Desde el primer día del confinamiento, una de las reacciones mayoritarias fue la de hacer actividad física y deporte. Las redes sociales nos mostraron infinidad de vídeos que ofrecían diversas maneras de practicarlos y variedad de ejercicios y propuestas de planificación. Probablemente se pretendía una distracción, mostrar un grado de creatividad o imaginación; en definitiva, ofrecer una opción de entretenimiento.

Pero en realidad lo que estábamos haciendo, consciente o inconscientemente, era proteger nuestra salud, algo que desatendemos a veces y que pensamos que sólo es posible cuidar a través de la estructura sanitaria. Que el deporte es un servicio público indispensable es un tema que aún no está arraigado en el conjunto de la sociedad ni en la mayoría de las instituciones. Ir al gimnasio otorga cierto “crédito” de persona saludable y, por el contrario, según como se presente y en qué escenario se produzca podría alcanzar la categoría de “práctica pija”.

El deporte es probablemente la herramienta cohesionadora más potente que tenemos. En los momentos que este país vivía en la oscuridad, se tejía comunidad en los bares de los barrios en los que tantas entidades y clubes deportivos se forjaron, así como participar en ligas de competición permitía desplazarse a otros puntos de la ciudad y conocer nuevos barrios y localidades próximas.

En los momentos que este país vivía en la oscuridad, se tejía comunidad en los bares de los barrios en los que tantas entidades y clubes deportivos se forjaron

Pero no había plena conciencia de que, por encima de todo, el deporte es salud y en este sentido es más necesario que nunca concretar políticas transversales con salud, emergencia climática, educación-deporte y escolar. El coronavirus ha ocasionado efectos demoledores en nuestra salud y para protegerla, el deporte debe estar en el centro de cualquier propuesta, porque el confinamiento ha ocasionado el cierre de instalaciones deportivas y privadas con el consiguiente freno total de la actividad física.

Con la fase de desescalada la práctica deportiva ha vuelto a aflorar de manera explosiva, el deporte nos reafirma que es salud, vida, alegría, solidaridad, que en estos momentos tenemos que tratar como un tesoro.

El cierre de instalaciones deportivas ha causado grave impacto en el conjunto de unos 4.000 trabajadores del sector en la ciudad y ha extendido su impacto a unos 25.000 de manera indirecta.

Share.
Leave A Reply