Librería: “Establecimiento donde se venden libros”, según Wikipedia.
Librería: “Espacio de palabra”, “escaparate de cultura”, “centro de agitación cultural”, según los libreros y libreras.
En Cataluña, en 2016, se abrieron 33 librerías y se cerraron 11. En 2017 se abrieron 22 y 6 cerraron… Al contrario de lo que podría parecer en tiempos de ventas en línea, libros electrónicos y audiolibros, aún hay quien apuesta por una de las profesiones más antiguas y prestigiosas, la de vender libros de papel.
Catalunya Plural publicará en los próximos días una serie de reportajes dedicados a las librerías de los barrios de Barcelona. Este recorrido y las conversaciones con las personas que las han creado forman un retablo muy particular. Algunas con 40 años de historia, otros con la pintura de las paredes todavía fresca, pero todas ellas con un objetivo común: reivindicar la profesión de librer@.
Formadas en el mundo de la cooperación internacional, compañeras de trabajo durante 12 años, lectoras, y con ganas de dar un giro a sus vidas laborales que comenzaban a ser monótonas, Glòria Arquillo y Anun Jiménez descubren un buen día una página en internet que las incita a empezar ‘El Reto literario’. “Te proponía leer 24 libros al año divididos por categorías: leer un libro de una autora africana, un libro de alguien nacido el mismo día que tú, un libro con la tapa azul, un libro escrito en una lengua de menos de un millón de hablantes, y así hasta 24 categorías. Cada dos meses nos reuníamos en casa de una, cenábamos, nos tomábamos un vino y charlábamos de libros. Los amigos nos preguntaban, con sorpresa por nuestra parte, dónde debían apuntarse para participar.” Lo explica, muy vivencialmente, Glòria Arquillo.
Este hecho particular y de entretenimiento les hizo darse cuenta de que podían ir más allá. “Pensamos que podríamos hacer algo para ofrecerlo a bibliotecas, centros cívicos, y de ahí que decidimos plantearnos abrir una librería”. Una amiga que había recibido una herencia las animó a que lo hicieran. “Montadla, yo estoy dispuesta a poner dinero.” A pesar de que al final no lo puso, “ese día hicimos el click”, gesticula Glòria Arquillo cuando recuerda cómo nació la librería La Inexplicable, ahora hace un año y cinco meses. “Aunque un año y medio antes de abrir ya le estábamos dando vueltas al proyecto”.
Mientras, Glòria y Anun se enteraron de que la Universidad de Barcelona tenía un Postgrado, en la Facultad de Biblioteconomia i Documentació, de Gestión de librerías. Al mismo tiempo, prepararon un plan de empresa, Anun capitalizó el paro, Glòria tenía un plan de ahorros desde que era joven. Pidieron un crédito a Acció Solidària contra l’Atur, hicieron números, pareció que cuadraba, crearon una cooperativa… “y aquí estamos”, dice Glòria Arquillo, terminando lo que parece ser una enumeración de hechos, mientras recorre con su mirada la librería.
“En la librería no lees, no tienes tiempo, esto es un negocio, a fin de mes tenemos un alquiler y tenemos que pagar las facturas. Esto debe ir bien, los números te han de cuadrar y tienes que poder vivir de tu trabajo. ¿La parte romántica? Pues que vienen clientes, niños que te dicen que es la mejor librería del mundo y se sientan en la zona infantil y se ponen a leer poesía. Te encuentras a gente por la calle y te dicen que aquel libro que les recomendaste es fantástico y te dices: “¡Por esto nos hicimos libreras!”. Nunca había tenido un trabajo en el que fuera feliz”, dice Glòria, satisfecha.

“Recientemente, un librero compartía por twiter un caso: ‘Me estoy 20 minutos recomendando unos libros a un cliente y cuando termino me dice: gracias, ya me los compraré en Amazon”. Vivimos en el siglo en que vivimos y en el mundo que nos toca y pretender enfrentarse a Amazon es como si tienes una tienda de barrio y pretendes hacer la competencia a Inditex”, argumenta Glòria. “Se trata de que, en las librerías, los espacios físicos del barrio, pasen cosas que en Amazon no pueden pasar: Clubs de lectura, recomendaciones, recitales de poesía, cuenta cuentos para niños… para que la gente entre y comparta. Aquí, en La Inexplicable, tenemos un club de lectura con niños de 7 a 9 años que no se conocían entre ellos y se están haciendo amigos y hablan de libros, o después de un recital de poesía vamos al bar de enfrente con los poetas y el público y tomamos una cerveza. Este calor, este intercambio humano, es difícil que se dé en internet”.
“Somos y queremos ser una librería de fondo y nos consideramos una librería literaria, que apostamos además por ediciones de calidad. Nuestros libros están elegidos uno a uno, buscando en las editoriales, en el catálogo del distribuidor. Hay editoriales en las que confías y sabes que acertarás, sobre todo editoriales pequeñas, que publican lo que quieren publicar, lo trabajan muchísimo, tratan los textos con mucho cuidado y hay un trabajo de edición, traducción e incluso respecto a la calidad del papel… y después los temas. En la parte de ensayo, feminismo o la sección infantil no queremos tener ciertos libros. No tenemos lo que no queremos tener”, defiende firmemente Glòria Arquillo.
“Cada semana salen muchos libros, seguimos a otras librerías por las redes, también a las editoriales, hablamos con otros libreros/as, escuchamos las voces que aparecen en los medios y todo eso te ayuda a saber si tendrá mucha promoción o nada, y entonces sabes que tú deberás hacer más un trabajo de acompañamiento, de consejo, sobre todo en libros de editoriales pequeñas que no tienen detrás una gran empresa que les haga una campaña de marketing”, explica Glòria.
La percepción sobre si la gente lee o no parece que ha cambiado en positivo desde que es librera, aunque reconoce que puede que no lea tanto como a ella le gustaría, comenta en tono distendido. Pone el ejemplo de una visita que tuvieron hace unos días de un grupo de 1º y 2º de ESO de la escuela Joan Pelegrí, del barrio de Sants, chicos y chicas muy lectores, pero el grupo era de 23 alumnos de una escuela que tiene seis líneas… y se confirma que hay un vacío a partir de 14-15 años. “No podemos negar que los jóvenes tienen muchas influencias visuales: Netflix, series, youtubers, concursos de televisión, el móvil… y tenemos que saber convivir con las nuevas tecnologías”. El cómic juvenil o infantil, por ejemplo, es una manera de empezar a leer, no olvidemos que es una generación que ha nacido con una pantalla en la mano, puntualiza Glòria Arquillo.
“Sin embargo, Sants es un barrio lector”, dice. En libro infantil, el catalán es el idioma que más se vende. Las mujeres de entre 35 a 50 años son las clientas por excelencia, básicamente de narrativa, poesía y en cuanto a participación en las actividades, “aunque está comprobado que los hombres leen más, pero otro tipo de lectura: periódicos, revistas…”.

La Inexplicable se encuentra en el número 78 de la calle Galileo, en el corazón del barrio de Sants. El local hace esquina y eso permite que su interior sea más luminoso. Setenta metros cuadrados muy bien aprovechados. “Nosotros creemos que una librería no debe tener almacén, el almacén debe ser la misma librería. Libro escondido, libro no vendido”, recita Glòria, como si se tratara de un refrán.
Las paredes de obra vista y un suelo claro que da aire al espacio. A mano izquierda una repisa corrida de punta a punta de pared, donde en primer lugar encuentras la novela negra, seguida de la novela gráfica, la narrativa en catalán, castellano y traducción, y poesía. Esta última ha ido ganando terreno. El otro género que va en aumento también es la novela la gráfica. Glòria Arquillo cita como espectacular La Mala estrella de Barbara Baldi, y editada por Norma. En una de las paredes, está el logotipo, de tamaño considerable y muy vistoso.
“El nombre de La Inexplicable juega con el hecho de que todo el mundo te dice que estás loca, es inexplicable que montes una librería, y cómo un lugar que está lleno de libros que explican cosas se llame La Inexplicable…, este tipo de contradicción nos gusta, tiene un punto. El logotipo lo dejamos en manos de un amigo, Albert Carrera, que es diseñador gráfico. El pez globo, que eleva una equilibrista, que parece una mujer pero con cara de hombre, todo es muy inexplicable, muy onírico… no lo sé explicar…”, concluye con media sonrisa Glòria Arquillo.
Las recomendaciones de La Inexplicable
- Cuentos escogidos, de Shirley Jackson, editado por Minúscula y traducido por Paula Kuffs. Son cuentos cortos que no te dejan indiferente.
- 155 Simón Radowitzky. Novela gráfica editada por Norma Comic sobre la vida de Simón Radowitzky. Ilustrada y guionizada por Agustin Comoto, que dedicó seis años, cuatro de ellos investigando y documentándose.
- Y de narrativa poética: Saturno, de Eduardo Halfon, editado por Jekyll & Jill, una editorial pequeña que hace maravillas, y Te me moriste, de José Luís Peixoto, editado por Minúscula. Estos dos libros los recomendamos leer juntos.
¡Larga vida a las librerías!
Una serie de Catalunya Plural


