Se puede entender la sociedad como una red compleja. Las neuronas de nuestro cerebro son una red compleja. Un ecosistema es una red compleja. Internet es una red compleja. Una red compleja se compone de una serie de elementos diferenciados pero altamente conectados.

Las redes complejas tienen algunas características comunes.

Una es lo que se llama mundo pequeño: entre dos nodos cualquiera de la red no hay más que cuatro, cinco, seis pasos si no se hacen de manera aleatoria. Las influencias de unos elementos con otros son siempre perceptibles.

Otra es que las redes complejas son estructuras de alta supervivencia. Se pueden eliminar nodos o pasarelas, uno tras otro, sin que la red se desmonte, aunque algún sector sufra. A partir de un grado de deterioro, a veces poco anticipable, la desaparición de un solo punto provoca que la red se desmonte repentinamente y sin remedio.

La última característica que quiero destacar es que los nodos más generosos, con más conexiones, o con conexiones más difíciles de sostener, son los más vulnerables. Son los que, si desaparecen, provocan el colapso de la red.

La semana pasada me pregunté si se podría considerar Catalunya una red humana compleja. Creo que se puede hacer este ejercicio de abstracción, sabiendo que la red humana de un lugar siempre tiene relaciones con la red humana de todos los lugares, y que tiene relaciones con la red de la vida de su ecosistema … Al final el mundo no sería otra cosa que una gran red de redes.
El conjunto de personas que hoy hacen su vida en Catalunya. ¿Constituyen una red? ¿Constituyen dos?
La semana pasada sucedieron grandes movilizaciones. Había una parte muy grande de Catalunya concernida por una serie de relaciones. Y había otra, también grande, no movilizada, concernida por unas relaciones diferentes. Cuando ha habido elecciones, estos universos se han puesto de manifiesto de forma similar. ¿Hay dos redes, entonces?

Creo que no y espero que no.

Creo que podría llegar a producirse la división si seguimos alimentando la polarización, nadie sabe con qué consecuencias. Nunca sabemos qué nodo o qué nexo de la red puede producir un daño irreparable en romperse.

De una observación simple, vemos que el tipo de trabajo te lleva más a una parte de la red que a otra. Que el lugar donde vives es significativo. Que lo son los referentes culturales. Que lo son hábitos de consumo de medios de comunicación y de redes. (Facebook tendrá hecho el análisis). Ninguna de estas cuestiones por separado puede ser determinante, pero se percibe la progresiva agrupación y su efecto acumulado. Esto pudo pasar en otros momentos de la historia y se supo conducir hacia la cohesión de la red. Las expresiones “un solo pueblo”, “es catalán quien vive y trabaja en Catalunya”… fueron concebidas como un conjuro para evitar una rotura.

Conviene identificar las intersecciones sociales. Las subredes que permiten la interacción entre estas dos partes de la red humana de Catalunya. El Barça, por ejemplo. La escuela, por ejemplo. Los sindicatos de clase, por ejemplo. Las asociaciones de vecinos, por ejemplo. Las plantillas de muchas empresas. Grupos humanos conectados por nexos de interés, de espacio o de necesidad que tienen solidez y frecuencia. Son los más generosos y los más vulnerables, atendiendo a la teoría de redes. No deberían caer si queremos conservar la red humana de Catalunya.

En estas subredes han encontrado ideas, rutinas, propuestas de consenso que perviven a pesar de las pulsiones polarizador sobre la red general. Están funcionando y por lo tanto son posibles. Por eso son claves. Y por eso son la apuesta necesaria, espero que también suficiente. Catalunya es cohesionable a partir de ahí.

A algunos de estos espacios no se pertenece de manera voluntaria. A otros, sí. Estos son los imprescindibles. Los espacios de gente que se une para mejorar una cosa u otra. El trabajo, el derecho a la vivienda, la educación, la salud, el barrio. La cohesión en Catalunya sólo se puede ganar desde la gente mejoradores del bienestar.

Ni el bienestar ni la cohesión, ni la supervivencia entera de la red se pueden conseguir desde la unilateralidad sino desde las intersecciones.

Volvemos a las características de la red: que no nos pase que entre una parte y otra de Catalunya perdamos los nexos que la hacen un único mundo pequeño. Que no nos pase que una rotura sea la última. Que no nos pase que olvidemos los nodos más generosos y vulnerables, las intersecciones.

Si Catalunya puede ser considerada una red compleja, algunas decisiones políticas son temerarias. Catalunya llegará hasta donde puedan llegar sus intersecciones. La línea viable es la de las personas y entidades que trabajan conjuntamente por el bienestar de Catalunya.

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Portaveu de CCOO de Catalunya.

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