Carme Diaby sufrió abusos sexuales por parte de un conocido de su familia durante su infancia, de los cinco a los doce años. Su historia, por desgracia, no es una historia atípica. Los datos pueden variar dependiendo del país, pero se estima que una de cada cinco chicas ha sufrido algún tipo de abuso sexual durante su infancia. Este tema, sin embargo, continúa siguiente extremadamente tabú en nuestras sociedades.
Carme rompe con este silencio cómplice y explica algunas partes de este proceso: porqué razón no concebía los abusos como algo extraordinario durante los primeros años y en qué momento tomó conciencia de lo que significaban estos abusos; la dificultad de arrastrar una culpabilización, o la importancia de recurrir a la asistencia psicológica para lidiar con los traumas, a la vez que envía un mensaje de esperanza: se puede salir.


