¿Qué se recordará varias décadas en el futuro sobre 2019? ¿Qué destacarán los libros de texto sobre la política catalana cuando los niños y niñas de hoy se conviertan en los abuelos y abuelas de mañana? El año 2019 ha sido uno de los años más convulsos de la década y no sólo para Catalunya: la certificación del Brexit, los golpes de Estado de la derecha latinoamericana, el auge de los movimientos y partidos de extrema derecha y la lucha contra el inmovilismo de las élites políticas ante la emergencia del cambio climático encabezarían la lista mundial. En Catalunya, sin embargo, la lista muestra otros sucesos, casi todos en el marco del conflicto territorial. Este es el TOP 5 de los momentos más relevantes del año, clasificados de menor a mayor importancia.
5) Colau repite alcaldía
El quinto momento más importante del año ha sido la reelección de Ada Colau a la alcaldía de Barcelona. ERC, liderada por Ernest Maragall, ganó las elecciones por un escaso margen de diferencia, pero no fue capaz de reunir los apoyos suficientes para conseguir emular a su hermano y convertirse en el alcalde más importante de Catalunya. El segundo mandato de Colau comenzaba gracias al apoyo de los socialistas y la abstención de Manuel Valls, que no quería bajo ningún concepto tener un alcalde independentista.
El ex primer ministro francés rompía con la disciplina de Ciudadanos, partido que lideraba, porque no estaban de acuerdo en darle la alcaldía a Colau, escindiéndose del partido, conjuntamente con otra edil. Este gesto permitió que Ada Colau se hiciera con la alcaldía, pero, al mismo tiempo, se presentaba como un regalo envenenado, y es que Valls representaba todo aquello que Colau quería combatir. La segunda legislatura de Colau volvía de la mano de los socialistas, con los que habían roto a mitad de la legislatura anterior por su apoyo al gobierno de Rajoy al aplicarle a Catalunya el artículo 155.
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4) Tsunami Democràtic – Aeropuerto de Barcelona
Si bien el rol y función de Tsunami Democràtic se ha ido diluyendo en las últimas acciones (Camp Nou y Palau de la Música), la primera acción de esta nueva iniciativa del movimiento independentista sorprendió. Miles de personas obedecieron las directrices de un movimiento que no disponía de una dirección visible, organizándose exclusivamente a través de aplicaciones móviles y de las redes sociales. El nuevo aeropuerto Josep Tarradellas fue inundado, desbordando la terminal 1 y obligando a cancelar decenas de vuelos.
Esta actuación del Tsunami es relevante por dos motivos: porque mostró lo que significa, literalmente, la fuerza de la gente: la fuerza de la gente es capaz de detener parte de la actividad del principal aeropuerto del país. La segunda, porque fue el primer caso de un nuevo tipo de movilización social completamente gestionado digitalmente, haciendo imposible para la policía su rastreo. A fecha de hoy no se sabe realmente quién mueve los hilos de Tsunami Democràtic.
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3) La “Doctrina Junqueras”
A veces se ha magnificado la trascendencia que el Procés independentista ha tenido en el exterior (entendiendo por “exterior” la Unión Europea). Es cierto que las cámaras de televisión extranjeras cubrieron los palos del 1 de Octubre, pero desde entonces, nada ha hecho que la atención mediática pusiera las cámaras y micrófonos en Catalunya, más allá de algunos artículos de opinión puntuales. La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la supuesta inmunidad de Junqueras, sin embargo, sí que cumple plenamente con el significado de trascender, de ir más allá.
El caso de Junqueras generará jurisprudencia, y, a partir de ahora, ya no debería haber ninguna duda sobre el hecho de que los eurodiputados y eurodiputadas obtienen la inmunidad propia de su cargo en el momento en que son electos, y no han de hacer ningún trámite posterior, como se había justificado en el caso de Junqueras, Puigdemont y Toni Comín. Es gracias a la defensa de Junqueras que estos dos han podido, recientemente, entrar en el Parlamento Europeo como parlamentarios de pleno derecho. Todo ello, además, ha desacreditado un poco más al juez Marchena y la imagen de España como Estado de Derecho.
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2) La semana del fuego
Durante casi una semana, las calles de Barcelona escupieron fuego en conocerse la sentencia del Procés independentista. El centro de Barcelona, desde la Vía Leitana hasta plaza Urquinaona presenció, noche tras noche, los enfrentamientos entre manifestantes que lanzaban objetos y prendían fuego a los contenedores para crear barreras que los protegieran de las cargas policiales coordinadas entre Policía Nacional y Mossos d’Escuadra.
El fuego no era un movimiento, sino un síntoma. La expresión más primaria del enfado, de la rabia de una gente – independentista principalmente, pero también no independentista – contra la reiterada actuación de un Estado español que no ha sabido gestionar el conflicto territorial. No se recordaba un grado de conflictividad tan elevado en la capital catalana desde la Semana Trágica, un conjunto de revueltas obreras durante el 26 de Julio y el 2 de agosto de 1909.
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1 – Sentencia al Procés
El 14 de Octubre, el Tribunal Supremo de Justicia Español, presidido por el juez Llarena, hacía pública la sentencia del juicio al Procés. La sentencia más importante de la historia moderna española veía la luz por unanimidad y enviaba a la cárcel a los líderes políticos de ERC y Junts per Catalunya y, aún peor, a los líderes de las asociaciones ANC y Òmnium, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart respectivamente, tapiando la posibilidad de resolver políticamente un problema político.
Y es que hasta momentos antes de conocer el veredicto de la sentencia había la esperanza de que todo terminaría en una condena leve que rebajara, al menos para una parte importante de la sociedad catalana, el enojo hacia el comportamiento de la justicia española. Pero sabemos que no fue así, y por eso ocupa el primer lugar en la lista.
Esperamos que de cara a 2020 se aprenda que la gasolina – tenga la forma de la ley injusta, de cántico de “a por ellos”, o de pelota de goma, no apaga el fuego sino que lo incita.
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