Una gran pancarta verde en el que se lee “Emergencia climática” encabeza la manifestación organizada como parte del movimiento Fridays for Future este viernes 15 de marzo; quienes la cargan no tienen más de 25 años. Además de Barcelona, alrededor de otras 50 ciudades en España salieron a protestar por el futuro del planeta; y en el mundo, unas 1600 ciudades de 105 países.
Aunque son muy jóvenes, estos estudiantes son conscientes de las consecuencias que tiene la inacción de las autoridades. La concentración inició a las 12 del día en Plaza Universitat con dirección a la plaza Sant Jaume, en donde se leyó parte del manifiesto con centenares de manifestantes sentados, mientras más personas no dejaban de llegar.
“Nosotros queremos que se declare en todos los niveles institucionales la emergencia climática porque consideramos que no se puede solucionar una crisis si no se nombra como lo que es, es decir, una emergencia, una crisis”, nos contó Gemma Barricarte, una de las portavoces de Fridays for Future en Barcelona.
Además, añadió que este 15 es “el inicio de lo que van a ser de muchos más viernes manifestándonos”.
“No es una marcha contra el cambio climático”
En el último y sexto informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Perspectivas del medio ambiente mundial, ha despertado la preocupación de activistas al alertar sobre las grandes catástrofes a las que se enfrenta la humanidad como consecuencia del cambio climático.
En él, se sostiene que desde que se publicó la primera edición del informe en 1997, el estado general del medio ambiente ha seguido deteriorándose a pesar de los esfuerzos débiles de algunos países y regiones. La falta de compromiso por asegurarse que el Acuerdo de París se cumpla está teniendo repercusiones negativas e irreversibles en los recursos naturales esenciales, señala el informe, elaborado por 250 científicos.
En ese sentido, Barricarte precisa que “nosotros creemos que hay una responsabilidad y cobardía política absolutas porque habiendo datos y medidas aprobadas y puestas sobre la mesa, no se están llevando a cabo y es precisamente lo que estamos reclamando, que se lleve a cabo lo que se ha prometido y que no es suficiente”.
El 15M es una llamada a la acción, pero también una oportunidad para escuchar y prestar atención a quienes vivirán las consecuencias del cambio climático a costa de quienes aún no toman en cuenta las innumerables advertencias.
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Fotos: Pol Rius.
Catalunya Plural, 2024 
