Ya está. El independentismo se han cargado el gobierno de Sánchez y han precipitado unas elecciones que pueden llevar a las derechas al poder. Todos contentos. Al día siguiente, 200.000 personas en la calle. Mientras unos, legítimamente, pedían la libertad para los presos del Procés, otros se pasaban por Whatsapp el ominoso video de Mark Serra. ¿No saben quien es? Digamos que uno de los héroes de la batalla de Waterloo un poco pasado de voltaje.
Algo así como un heredero de los hermanos Badia con 50.000 seguidores en twitter. Uno que se atreve a escribir lo que no pocos piensan. Esto es, que con la llegada al poder de Casado apoyado por Ribera y Abascal, la independencia será pan comido. La formulación más descarnada del cuanto peor, mejor. Hace unos día Aitor Esteban advertía que “esto nunca es así, y para el más débil cuanto peor peor”, pero ya se sabe, los vascos se venden por un plato de lentejas. Nosotros, no. ¿Qué son 2.251M para Catalunya, comparados con una referencia al derecho de autodeterminación, aunque fuera en una nota a pié de página?
?ATENCIÓ!! Necessito que aquest vídeo arribi al màxim de gent! AQUEST 28 d’ABRIL HO PODEM CANVIAR TOT! pic.twitter.com/a8Fnlivu4u
— ||★|| Mark Serra – #Antillirista #Unilateral (@mksjosoccdr) 15 de febrer de 2019
Es posible que la opinión de este señor Serra no sea mayoritaria en el universo independentista. Pero sí lo es la idea de Puigdemont según la cual qué más da Sánchez o Casado si son dos caras del 155. Estamos ante un extraño caso colectivo de ceguera política. La referencia a la ceguera es de Andreu Mas, en un brillante artículo publicado en el Diari Ara. Siempre hay que leer a Mas en situaciones criticas (éste Mas, no el otro). El que se pregunta, ahora, por qué narices habrá que votar una lista independentista el 28 de abril si luego se renuncia a hacer política. Más siempre estuvo al lado del Procés contra la política suicida de Rajoy, pero siempre advirtió de los peligros del populismo que aleja de la política. Y que conduce a callejones sin salida cómo el actual.
Así estan las cosas, efectivamente, a la vista de las encuestas. Con tres escenarios: 1. Gobierno de las derechas con 155 para rato (con Mark Serra y Puigdemont, felices), 2. Gobierno PSOE-Cs (con Torra convocando elecciones al día siguiente), y 3. Gobierno de izquierdas con apoyo indepe y vascos. O sea volver a empezar, pero sin autodeterminación, ni relator, ni hostias. ¿Dónde está el juego? ¿Cual es la apuesta política?