Sabemos que compartís la indignación cuando veis en las noticias la enésima situación de violencia contra las mujeres. Sabemos además que las generaciones más jóvenes ya no compartís los mismos valores que vuestros abuelos y que tenéis más conciencia del problema. Es hora de que empecéis a dar pasos. Las mujeres llevamos décadas, -qué digo décadas ¡siglos!-, luchando y reconstruyendo nuestra feminidad para conseguir una sociedad mejor, menos violenta y más justa. Ahora os toca a vosotros.
Este domingo como cada 25 de noviembre conmemoramos el día internacional de la eliminación de la violencia de género. Y sabemos que lo hacemos en un contexto especial a casi 9 meses de un 8 de Marzo histórico. En los últimos años la voz y la solidaridad entre las mujeres para hacer frente a las violencias machistas han adquirido una dimensión global e intergeneracional que ya nos atrevemos a llamar “cuarta ola” del feminismo. Hemos visto movilizaciones masivas en ciudades alrededor de todo el mundo, campañas como el #metoo #cuentalo #niunamenos, han roto con el silencio de las mujeres frente a la violencia.
Que las mujeres estamos avanzando en la lucha contra la violencia machista nadie lo puede negar, en su identificación, en su denuncia, en su contundente “Ni una menos”. Pero los datos persisten. Y por eso, es fundamental interpelaros a los hombres y a las nuevas generaciones para revertir esta situación y construir una sociedad donde la justicia de género deje de ser una reivindicación para convertirse en una realidad. Una sociedad donde el futuro no es machista.
Precisamente este es el mensaje que hemos elegido desde el Ayuntamiento de Barcelona para la campaña de comunicación de este año. El futuro no es machista. La campaña incluye un spot musical con mensajes claros y contundentes: “Yo decido. Yo no obedezco”; “No es no”; “No al control”; “Si tú no quieres, yo tampoco”. Entre escenas de danza y cultura urbana se representa una juventud con relaciones equilibradas y sanas, donde no hay otra posibilidad que el respeto.
El enfoque del spot se inspira en los resultados de la última encuesta sobre Violencia Machista realizada en Barcelona. Los datos publicados durante este mes reflejan una mejora en la percepción de la violencia machista frente a los del año 2010 tanto en hombres como en mujeres. Sin embargo, se observa que los hombres tenéis mayor dificultad a la hora de identificarla, especialmente si se trata de violencias psicológicas asociadas a las formas de control. Entre los jóvenes, son las agresiones a través de las redes sociales y nuevas tecnologías las que menos se identifican a pesar de representar un 13% del total. De hecho, son las formas de violencia machista más comunes dentro del ámbito de la pareja. Es por eso que jóvenes, hombres y nuevas formas de control no podían seguir ausentes de las campañas de comunicación. Ni del debate. Ni del cambio.
Es fundamental que los hombres os involucréis en identificar y denunciar situaciones de violencia entre las personas de vuestro mismo género. Si los hombres no empezáis a problematizar las formas en las que os habéis educado en vuestra masculinidad y a ver ahí una de las raíces de la cultura machista, será difícil resolver el problema de la violencia de género.
Los hombres habéis compartido una serie de códigos de los que las mujeres estábamos completamente excluidas. En estos códigos y dinámicas la violencia machista se perpetúa y se agranda. No tenemos más que recordar las conversaciones que tenían los miembros de la Manada en su grupo de whatsapp. Sí, este os puede parecer un caso extremo, pero es habitual entre los hombres que se dé esa especie de pacto entre caballeros, que no son más que una serie de complicidades y dinámicas descaradamente machistas. Toca romper con esa solidaridad masculina que os hace cómplices ante situaciones de violencia.
Os animamos a formar parte de este camino, el de rebelaros contra la connivencia con aquel que sobrepasa los límites de la libertad de la otra persona, el de cooperar para construir un futuro del que otras generaciones puedan sentirse orgullosas. Un futuro que nos ofrezca libertad a todas. Un futuro que no sea machista.


