos de los convenios siguen estando por debajo de la inflación,

La economía de nuestro país necesita recuperar el consumo y repartir de manera más justa el crecimiento de la renta, porque las desigualdades sociale se han incrementado y no se corregirán por sí solas. La negociación colectiva está demostrando sus limitaciones con una legislación laboral que sigue presionando a la baja los salarios en posibilitar pactar salarios más bajos a la empresa que el convenio sectorial.

Se añade además una estructura productiva de Pymes y un modelo productivo que conlleva precariedad laboral y una externalización de las empresas basado en la subcontratación de actividades donde los bajos salarios son el mecanismo para la competitividad de las empresas.

Pero esto es contradictorio con una industria competitiva con alta capacidad tecnológica y con unos servicios eficientes que no son sostenibles con unos bajos salarios para unos trabajadores cada vez mejor formados que no van a aceptar estas bajas condiciones salariales y laborales.

En consecuencia, la propuesta de un incremento del 22% del salario mínimo, que ya ha desatado el rechazo patronal, debe ser una oportunidad para favorecer en verdad la negociación colectiva por 2019 y una revalorización en todos los salarios más bajos fijados en los convenios de empresa que posibilita el significativo incremento sobre el salario mínimo.

Share.

Maria Recuero és secretària general de la Unió Sindical Obrera de Catalunya (USOC)

Leave A Reply