La lucha en torno a la dignificación de la salud y también de los espacios donde se ofrecen sus servicios se han materializado en el barrio del Raval en Barcelona alrededor del CAP Lluís Sayé, conocido como CAP Raval Nord. Aunque el espacio hace tiempo que quedó obsoleto por las actividades que reproduce, las reivindicaciones de los profesionales del centro y sus vecinos han ocupado los medios de comunicación y la calle de mayo de 2018 hacia aquí. ¿El motivo? Un espacio idóneo para el CAP según varios profesionales que van desde el mismo CAP al Ajuntament de Barcelona sería la capilla de la Misericordia.

La capilla estaba destinada a la ampliación del Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA) pero justo en el mes de mayo de 2018 el convenio de cesión gratuita de este espacio caducaba después de cinco años. Después de varias discusiones entre la Generalitat de Catalunya, el Ajuntament de Barcelona y los Departamentos de Salut y Cultura, entre octubre y noviembre de 2018, el Ajuntament y el CatSalut ofrecían un posible intercambio de espacios físicos entre el edificio actual del Sert y la capilla de la Misericordia. El MACBA lo rechazaba alegando “falta de idoneidad” para sus necesitas expositivas.

Desde entonces la Plataforma CAP Raval Nord Digne insiste en que se revoque este acuerdo y que se ponga ya en marcha la construcción del nuevo equipamiento necesario para el barrio. Como profesionales, el sentimiento es el que describe Antonia Raya en un artículo de opinión: “Trabajo en la trinchera de uno de los barrios con el índice de salud más bajo de Barcelona. Y lo hago junto con el resto de mis compañeros y compañeras en un edificio del pasado siglo! Concretamente del año 1937”.

La manera que tiene la Plataforma de exigir este cambio ya es mediante múltiples charlas y debates pero también movilizaciones. Sin ir más lejos, el jueves 21 de febrero a las 19 horas en las puertas del CAP hay convocada una manifestación bajo el lema CAP en la Misericordia Ya. Luego, al día siguiente, viernes 22, todos los centros de atención primaria están llamados a detenerse en las puertas de sus CAP a las 11 horas en solidaridad.

La demanda es clara y, en boca de Anna Romagosa, directora del CAP Raval Nord, “urgente”. “A día de hoy lo que hay que hacer es priorizar. No es decidir entre Salud y Cultura porque entiendo que la cultura es esencial para la misma salud de las personas “, explica Romagosa en uno de los múltiples debates que ha participado. Uno de los últimos se celebró en la Nova Escola Massana con la presencia del director del MACBA, Ferran Barenblit, la directora del CAP Raval Nord y una miembro de la Plataforma pero también miembros de todos los partidos políticos en Barcelona con la excepción del PP .

Una pancarta resta permanentment desplegada per exigir un CAP Raval Nord digne al barri / Sandra Vicente

En este encuentro, titulado “Sanidad o Cultura, ¿es esta la cuestión?”, Elisenda Pujades trasladó que desde la Plataforma no creen que sea esta la cuestión, que “lo que se enfrenta es el modelo de ciudad”. Al mismo tiempo encuentra “vergonzoso” como la solución para el CAP gira alrededor del MACBA.

En cuanto a los partidos políticos, que hace poco más de una semana suprimieron este debate del Pleno del Ajuntament posponiéndolo hasta marzo, dieron argumentarios pobres en general. ERC rebotó la responsabilidad y la decisión a los técnicos del CatSalut. El PSC entendió la urgencia pero sólo fue capaz de pedir al Govern del Ajuntament que lograra el consenso. Ciudadanos acusó al Govern de querer hacer este debate estéril y rebotar la responsabilidad a la oposición. El PDeCAT justificó que, a pesar de entender las necesidades de unos y otros, la agenda ha sido muy justa y no habían tenido tiempo de reflexión.

Los dos grupos que más se mojaron fueron Barcelona es capital y la CUP. Graupera, de Barcelona es capital, transmitió que le sabía mal por el MACBA pero que el CAP ahora era prioridad y opinó que “el modelo de resucitar barrios tiene limitaciones, sobre todo en barrios como Ciutat Vella que no da más de sí”. Por su parte, Jordi Magrinyà, de la CUP, denunció que Ciutat Vella se encuentra 6 puntos por debajo de los barrios ricos en esperanza de vida. Sobre la dicotomía cultura-salud, Magrinyà cree que “decir alegremente que el MACBA es cultura y que haya más cultura nos lleva a hablar de qué intereses y empresas hay detrás y preguntarnos si como vecinas se quiere que una institución relacionada con la Vanguardia, ABERTIS, la Caixa, queremos que amplíe metros en nuestro distrito”.

Elisenda Pujades siguiendo la idea de Magrinyà denunció que “13 años y 30 días [haciendo alusión al hecho de haber pospuesto un mes más el debate en el Pleno del Ayuntamiento] son ​​los que llevamos esperando un CAP Raval digno. Aquí realmente se enfrentan 2 modelos de ciudad, la de las vecinas contra la de las élites económicas “.

En este mismo debate, Anna Romagosa transmitió que el CAP Raval se sentía como “el hermano pequeño que se queda la ropa en cuanto al otro ya no le va” y añadió en este sentido que esperaban que al MACBA no le fuera bien ninguna de las opciones que se le estaban ofreciendo para no tener que quedarse el CAP la peor de todas.

L’entrada al CAP Raval Nord no compleix amb els requisits mínims d’accessibilitat i l’edifici està obsolet / Sandra Vicente

La cronología de la modernización cultural pero no vecinal del Raval

Entre 1992 y 1994 se reformaba el antiguo Dispensario antituberculoso del Raval teniendo en cuenta las posibilidades de un espacio protegido con el fin de adaptarlo y hacer un centro de atención primaria con el PSC en el Govern. Justo el año 1994 se inaugura cerca del edificio el Centro de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) y un año después el MACBA.

Sólo 10 años después del inicio de la reforma, en 2002, el equipamiento donde se encuentra el CAP Raval empieza a estar obsoleto y se empieza a plantear un nuevo espacio. Elisenda Pujades, miembro de la Plataforma Raval Nord, ha explicado en algunas de las charlas/debates que se han ido generando últimamente que, mientras Cultura ha ganado 9 nuevos equipamientos en el barrio desde la remodelación del Dispensario, para Salud sólo se ha creado este.

Y es que después del CCCB y el MACBA, el año 2006 se inauguran las facultades de Geografía, Historia y Filosofía de la Universidad de Barcelona en el Raval y al mismo tiempo se habilita la Capilla del Convent dels Àngels para el MACBA. Dos años después el Institut Català de la Salut reconoce que el edificio del CAP no cumple las exigencias mínimas e incluyen este edificio dentro de las “Previsiones y priorizaciones a realizar en el periodo 2008-2015” firmadas por el alcalde de Barcelona Jordi Hereu y la consellera Marina Geli.

Paralelamente, se preinstala la subestación eléctrica de Endesa en la Plaza Terenci Moix y un año después, en 2009, Fomento de Ciutat Vella ofrecía ampliar el CAP bajo tierra, con acceso desde esta plaza. CatSalut lo rechaza por el espacio. Un año después se inaugura la biblioteca de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Blanquerna.

El CAP Lluís Sayé, conegut com Raval Nord, dóna cobertura a un dels barris on l’esperança de vida és de les més baixes de Barcelona / Sandra Vicente

Cambia el Gobierno y sube Convergència i Unió (CiU). Son ellos quienes firman el convenio de cesión de la capilla de la Misericordia para nueva ampliación del MACBA de mayo de 2013 hasta mayo de 2018. En 2014 el CatSalut estudia de nuevo hacer el CAP en la plaza Terenci Moix pero ni por espacio ni por interferir con los fundamentos de la preinstalación de la estación eléctrica es posible. La antigua escola Massana también se ofrece pero el CatSalut la rechaza por el mismo y en 2015 se construye la Nova Massana. Pasa un poco lo mismo con el caso de la Escola de Música.

Seguidamente, el convenio caduca y comienza la batalla entre la Plataforma Raval Nord y el MACBA. El CatSalut sigue convencido de que el único espacio disponible e idóneo, tras estudiar todos aquellos que el Ayuntamiento de Barcelona ha ofrecido, es la capilla de la Misericordia. Con este planteamiento cerrado, durante enero y febrero de 2019, el Ajuntament ha estado ofreciendo espacios para la ampliación del MACBA sin ningún acuerdo.

Desde la Plataforma CAP Raval Nord Digne denuncian que estos 26 años a más de dañar la calidad de la salud del barrio también han provocado unos gastos desproporcionados y que no se entienden por el espacio en el que se está trabajando. Aparte de los 1.912.133,20 euros que costó la reforma del Dispensario entre los años 1992-94, el ICS ha invertido 401.792 euros en reformas y reparaciones.

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