¿Qué tienen en común la cooperativa de trabajo de mujeres migradas Mujeres Pa’lante, el equipamiento municipal comunitario Ateneu Popular Coma Cros de Salt, la asociación para la cohesión social Escudella Solidària y el proyecto de empoderamiento de mujeres sin hogar Lola no estás sola?

Todas ellas son iniciativas que nacieron o crecieron bajo el paraguas de ‘Lliures… de pobresa, d’exclusió i de desigualtats’, impulsado por Òmnium Cultural, la cooperativa de finanzas éticas, Coop57, y la plataforma de entidades de acción social, ECAS.

Este proyecto se inició en 2016 para contribuir a revertir la situación de emergencia social y la cronificación de las desigualdades, la pobreza y la exclusión social; apoyando proyectos que se llevan a cabo siempre desde la misma ciudadanía.

En un acto en la Nau Bostik de Barcelona celebrado ayer, se anunció que el proyecto emprende una segunda fase. Los impulsores quieren iniciar una campaña de captación de fondos para garantizar la consolidación de los cuatro proyectos que han ayudado a crear y salir adelante, y también abrir una convocatoria para identificar nuevas iniciativas a las que apoyar.

Y es que en Catalunya los datos hablan por sí solas. Una de cada cinco personas vive en riesgo de pobreza o exclusión social – incluso un tercio de las personas que tienen trabajo. Además, hay 11.000 personas sin techo y hasta 53.000 en situación de exclusión residencial. Y las desigualdades están muy presentes: el 20% de la población más rica gana casi seis veces más que el 20% de la más pobre.

Cambio de paradigma para hacer frente a la pobreza

‘Lliures’ recoge aportaciones económicas de personas y entidades que se destinan a financiar un fondo social. Este sirve para impulsar proyectos transformadores, emancipadores e innovadores, siempre colectivos y con base comunitaria. Además, desde ‘Lliures’ les dan acompañamiento técnico para que las ideas financiadas puedan prosperar.

«Este proyecto representa un cambio de paradigma a la hora de abordar las desigualdades», decía Mònica Terribas, quien condujo todo el acto. «Es un proyecto con la voluntad de transformar colectivamente, diferente de lo que teníamos hasta ahora», añadía. Durante la primera fase, el fondo social que ha permitido financiar ‘Lliures’ ha contado con 240 personas donantes.

Teresa Crespo, Presidenta d’ECAS; Marcel Mauri, Vicepresident d’Òmnium Cultural; i David Fernàndez, membre de Coop57; les entitats que impulsen Lliures | Victòria Oliveres

 

«Cuando nos reunimos por primera vez en 2015, sentíamos impotencia ante los datos cronificados de pobreza y exclusión», explicaba David Fernández, en representación de Coop57. «Por un lado veíamos que la prensa anunciaba que se había superado la crisis, pero por otro la realidad era muy diferente. Quizás crecía la economía, pero precisamente, con el modelo económico que tenemos, aumentaba la desigualdad », decía Teresa Crespo, Presidenta de ECAS.

Para Crespo, era importante hacer algo «mientras tanto», mientras no se arreglaba la situación porque, como miembros de la sociedad civil, se sentían corresponsables. El clamor de hoy pero, explicaba la Presidenta de ECAS, es ya un «basta ya», un grito de urgencia «porque la gente está sufriendo». «Sólo faltaría que no diéramos respuesta», añadía Marcel Mauri, Vicepresidente de Òmnium Cultural.

Para escoger los primeros cuatro proyectos de quince que se presentaron, analizaron su viabilidad económica a largo plazo y su potencia de transformación social. También valoraron si se ajustaban a lo que faltaba en el territorio donde estaban arraigados y si podían ser reproducibles. En definitiva, que fueran de carácter colectivo y que las protagonistas fueran las personas que sufren la pobreza y la desigualdad.

Las mujeres, las principales afectadas

El acto se inició con una versión de la canción ‘Mujeres’, de Silvio Rodríguez, interpretada por Rosa Sánchez y Héctor Serrano. Y es que, como recordaba Terribas, «son las mujeres las que más sufren las situaciones de pobreza, exclusión y desigualdad». Este hecho es bien palpable en los proyectos que hasta ahora han recibido el apoyo económico y técnico de ‘Lliures’.

Wendy Espinosa, miembro de Mujeres Pa’lante, explicaba como el apoyo del proyecto les ha permitido constituirse como cooperativa, dándoles también asesoramiento que va desde aprender a hacer las escrituras hasta moverse en el mercado económico actual. «Nuestra cooperativa, la cocina… Ha nacido con ‘Lliures’, pero queremos crecer», explicaba Espinosa, «no estamos nunca tranquilas ni satisfechas porque siempre hay ideas y necesidades».

Judit Font, del grupo motor del Ateneu Coma Cros de Salt, explicaba como necesitaban un lugar donde encontrarse todas las vecinas y organizarse. Aunque el Ateneu «no puede modificar directamente la vida de las personas, puede generar la perspectiva de trabajo en común para cambiar», decía. En su espacio tienen desde clases donde enseñan lo que es necesario para obtener la nacionalidad española hasta corales de toda la vida de Salt. «Queremos ir creciendo pero siempre mirando lo que tenemos a nuestro alrededor», añadía Fuente.

Julia Hernandez, trabajadora del Lokal de Lola no estás sola, donde han ayudado en los últimos dos años a más de 100 mujeres del área metropolitana sin hogar o con vivienda insegura por relaciones de violencia, explicaba cómo de necesaria es la financiación para mantener el local y el hogar que tienen con el objetivo final de «que no haya ninguna mujer en la calle».

Rosa García, Presidenta de Escudella Solidària, una asociación que incluye personas de 79 nacionalidades en el barrio de Santa Eugenia de Girona, explicaba que sus clases de informática, de lengua, pero también sus asambleas y espacios de coordinación son un punto de encuentro intergeneracional e intercultural. «Ahora queremos dinamizar los huertos municipales que hay alrededor, para transmitir los saberes del campo de la mejor manera que sabemos, juntándonos», finalizaba García.

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