Enric Juliana es el maestro de las metáforas. La última que le oí, con motivo de la presentación de ‘Nudo España’ (un diálogo político con Pablo Iglesias) no tiene desperdicio. Describió a Aznar como el pianista de Pink Floyd, aquel inolvidable Rick Wright que tocaba tres teclados a la vez. Tres. Como los que maneja Aznar, dispuesto a ejecutar la gran sinfonía de la derecha española manejando al mismo tiempo los entresijos del PP, Ciudadanos y VOX.
Como ocurría con Pink Floyd, cada teclado tiene su música, más metálica, grave, o lúgubre, pero lo que cuenta es el resultado final. Una melodía envolvente, pegadiza, capaz de galvanizar las clases medias dañadas por la crisis y aquellos españoles que contemplan, perplejos, el desafío catalán. Roger Waters, el líder de Pink Floyd, empezó a marginar a Wright tras el éxito de The Wall. No parece que vaya a ocurrir lo mismo con Aznar. No hay quien le tossa.
Ante el desconcierto que provoca el fin del bipartidismo, aparece como el único político capaz de sintetizar las voces que van de Abascal a Ribera, pasando por Casado. Así están las cosas en España. Con una derecha rediviva que puede volver al poder antes de finales de 2019 (según la profecía de Juliana). Una CEDA del siglo XXI, que surfea la ola conservadora y populista que recorre medio mundo.
En Catalunya, el retorno de Aznar divide la galaxia independentista. Quienes están más atentos a nuestra historia contemporánea, como Junqueras, saben que siempre hemos perdido cuando se han unido las derechas españolas. Tarradellas, que no necesitaba leer libros de historia, siempre lo tuvo en cuenta. Otros, como Puigdemont y Torra, que sólo leen lo que les conviene, se empeñan en reducir el personaje a un meme y ven en él una oportunidad para el independentismo. ¡Insensatos!
Piensan que cuanto más diferente sea Catalunya del resto de España, más cerca estará la República. Sueñan que cuanto más achuche la derecha estatal, más prenderá la rebeldía en la sociedad catalana. Siguen apostando por el cuanto peor mejor que tanto dolor ha causado. Actúan como artífices de una pulsión colectiva que alimentan de manera atolondrada pero eficaz con desatinos de toda índole y que tendrá su ensayo general el próximo día 21. Mientras tanto, el mefistofélico pianista prepara un gran concierto de fin de año en Andalucía.