Los trabajadores jubilados de Endesa mantendrán en parte la bonificación de que gozaban en el consumo de electricidad. El personal pasivo de la compañía eléctrica podrá consumir unos 6.000 kilovatios hora a coste cero y 3.000 kilovatios más a un coste equivalente al 50% del precio en anualidad de retribución en especie. Esta resolución forma parte del laudo dictado por Manuel Pimentel, que había sido ministro de trabajo en gobiernos del Partido Popular.

La solución a este contencioso abre la puerta a desatascar el convenio de la empresa eléctrica, que hace 26 meses que está parado porque empresa y representantes de los trabajadores no se ponen de acuerdo en varios puntos, entre ellos el mantenimiento de la bonificación a los trabajadores jubilados.

El acuerdo se produce a pesar de que, en una sentencia, la Audiencia Nacional había dado la razón a la compañía en el conflicto que mantenía con los sindicatos. La resolución había considerado que, una vez extinguido el anterior convenio colectivo sin acuerdo, los beneficios sociales de personal jubilado de Endesa (pero no el personal en activo) vinculados precisamente al convenio colectivo, quedaban sin efecto. Ahora, el laudo, que es de obligado cumplimiento, devuelve a los ex trabajadores jubilados de la compañía el derecho al consumo bonificado.

Desde la compañía se ha afirmado que el hecho de que haya una resolución en el laudo es positivo para todas las partes, porque abrirá la puerta a firmar el convenio colectivo.

Además, la resolución establece en 6.000 kilovatios la hora el consumo bonificado para el 100% de la plantilla de Endesa. La potencia máxima que podrá recibir apoyo económico será 5,75 kWh en el domicilio principal. Según Red Eléctrica Española (REE), el consumo medio de un hogar en España es de 3.272 kilovatios al año o 9 kilovatios diarios.

En cuanto al convenio, hay que recordar que el recurso al laudo se hizo por un acuerdo entre UGT, sindicato que allí tiene mayoría en el ámbito estatal, y la empresa. CCOO no estaba de acuerdo con el arbitraje. Sin embargo, el pacto implica una duración de seis años, entre 2018 y 2023. En este tiempo estará vigente un acuerdo de garantías, lo que significa que en todo el período no habrá despidos de trabajadores por motivos organizativos.

La compañía eléctrica se compromete también a la creación de un millar de puestos de trabajo durante la vigencia del acuerdo y establece la jubilación obligatoria como requisito para acceder al retiro ordinario.

Bajas voluntarias

De manera paralela al laudo se ha aprobado un plan de salidas voluntarias para los trabajadores que habiendo superado los 50 años tengan al menos 25 años cotizados. En cuanto a las retribuciones del arbitraje reconoce un incremento salarial que supone que, a partir de 2020 habrá una mejora de más de 4.000 euros. El incremento fijo será del 1% cada año de la vigencia del convenio, entre otras mejoras.

Los jubilados de Endesa en Catalunya fueron la punta de lanza del movimiento reivindicativo para mantener la bonificación en el consumo de electricidad. Realizaron concentraciones y movilizaciones semanales, recordando que la bonificación tiene un origen histórico vinculado a la huelga de la Canadiense y que siempre ha figurado como salario en especie.

Curiosamente, los jubilados han tenido siempre el apoyo de CCOO mientras que UGT fue el sindicato que optó por desatascar la situación con un laudo que finalmente ha supuesto, al menos en parte, el mantenimiento del suministro bonificado de electricidad.

Fuentes de la federación de Industria de CCOO en Catalunya se han mostrado contrarias al conjunto del acuerdo, aunque indican que tomarán una decisión oficial la próxima semana en una asamblea. Del conjunto del laudo, afirman, sólo han firmado la parte que hace referencia al plan de garantías y el punto de las salidas de la empresa porque son voluntarias, aunque recuerdan que “tiene unas condiciones peores al último vigente”.

Los antiguos trabajadores de Endesa razonaban su reclamación en que muchos de ellos habían confiado en el acuerdo tradicional y tienen sus hogares totalmente vinculadas al consumo de electricidad. Ahora, si les sacan este salario en especie, dado que hay personas de edad muy elevada que no pueden cambiar las instalaciones, muchos se verían abocados a la pobreza energética, por falta de alternativas.

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