Finalmente no se ha podido evitar lo inevitable. Las jugadoras de Primera Iberdrola finalmente irán a la huelga convocada para este fin de semana 16 y 17 de noviembre. La Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF) y los sindicatos no han acercado las respectivas posturas. Por tanto, en la novena jornada de liga se producirá un paro.
A pesar de eso, a última hora, la Asociación de Futbolistas Españolas (AFE), uno de los tres sindicatos que formaban parte de la negociación del convenio colectivo de fútbol femenino, ha confirmado que acepta la propuesta de mediación convocada por el Ministerio de Trabajo, para desbloquear esta situación. Confirman así, que, por ejemplo, las jugadoras aceptarían un sueldo de 16.000€.
A nivel general cabe destacar que lo que pretenden las jugadoras es dar un golpe de atención. A modo de resumen, las jugadoras piden unas mejoras salariales, ser reconocidas como profesionales, tener un convenio colectivo … en definitiva tener unos mínimos en cuanto a sus derechos laborales.
Raramente se producen paradas en el ámbito deportivo, pero el fútbol femenino está llegando lejos, y ahora es el momento adecuado para reivindicarlo.
Hay que alejarse de las miserables comparaciones con el fútbol masculino; de hecho, pienso que sería un error caer en las telarañas del fútbol moderno actual, es decir, del fútbol como negocio. Alejarnos de las comparaciones nos ayudará a no cometer los mismos errores para no repetir este modelo.
Lo que pide el fútbol femenino no es equiparar sueldos, es equiparar derechos. Contar con la misma visibilidad, y más en el momento en el que estamos, ya que ahora parece que sí, el fútbol femenino interesa.
Para concluir, podemos comprobar que el fútbol nos evidencia una vez más las diferencias de género en la sociedad actual que vivimos. Esperamos que esto sólo nos ayude a seguir recorriendo este largo camino, recordando la frase de “íbamos lentos porque íbamos lejos”.


