Catorce chicos y chicas del Instituto Bernat Metge se preparan para entrar en escena. En el marco del proyecto DECIDES Europe, alumnos de este instituto del distrito de Sant Martí de Barcelona han creado una obra de teatro que reflexiona en torno a la violencia machista. Llevan preparando este proyecto muchos meses, y es por eso que los nervios están a flor de piel: lo presentan ante el resto de alumnos de su curso y lo quieren hacer bien. Más adelante, también actuarán en otros espacios del distrito.

El proyecto tiene como objetivo combatir la violencia de género a través del teatro foro y las artes plásticas. Agrupa jóvenes de entre 15 y 18 años de tres países europeos, Dinamarca, Rumanía y España, que se encargan de idear y preparar todos los aspectos de una obra de teatro, incluyendo el guión, vestuario, escenografía y la música. Así, mediante este proceso creativo, se pretende sensibilizar a los jóvenes sobre todas las formas, causas y consecuencias de la violencia machista, proporcionando herramientas para reconocerla y prevenirla.

En el caso de los chicos y chicas del Instituto Bernat Metge, la obra de teatro trata, a partir de diversas escenas cotidianas, temas como las etiquetas y los roles de género o la presión social a la que se ven sometidas las chicas. «Una de las protagonistas, por ejemplo, se siente insegura porque la rechazan por su físico. Con esto queremos criticar los cánones de belleza», explica una de las chicas participantes. «Contamos situaciones que nos pasan el día a día, basándonos en nuestra propia experiencia», añade.

Según los jóvenes participantes, el proyecto les ha hecho cambiar su percepción y manera de pensar respecto a la violencia machista. «Ahora tenemos presentes actitudes machistas que antes no veíamos y quizás vigilaremos más a la hora de actuar o hacer algunos comentarios», señala otra de las participantes. Así, algunas actitudes que antes las tenían normalizadas, ahora las saben identificar como violencia de género. «Se les ha despertado una cierta conciencia. Esto puede permitir prevenir situaciones de violencia machista», explica Alex Noguerol, profesor del Instituto Bernat Metge y uno de los coordinadores de la iniciativa.

Eva Navas, también profesora del Instituto Bernat Metge, coincide con su compañero, y pone como ejemplo una situación en la que se encontraron con el grupo en Rumanía donde, en el baño de las chicas de un restaurante, había unos mensajes sexistas. «Salieron del lavabo súper enfadadas. En otra ocasión se lo hubieran tomado como una broma de mal gusto pero, en cambio, se lo tomaron desde una perspectiva de violencia hacia las mujeres», explica Navas.

Coordinadors del projecte durant un assaig | Èlia Pons

 

El proyecto potencia la creatividad de los jóvenes y sus habilidades sociales, por el hecho de tener que presentar la obra de teatro ante un gran público. «Es muy importante alimentar intelectualmente los jóvenes con proyectos como este. Los estás proponiendo un reto muy grande y con mucha profundidad detrás», señala Guillermo Marcel, director del instituto.

DECIDES Europe, cofinanciado por el programa de Igualdad, Derechos y Ciudadanía de la Unión Europea, comenzó en septiembre de 2018 y finalizará en septiembre de 2020. Está coordinado por Interarts, en cooperación con la Asociación Travi (España), la Asociación Transcena (Rumanía) y el Kvindemuseet y Danmark (Dinamarca).

Intercambio de ideas y contraste de realidades

Aparte del Instituto Bernat Metge, en el proyecto ha participado un instituto de Madrid, uno de Bucarest, en Rumania, y uno de Aarhus, en Dinamarca. Cada grupo de jóvenes ha elaborado una obra de teatro y se han producido varios encuentros para que los chicos y chicas se conozcan, compartan opiniones y muestren el trabajo que han ido haciendo en el marco de la lucha contra la violencia machista en los talleres de teatro. En octubre del año pasado tuvo lugar el primer encuentro, en Bucarest, y en noviembre los jóvenes de las cuatro ciudades europeas se reencontraron en Madrid. El próximo 9 de marzo tendrá lugar un último encuentro en Aarhus.

En estas estancias, los jóvenes han podido practicar el inglés, al tiempo que han conocido otras culturas. También se han podido enterarse de los diferentes contextos culturales, sociales y políticos de los tres países participantes. «Cuando fuimos Rumanía, nuestro grupo y el de Madrid alucinaron, para que los jóvenes de allí trabajaban la perspectiva de género a partir de situaciones que había aquí hace veinte años, como el hecho de que en una familia sólo trabajara el hombre », explica Navas. El intercambio de ideas que se hace en los debates posteriores a las representaciones teatrales, según los coordinadores, es muy positivo. «Ver otros escenarios y realidades y conocer otras perspectivas es muy enriquecedor para los jóvenes», comenta el director del Instituto, Guillermo Marcel.

A pesar de las diferentes realidades y contextos locales de los tres países participantes, los organizadores del programa detectaron que existen varios problemas comunes, como por ejemplo la normalización y aceptación soy y al de los roles de género tradicionales y los discursos sexistas y la capacidad limitada, tanto por parte de los jóvenes como del profesorado, para diferenciar los tipos de violencia e identificar posibles casos.

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