Una vez más ha tenido que ser la crisis de este virus la que ha puesto sobre la mesa, de una manera explosiva, la emergencia de la situación de las condiciones sanitarias (y otras) de las residencias de ancianos. Situación ya denunciada reiteradamente por algunos de los afectados, usuarios, familiares y trabajadores de los mismos centros.

Hablaré del caso de Barcelona ciudad, que es el que conozco, pero seguro que es extrapolable a toda Catalunya. En Barcelona tenemos unas 260 residencias de ancianos con unas 20.000 plazas (y con mucha lista de espera para ingresar). Casi todas concentradas en los barrios del norte: Eixample, Horta-Guinardó y Sarrià-Sant Gervasi. 4 son municipales, las otras son privadas y algunas de ellas concertadas por el Departament de Treball i Afers Socials de la Generalitat.

Según los datos del Consorcio Sanitario de Barcelona del 2 de abril, sobre el seguimiento de la Covid-19, un 63% de las residencias geriátricas de Barcelona ciudad están afectadas por el virus, con 1.200 profesionales contagiados, 925 casos de afectados entre los residentes, 92 de ellos en hospitales y 115 muertes. Esto es un desastre.

Centraré el análisis al tema de asistencia sanitaria. Existen actualmente tres redes de asistencia sanitaria en las residencias, no coordinadas ni integradas (ni personalmente ni informáticamente) con el Sistema público de Salud:

  1. Unas residencias (la mayoría) manifiestan tener un sistema de atención sanitaria propio, pagado por los propietarios, con más o menos dedicación y competencias.
  2. Existe una Red de EARs (Equipos Asistenciales a residencias) concertado por el Departament de Treball i Afers Socials en entidades privadas. Las funciones de los EARS son (teóricamente) atención primaria de los residentes, prescripciones farmacológicas, petición de algunas pruebas diagnósticas (como los EAP) derivación a otros dispositivos sanitarios. El ejemplo de MUTUAM, concertado en Barcelona, ​​tiene la mitad de las plazas de la ciudad con 40 equipos, con unos 2,5 millones anuales de conciertos (además del concierto de PADES).
  3. Red de PADES territorial (cuidados paliativos) es un servicio asumido por algunas entidades públicas (sociosanitarios) y privadas, concertadas. Además, algunos Equipos de Primaria (EAP) asumen la atención sanitaria de las residencias de su territorio (como debería ser en todos).

En conclusión: Existen tres redes, además de algunos equipos de Primaria, de atención sanitaria a residencias, redes no integradas ni coordinadas, sistema en teoría con bastante recursos económicos pero poco eficiente y con calidad puesta en cuestión, y más en los momentos de crisis sanitaria.

La demanda reiterada al CatSalut es hacer un plan para integrar la atención a la salud de las residencias a los Centros de Atención Primaria públicos de su territorio. Al igual que las médicas de familia y enfermeras atienden en el CAP o domicilio a las personas del territorio. Asegurando la continuidad asistencial por un mismo equipo, la unidad de sistemas de información con la historia clínica compartida y la relación ya existente entre el CAP y el hospital del territorio.

Esto significa revertir todas las externalizaciones existentes y pasar sus recursos y los que haga falta a la Atención Primaria. 20.000 residentes, de momento, se necesitarían unas 25 médicas y 25 enfermeras más en la Primaria de Barcelona repartidas en los CAPs según número de residentes del territorio.

Ahora, urgente atender la emergencia, de los 18 centros de categoría C que dicen estar en peores condiciones por espacio y número de afectados (de residentes y trabajadores) por el virus, derivación a otros centros en condiciones, aumento de personal y condiciones de trabajo seguras, etc. Después, atención urgente a los otros 50 centros también en estado crítico según el CSB. Y para después de la alarma poner en marcha el nuevo plan de atención sanitaria. En este tema las propuestas de la artículo reciente Rafael Barba al Diario de la Sanidad parecen muy interesantes. A ver si la crisis del virus nos sirve de una vez para hacer las cosas bien hechas. Como hemos visto, nos va la vida.

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