El confinamiento en casa a causa del coronavirus está potenciando las múltiples posibilidades para disfrutar de la lectura. Aunque las librerías han cerrado, la mayoría siguen abiertas de forma digital, al igual que las editoriales. Así, la compra online es una buena alternativa para adquirir libros estos días de confinamiento. Y, si no se tiene prisa y, ya que durante el confinamiento no habrá tiempo de leer todos los libros que tenemos en la lista, también se pueden adquirir a través de la iniciativa Llibreries Obertes, que facilita comandas que se podrán recoger en librerías pequeñas (eso sí, sólo en Catalunya), después del confinamiento, de tal manera que éstas puedan sobrevivir al desbarajuste económico.
Más allá de la compra, y también con el objetivo de hacer accesible la lectura a todos, eBiblio Catalunya es el servicio de préstamo gratuito de libros electrónicos dirigido a todos los usuarios con carné de las bibliotecas públicas de Catalunya. A la hora de elegir. Realidad o ficción. Esa es la cuestión. Autores de todas las épocas, tiempos y lugares, han reflexionado sobre cómo las personas reaccionamos ante diferentes crisis a través de futuros distópicos, pasados remotos y presentes apocalípticos. A continuación, una selección de títulos recomendados:
El coronavirus hace 350 años
Curiosamente el primer párrafo de Diario del año de la peste (Impedimenta) de Daniel Defoe señala que la plaga “había sido introducida, según unos desde Italia, según otros desde Oriente”, y cuenta cómo el gobierno se prepara en secreto para evitarla, los primeros muertos en Londres, franceses, o cómo hay gente que se muda y la extiende. Y cómo descubren en un cierto momento “que la epidemia se había extendido hasta tal punto que ya no había esperanzas de que pudiera ser dominada”.
La novela es una relato ficticio de las experiencias de un hombre durante el 1665, en el que la ciudad de Londres sufrió el azote de la gran plaga. El libro es narrado cronológicamente de forma aproximada, aunque sin secciones ni capítulos. En el libro, Daniel Defoe dedica grandes esfuerzos para lograr un efecto de verosimilitud, identificando determinados barrios, calles e incluso casas donde los sucesos tuvieron lugar. Además, proporciona tablas de cifras y analiza la credibilidad de varios recuentos y anécdotas recibidas por el narrador.
Defoe, mucho más conocido como autor de Robinson Crusoe, escribió este librito tardío con la intención de dejar constancia de las miserias, y las pocas virtudes, que una epidemia conlleva. Poco podíamos imaginar hace solo unos meses que este libro podría ser también para nosotros un espejo, 350 años después de los hechos relatados.
Confinamiento existencial
Junto a El extranjero, es una de las grandes obras de Albert Camus, ganador del Nobel en 1957. Una década antes de obtener el máximo galardón literario publicó La peste (Folio), donde un testigo relata una epidemia que sacudió la ciudad de Orán, en Argelia. El autor le pone voz a cada uno de los personajes -desde médicos y turistas a fugitivos- que estuvieron involucrados en lo que significó la enfermedad para el pueblo. Aunque la obra está ambientada en el siglo XX, debido a los orígenes argelinos del autor, los biógrafos relacionan muchos aspectos con la epidemia de cólera que azotó a Orán en 1849 después de la colonización francesa.
Si bien el ritmo de esta enfermedad incontrolable y desconcertante mueve el ritmo de la novela, el fondo de la cuestión es cómo las personas se enfrentan al absurdo, a lo imprevisible, al desalentador, cuando sus creencias y certezas fallan. La peste, una de las grandes obras del existencialismo literario, volvió con fuerza después de la aparición del coronavirus y en algunos países, como Italia, encabeza la lista de los más vendidos después de décadas.
Aislamiento, privación y soledad
El peso de la nieve (Seix Barral), la segunda novela de Christian Guay-Poliquin, le ha convertido en un fenómeno literario en Canadá, aclamado por el público y la crítica. En una región boscosa y remota que ha quedado aislada por un apagón eléctrico general y un invierno de intensas nevadas, un joven se recupera de un grave accidente de tráfico. Su vida ha quedado a cargo de Matthias, un hombre taciturno que acepta cuidar de él a cambio de avituallamiento y la promesa de una plaza en el primer convoy que con la llegada de la primavera saldrá hacia la ciudad, donde la espera su mujer enferma.
Retenidos por el invierno implacable, deberán afrontar juntos el frío y el aburrimiento mientras su relación se mueve entre la desconfianza y la necesidad que tienen el uno del otro para sobrevivir. El peso de la nieve es una exploración hipnótica sobre el aislamiento y la privación, un relato incisivo y un himno a la resiliencia que toma forma de thriller psicológico. Christian Guay-Poliquin ha escrito una novela premonitoria en que una naturaleza revuelta pone a prueba la relación entre la voluntad del hombre y la fuerza de los elementos.
Sobre la humanidad de los humanos
La gran novela Ensayo sobre la ceguera (Alfaguara) de José Saramago, que alcanzó el Nobel en 1998 -tres años después de la publicación de este libro-, no es solo una gran oportunidad para ingresar a un registro literario único, sino también a una historia tan potente como atrapante. El autor definía esta obra como “la novela que plasmaba, criticaba y desenmascaraba a una sociedad podrida y desencajada”. Y para hacerlo plantea una sociedad en la que de la noche a la mañana las personas pierden la visión, salvo -claro- por la protagonista que narra los eventos.
Esta pérdida funciona como metáfora moral en un momento de la historia en que lo exterior, lo que se muestra, resulta más importante que lo interior. Ensayo sobre la ceguera no sólo se recrea con lo que le sucede a las personas en su vida cotidiana, sino también las medidas desesperadas del Estado para controlar una peste de la que no conoce absolutamente nada. La soledad de un grupo de personas que debe enfrentar una cuarentena violenta y cruel saca el mejor aspecto de todos, el de la solidaridad, aunque para eso deban suceder muchas, muchas cosas. Este libro conforma, junto a Ensayo sobre la lucidez, El hombre duplicado y La Caverna, una saga de historias profundamente críticas y acertadas hacia la sociedad actual.
Culpa, prejuicios, racismo y discriminación
Némesis (Montadori) es la última novela escrita por Philiph Roth. La obra integra el elenco de las novelas con las que el gran escritor nos iluminó en los últimos años de su vida, desde el momento en que -obligado por la edad y la falta de recursos físicos- tomó la decisión de comprimir historias e ideas para poder desarrollarlas con la misma fuerza con las que antes llevaba adelante historias voluminosas y riquísimas en su trama y complejidad. En plena Segunda Guerra, Bucky Cantor es un joven judío, líder comunitario en Weequahic, Newark (escenario de la mayoría de las historias de Roth).
Por problemas en la vista no pudo alistarse en el ejército y no ha ido al frente, por lo que se siente disminuido frente a sus pares y también frente al mundo. Es verano, él tiene a su cargo a un grupo de chicos en una colonia y llega hasta ellos la epidemia de polio. Algunos de sus chicos mueren víctimas de la enfermedad. Su novia es Marcia, hija de un médico a quien Bucky admira con toda su alma, por lo que ella es no solo su amor sino una promesa de promoción social y vital. En plena crisis social por la polio, Marcia lo invita a salir de la zona apestada, lo invita, de alguna manera, a salvarse.
Némesis es una gran novela sobre la culpa, sobre los prejuicios, el racismo y la discriminación y es, también, un exquisito ejercicio narrativo ya que quien cuenta la historia, muchos años después, es uno de los chicos cuidados por Bucky Cantor que contrajo la polio…
La crisis como excusa para una doctrina del shock
Dice Naomi Klein que la estrategia de la doctrina del shock, ideada por el economista Milton Friedman y puesta en práctica por sus poderosos seguidores -desde presidentes estadounidenses hasta oligarcas rusos, pasando por dictadores del Tercer Mundo, catedráticos de universidad o directores del Fondo Monetario Internacional-, consiste en “esperar a que se produzca una crisis de primer orden o estado de shock, y luego vender al mejor postor los pedazos de la red estatal a los agentes privados mientras los ciudadanos aún se recuperan del trauma, para rápidamente lograr que las “reformas” sean permanentes”.
La doctrina del shock: El auge del capitalismo del desastre (Booket) es una historia sobre el libre mercado y cómo el capitalismo se ha usado como herramienta para ejercer violencia contra el individuo. Una de sus conclusiones es que las empresas deben ser controladas antes de que acaben con el planeta. Klein llama “capitalismo del desastre” a los ataques “contra instituciones y bienes públicos, siempre después de acontecimientos de carácter catastrófico”. La idea es aprovechar el shock de un desastre y crear “atractivas oportunidades de mercado” que, con ciertos cambios económicos, beneficien a unos pocos. Las medidas habituales suelen ser impopulares, pero ante ciertas condiciones de shock, la población suele aceptarlas sin rechistar.
Ciencia ficción con aroma de crítica social y política
Los desposeídos (Minotauro) es una profunda crítica social y política a través de la mirada única de Ursula K. Le Guin, elogiada desde el feminismo, el pacifismo y el ecologismo. Una novela imprescindible, de una profunda crítica social y política, escrita con la habilidad y el detallismo del que sólo es capaz la escritora californiana. Shevek, el protagonista, es un físico que intenta desarrollar una teoría temporal general.
Anarres, su planeta, es en teoría una sociedad sin gobierno o instituciones autoritarias. Pero haciendo investigación, se va dando cuenta de que la revolución que creó este mundo está estancada, rodeada de muros que deberá derribar. Las estructuras de poder comienzan a surgir allí donde no había. En este momento decide emprender un viaje muy arriesgado el planeta original, Urras, buscando un diálogo abierto entre los dos mundos para poder divulgar sus teorías libremente fuera de Anarres. La novela detalla la lucha para liberarse que debe llevar a cabo tanto en Urras como en su propio mundo, Anarres.
Una historia terrible explicada con palabras amables
En 1951 John Wyndham publicaba una novela que, con el título El día de los trífidos (Clásicos Minotauro) cuenta la historia: “Bill Masen se encuentra en un hospital de Londres con la cabeza vendada y se pierde la lluvia de meteoritos más espectacular que se haya podido ver nunca. Pero cuando finalmente se quita las vendas de los ojos, a la mañana siguiente, se encuentra que un extraño silencio se cierne sobre la ciudad y en las calles sólo hay personas ciegas que rodean, desorientadas, y huyen de los trífidos, unas plantas grotescas y peligrosas de más de dos metros de altura. Pronto se topará con la Josella, otra afortunada que también ha conservado la vista, y juntos tratarán de sobrevivir, conscientes de que el mundo que conocían no hace ni veinte y cuatro horas ha desaparecido para siempre.”
Estamos, pues, pegados a una historia que, a imagen y semejanza de la famosa La guerra de los mundos que Herbert George Wells publicó en 1898, nos plantea un futuro en un mundo que debe reinventarse, que debe encontrar nuevas normas y reglas ya que las viejas ya no sirven. Dicen algunos que Manuel de Pedrolo se inspiró en esta obra para hacer su Mecanuscrito del segundo origen (Anaya). Sea verdad o no, esta literatura fantástica juvenil, de una manera u otra, lleva implícita una buena dosis de crítica social.
La esperanza exige acción
“La violencia es el poder del estado, la imaginación y la no-violencia es el poder de la sociedad civil”. Son palabras de la activista, historiadora, periodista y escritora Rebecca Solnit extraídas del libro Esperanza en la oscuridad (Capitán Swing) que está llamado a ser el manifiesto capital del activismo en el siglo XXI. Solnit escribe de manera lúcida y emocionante a favor de la esperanza como motor de cambio. La autora dibuja un gran panorama histórico del activismo, desde la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos o la caída del muro de Berlín, hasta las movilizaciones sociales más recientes. Y sabe poner en valor los logros alcanzados y las enormes repercusiones positivas que estas acciones han tenido para el conjunto de la sociedad y del mundo.
Siguiendo los pasos de los grandes pensadores como Woolf, Gandhi, Benjamin y Havel, Solnit nos ilumina a través de la oscuridad y nos guía de manera entusiasta hacia un compromiso político efectivo y profundo: “La esperanza exige acción; la acción es imposible sin esperanza.” La autora está convencida de que para conseguir todo lo que deseamos es necesario un compromiso político efectivo y profundo. Añade que todos y cada uno de nosotros estamos obligados luchar por los derechos civiles y hacer frente al cambio climático, un problema real e implacablemente. Nadie puede quedarse al margen. Según ella, muchos activistas consideran que “cuando se reconoce una victoria, la gente deja de luchar”. Por lo tanto, ¡ni un paso atrás!
