La epidemia de coronavirus está demostrando las caras más extremas de solidaridad y del egoísmo social vez. El personal sanitario está trabajando para atender a los enfermos con riesgos de contraer el virus -como ya ha pasado. Es importante reconocer la gran labor que están realizando para minimizar los efectos letales del virus.

Por ello, es necesario que la población siga las instrucciones de las autoridades sanitarias. En los centros de trabajo se deben seguir las pautas de prevención para combatir el contagio de virus y realizar todos los esfuerzos ante esta amenaza grave a la salud pública: es nuestra responsabilidad individual adoptar medidas de autoprotección para nosotros y nuestros contactos.

Pero, ante estos comportamientos responsables solidarios, nos encontramos que algunos poderes económicos, como el Fondo Monetario Internacional o algunas patronales, haciendo gala de la deshumanización más grande, se atreven a plantear medidas para sacar rédito económico de esta crisis de salud pública, proponiendo flexibilizar el despido o congelar el proceso de revisión de la reforma laboral.

En consecuencia, desde la USOC asumimos que estamos ante una grave crisis de salud pública que hay que cortar con todos los medios disponibles. Esta es la lucha prioritaria y debe derivar en medidas de índole económica para disminuir los efectos económicos negativos y evitar la destrucción de puestos de trabajo y poner las bases para la recuperación del crecimiento una vez superada la crisis sanitaria, con medidas de carácter financiero, etc.

No aceptaremos que, aprovechando una crisis sanitaria, se recorten derechos, se impongan medidas autoritarias o se pospongan decisiones para combatir las desigualdades sociales.
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