¿Cuántas veces has cambiado el móvil en los últimos dos años? Según Francesc-Josep Deó, después de este tiempo lo habrás cambiado al menos dos veces, ya sea porque su funcionamiento dejó de ser óptimo o porque dejó de ser “moderno”.
El documental, presentado por Aula Media, sigue el camino del móvil desde el momento de su fabricación hasta después de ser desechado con el objetivo de reflexionar sobre la tecnología, el impacto social y medioambiental de la industria. Este martes 26 de febrero, se proyectará en la edición del Mobile Social Congress, que abordará los impactos sociales de las personas que trabajan en este círculo de producción y en los impactos ambientales.
Conversamos con Deó sobre el documental y los desafíos a los que tendremos que hacer frente para reducir nuestros residuos electrónicos:
¿Qué es lo más impactante del documental?
En todo el reportaje retratamos una realidad que en el mundo no se ve que es una población importante: jóvenes, niños, adultos; todos los que trabajan en condiciones bastante penosas. Es impactante las condiciones de trabajo, la explotación que hay en los diferentes actos del viaje, diferentes puntos de la reflexión sobre la tecnología móvil y no solo las condiciones sino cómo se vulneran constantemente los derechos humanos en esta cadena. Esa es una cosa que realmente impacta.
Y después de la producción de móviles, ¿cómo es la gestión de los residuos electrónicos generados en Catalunya?
El problema yo pienso que es por qué tiramos los residuos electrónicos, concretamente los residuos móviles. La respuesta sería por la obsolescencia programada pero también por una obsolescencia estética. Eso se trata de pensar que un modelo ya no es moda: “yo quiero un modelo más grande”, “yo quiero las fotos con más definición”.
Después de un año o dos años máximo, que es el promedio de tiempo en el que cambiamos los móviles, tocará preguntarse qué es lo que necesito, qué modelo, qué marca.
La obsolescencia programada depende de las fábricas pero la obsolescencia estética no: depende de nosotros. Tenemos en las manos la posibilidad de reducir esos residuos.
Ahora bien, si un móvil no funciona o realmente se tiene que cambiar, ¿a dónde van a parar esos modelos? Normalmente todos los residuos van a la vía más importante, a los países bajos, a Holanda, y de ahí salen en barco hacia el sur de nuevo. Vamos al sur a extraer los minerales en unas condiciones pésimas, en donde se violan derechos humanos, lo utilizamos a través del móvil vía fabricación, y después elegimos enviarlo de nuevo del sur, en donde es casi -perdón por la expresión- la mierda, elegimos enviar la mierda donde hay un gran depósito de residuos electrónicos en Acra, que es uno de los lugares más contaminados del planeta junto a Chernóbyl.
¿La “obsolescencia estética” es el mayor desafío para evitar que se continúen generando residuos electrónicos de móviles?
No necesariamente. Lo que nosotros podemos hacer de manera individual es preguntarnos a nosotros mismos por qué usamos un móvil, lo importante es ser consciente de qué función le damos al móvil y a sus múltiples aplicaciones. Pienso que esto es lo primero que hay que hacer, pero como ciudadano, como consumidor, también se puede reclamar a las empresas que el material que se utiliza para fabricar un móvil siga las vías verdes, que son las vías en las que la mayoría de los minerales que se extraen son trazados, que son extraídos de unas minas en las que no se explotan a la infancia y las condiciones laborales de los trabajadores son aceptables.
¿Con qué otras opciones contamos?
Eva Vidal apunta (en el documental) una posibilidad. La ONG internacional Electronic Watch hace un seguimiento de las compras socialmente responsables. Por ejemplo, si estás en una universidad o ayuntamiento y compras una cantidad grande de móviles, consultas en Electronic Watch cuál es la mejor compra que puedes hacer. Eva Vidal, profesora de la Universidad Politécnica de Catalunya, dice que hemos llegado a la luna, hemos llegado a enviar satélites a Marte y ¿somos incapaces de hacer un móvil que no contamine? La cuestión es la investigación que permita conseguir una tecnología que no siga contaminando.
Eso por un lado, y por el otro, crear una normativa para que el reciclaje de móviles se desarrolle correctamente; que se puede hacer, el reciclaje es algo que se puede hacer.
¿Cuál es la reacción que quisieras tener de alguien que ve Projecte Mòbil?
A mi me gustaría que la gente que vea el reportaje en el Mobile Social Congress o a través de Vimeo, no vea el móvil de la misma manera en la que lo veía antes, que se hagan preguntas y que busquen alternativas. Esas son las tres cosas que me gustarían como reacción.