Sólo un 21% de las 543 empresas que recibieron una inspección ambiental del Departament de Territori i Sostenibilitat el año pasado la superó «satisfactoriamente», es decir, sin incumplir ninguna condición de su autorización ambiental. Un tercio, en cambio, no garantizaban un cumplimiento adecuado, ya que se detectaron «incumplimientos relevantes». El 44% restante superaron la inspección con un «cumplimiento adecuado», porque los incumplimientos que se constataron se consideraron «poco relevantes», como ha podido comprobar este medio a partir de los informes de inspección ambiental integrada del 2018.

Precisamente la empresa que se incendió el 11 de diciembre en Montornès del Vallès, Ditecsa Soluciones Medioambientales, dedicada a la gestión de residuos industriales peligrosos, fue una de las que no superó la inspección de 2018, ya que no cumplía con todos sus requisitos ambientales. El incumplimiento al que se hacía referencia en el informe tenía relación con la gestión o almacenamiento de los residuos, un hecho que, según Territori i Sostenibilitat, «no suponía ninguna afectación sobre el medio» ambiente.

En 2018, el Departament tenía previsto inspeccionar 671 empresas consideradas potencialmente peligrosas del medio ambiente – de las 1.421 de este tipo que hay en Catalunya – y se ha publicado el informe de la inspección de 543 de ellas. La mayoría de las actividades inspeccionadas son grandes explotaciones ganaderas (313) dedicadas a la cría de gallinas ponedoras, cerdos de engorde y cerdas reproductoras; pero también hay 167 industrias entre productoras de energía eléctrica, refinerías de petróleo, fabricación de cemento, vidrieras, química de base, fundiciones, textil o agroalimentaria; 47 actividades de gestión de residuos y 16 depósitos controlados.

No en todos los grupos de actividades, sin embargo, el grado de incumplimiento es el mismo. Los inspectores valoraron que la mitad de explotaciones ganaderas cumplían «adecuadamente» las condiciones de su autorización ambiental integrada – con incumplimientos poco relevantes -. En cambio, la mitad de industrias, empresas gestoras de residuos y depósitos controlados no garantizaban un cumplimiento adecuado en el momento de la inspección.

A través de estas inspecciones ambientales, Territori i Sostenibilitat verifica que las actividades cumplan con lo establecido la autorización ambiental que se les concede para operar. Esto quiere decir, que valoran si toman medidas suficientes para controlar las emisiones al aire, el agua y el suelo, el vertido de residuos, los ruidos y las vibraciones y la contaminación lumínica; así como para prevenir los incendios.

Desde el Departamento explican, sin embargo, que no todos los incumplimientos que se detectan en las inspecciones ambientales tienen efecto sobre el medio – ni los que son definidos como relevantes ni los que lo son poco. «Hay que entrar en detalle en cada incumplimiento», dice Mercè Rius, directora general de Qualitat Ambiental i Canvi Climàtic.

En términos generales, Rius dice que el funcionamiento de las empresas que inspeccionan, «en cuanto a una posible afectación al medio, es adecuado». Sin embargo, ahora mismo no cuentan con ninguna valoración conjunta sobre si son muchas o pocas las empresas donde se detectan incumplimientos relacionados con el medio ambiente y no de tipo administrativo. Asegura, sin embargo, que están trabajando en ello.

Estas inspecciones suelen ser programadas, con una frecuencia variable según los riesgos ambientales del establecimiento y su historial de cumplimiento de las medidas. También hay de no programadas, que sirven para comprobar incumplimientos detectados anteriormente o investigar denuncias o accidentes.

Mercè Rius añade que, mientras que Catalunya tiene un 21% de las empresas del estado sometidas a la directiva de emisiones, se realizan un 33% de las inspecciones que se hacen en todo el estado. «Esto significa que inspeccionamos mucho», explica.

Este tipo de controles se realizan desde 2014, cuando se aprobó el primer Plan de inspección ambiental integrada de Catalunya. «No hace tanto tiempo que el plan está implantado y la vamos mejorando. Cuando cerramos cada programa nos reunimos y valoramos la revisión de los criterios» que se utilizan para determinar el grado de incumplimiento, dice la directora general.

Más de la mitad de las empresas con incumplimientos relevantes son reincidentes

Al menos 105 empresas de las 181 que no cumplían adecuadamente las condiciones de su autorización ambiental en 2018 ya habían registrado incumplimientos relevantes en una o más inspecciones en los años anteriores. Esto no significa, sin embargo, que año tras año incumplan en la misma materia. Lo que sí ocurre es que, cuando una empresa tiene incumplimientos relevantes, se inspecciona seguro del año siguiente.

El resultado de la inspección no va ligado a ningún procedimiento directamente, sino que se valora cada caso. «Las inspecciones las realizan empresas acreditadas y queremos que hagan una fotografía de la situación, no una valoración», explica la directora general. «La valoración la hace un técnico especialista de la Generalitat» a posteriori de la inspección ambiental, añade Rius.

Para hacer la valoración, los incumplimientos se envían al vector correspondiente. Por ejemplo, si se trata de vertidos de aguas, el caso se deriva a la Agència Catalana de l’Aigua (ACA); si tiene relación con la producción de residuos, se encarga la Agència Catalana de Residus (ACR); y si es un tema de ruido, lo trata el ayuntamiento correspondiente. Algunas de las materias, como los casos de contaminación atmosférica, son tratadas directamente por la Direcció General de Qualitat Ambiental i Canvi Climàti.

Dependiendo del tipo de incumplimiento puede terminar con un requerimiento para que se arregle el problema, con un procedimiento sancionador o, incluso, se puede cambiar la autorización ambiental de la empresa y regularizar el incumplimiento – por ejemplo, aumentar los límites de emisiones o de consumo energético de una industria cuando se cambia la producción que aquellos niveles de emisiones o de consumo ya no sean una falta. «Cada caso es un mundo, estamos hablando de procesos muy complejos y hay que mirar los motivos de los incumplimientos», dice Rius.

Incumplimientos en producción de residuos y contaminación atmosférica

Las inspecciones dividen las condiciones ambientales que se deben valorar en una serie de materias o áreas. En 2018, cada empresa donde se detectaron incumplimientos incumplía, de media, dos de estas materias. En el caso de los incumplimientos considerados relevantes, las materias que más se incumplieron tenían relación con la producción de residuos (un 60% de las empresas que no garantizaban un cumplimiento adecuado) y con la contaminación atmosférica (50%) – sobre todo en el caso de las empresas industriales.

Mercè Rius insiste en que no todos los incumplimientos deben ser tratados de la misma manera, ya que «muchos no tienen impacto sobre el medio». Pone el ejemplo de las empresas que vierten a las aguas. Algunas lo hacen directamente a un río, mientras que otros lo hacen en el alcantarillado. Si superan los límites de vertido, ambas registrarán el mismo incumplimiento, aunque su afectación al medio sea diferente.

«Cuando hay una superación de límites, hay que ver cuál es la causa», dice la directora general. Piensa en el caso de una empresa que hace obras en una nave. Seguro que superará el límite de producción de residuos aquel año, ya que generará escombros y esto le supondrá un incumplimiento, pero esto no debe significar que esté operando de manera errónea si estos residuos se tratan correctamente.

La metodologia de la extracción de la información, la creación de la base de datos y el análisis se puede consultar en este enlace.
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