En el espejo de la sala del Espai La Clau donde los adolescentes hacen boxeo cada lunes hay un cartel especial. Es del iceberg de las violencias machistas. «¿Lo conocéis?», pregunta Paula, una de las dinamizadoras del taller. Los chicos y chicas se miran desorientados. Si bien han sentido que hoy era un día de reivindicaciones feministas, no saben muy bien que se reclama. El taller trimestral de boxeo donde asisten se inició en septiembre, pero hoy las dinamizadoras aprovechan el espacio de confianza generado para introducir contenidos de género. Hacen boxeo «en clave 25N».

Entre todos intentan encontrar ejemplos cotidianos de formas sutiles de violencia contra las mujeres. «Cuando a algunas compañeras no les dejan ponerse la ropa que quieren», dice Amira, una de las chicas que participa en el taller. «Cuando en el patio no dejan que las niñas jueguen al fútbol», añade uno de los chicos, Aiman. O a boxeo. En este espacio, pero, aunque las chicas son minoría, no se dejan intimidar y hacen un trabajo de igual a igual con sus compañeros.

Después de compartir las reflexiones iniciales empiezan los entrenamientos. Hay que prestar atención a todos los movimientos que les enseñan en la parte técnica para poder mejorar en el cuerpo a cuerpo. Los combates son respetuosos. Los chicos y chicas toman conciencia de que cada gesto que hacen tiene una consecuencia sobre si mismos y sobre el adversario. Y los empodera, a ellos y a ellas. «Esto no es una pelea, es necesario que penséis antes de actuar», les dice Miguel, el entrenador.

Mirándolos desde fuera quizás no lo parece porque a ratos quedan inmóviles, como si no estuvieran haciendo nada, pero están sudando. Pensar antes de actuar es más difícil de lo que se cree. Las dinamizadoras cuelgan una imagen en Instagram, la red que utilizan para comunicarse con sus usuarios: «En el taller de boxeo trabajamos el compañerismo, no intentéis combatir si no es bajo la supervisión de un experto», dice la frase que acompaña la story.

Entre los espacios infantiles y los centros de jóvenes

El espacio de adolescentes La Clau, ubicado en la calle Leiva de Hostafrancs de Barcelona, ​​hace apenas un año que está en marcha. «Es un espacio específico para jóvenes de entre 12 y 16 años y se quiere diferenciar de los espacios de jóvenes, donde los adolescentes están un poco invisibilizados», explica Carla Oriol, educadora del centro. En toda la ciudad sólo hay dos más como éste: el Espai 12@16, también en el distrito de Sants-Montjuïc, y el Espai d’Adolescents Jovecardí, en Les Corts.

Taller de boxa a l’Espai d’adolescents La Clau | Foto: Victòria Oliveres

Cada tarde, cuando los chicos y chicas del barrio salen de los institutos de la zona, van a La Clau, un centro que abre de lunes a viernes desde las cinco hasta las ocho y media. Es un espacio de encuentro para adolescentes, con actividades dinamizadas pero también con espacios de uso libre controlado con una mesa de ping-pong, un espacio de grabación, ordenadores y una sala para hacer los deberes. Si sus familias no los han matriculado en ninguna actividad extraescolar, aquí las pueden hacer de manera voluntaria y gratuita y saltar así esta barrera de desigualdades entre niños.

«Hacemos reuniones donde ellos mismos evalúan el espacio y pueden hacer propuestas de actividades para el trimestre siguiente», dice Oriol. De hecho, el mismo nombre del espacio se eligió a partir de las propuestas que hicieron los jóvenes del barrio respondiendo a la llamada que hizo el distrito. Todo esto crea un vínculo entre los adolescentes y con el espacio que hace que se llene cada tarde como centro de socialización. «Prefiero mil veces estar aquí que en mi casa», se oye decir a uno de los jóvenes que da vueltas por La Clau.

La autodefensa feminista también es para adolescentes

Durante este mes, con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres celebrado el lunes 25N, se han organizado otras actividades de defensa personal con perspectiva de género dirigidas a adolescentes en la ciudad. Y es que la autodefensa feminista, de hecho, no consiste sólo en aprender a dar puñetazos sino que engloba todo un proceso de empoderamiento de las mujeres y es una buena herramienta de trabajo tanto para chicos como para chicas.

También en el distrito de Sants-Montjuïc, en la Casa del Mig dentro del Parc de la Espanya Industrial, el Punt Jove y el servicio municipal ‘Aquí t’escoltem’ proponen el taller «Defensa personal y feminismo», con una sesión aún pendiente este jueves día 28 de noviembre. En Ca la Dona, uno de los talleres de autodefensa feminista que ofrecen durante todo el curso es específicamente para chicas jóvenes de 13 a 20 años. Se trabaja la toma de conciencia del espacio personal en un momento vital, la adolescencia, en el que las jóvenes inician su independencia.

Taller de boxa a l’Espai d’adolescents La Clau | Foto: Victòria Oliveres
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