Una Editorial publicada recientemente sobre Covid-19 e infancia resume con claridad lo que está sucediendo con la infancia en esta pandemia: “la población infantil se somete a riesgos con el objetivo de reducir la expansión de una enfermedad que produce daños en los adultos” (1) .

Hay muchas incertidumbres respecto de las vías de transmisión de la Covid-19, la inmunidad y su duración, etc. Entre los primeros resultados que se han comprobado y repetido en todos los países, los y las menores de 15 años presentan una incidencia acumulada, gravedad, y letalidad mucho menor que el resto de población. Los resultados de la primera etapa del estudio de prevalencia realizado en España indican que los y las menores presentan menor prevalencia de anticuerpos IgG (2).

En este estudio los primeros resultados muestran que en menores de 1 año la prevalencia de IgG fue de 1,1%; entre 1-4 años de 2,2%; de 5 a 9 años 3% y de 10- 14 años 3,9%, mientras que en la población general fue de 5%. Estos datos, y los resultados preliminares de las revisiones basadas en las primeras curvas epidémicas en China, Corea, y el resto del mundo (3, 4) refuerzan la idea de que la población infantil sufre menos y con menos gravedad la enfermedad, y además, como “vector de transmisión” lo son menos que los adultos.

El cierre de los colegios fue una de las primeras medidas de aislamiento que se tomaron en la mayoría de países del mundo afectados por la pandemia. Es muy probable que esta decisión estuviera basada en epidemias anteriores como la de la gripe, y en la idea preconcebida de que los menores son importantes “vectores de transmisión”. Sin embargo, además de los datos mencionados que contradicen estas ideas, según una revisión sistemática, el cierre de colegios como medida única reduce la mortalidad general entre 2 y 4% de las muertes, mucho menos que otras medidas de distanciamiento (5).

En las siguientes etapas hay que tener cuidado de no estigmatizar a los niños y niñas, y menos cuando este estigma no está basado en evidencias científicas. Y no adoptar medidas que se sabe que tienen claros y conocidos efectos adversos en la población infantil

Antes de la pandemia, España presentaba uno de los porcentajes más elevados de riesgo de pobreza infantil, abandono escolar precoz, y mayores desigualdades en los determinantes sociales de la salud infantil de Europa (paro familiar, familias monomarentales sin recursos, etc). Las medidas de aislamiento social adoptadas han aumentado y aumentarán aún más estas desigualdades en el corto, medio y largo plazo si no se adoptan medidas urgentes para paliarlas.

Los y las menores de familias más pobres tienen menos recursos, pueden depender de las comidas escolares y los parques infantiles para hacer ejercicio, tienen menos probabilidades de tener acceso apropiado a Internet y espacio suficiente para permitir el aprendizaje y el acceso a recursos adicionales para apoyar otras actividades. A ello se suman los daños adicionales debido al aislamiento social, la falta de la acción protectora de la escuela, el aumento de la ansiedad y los problemas de salud mental, las agresiones y la violencia doméstica, y el maltrato infantil. Y esto coincide con un desajuste entre las necesidades y la provisión de servicios sanitarios, educativos y sociales. Esto es particularmente cierto para la población infantil más vulnerable.

Pretender adoptar distancias de seguridad entre menores y evitar que interactúen sin buscar alternativas es como proponer retomar el fútbol pero sin balón

Es inaceptable alejar a los menores del contacto con sus iguales, de un ambiente que posibilite la convivencia y de un contexto cultural enriquecedor. Pretender adoptar distancias de seguridad entre menores y evitar que interactúen durante el período escolar sin buscar alternativas más cercanas al normal crecimiento y desarrollo infantil, para hacer un símil con cuestiones actuales, es como proponer que se reanude el fútbol pero sin balón.

Parece necesario recordar ahora los Derechos del Niño declarados en 1989. El artículo 3 propone que “en todas las medidas concernientes a los y las menores que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, el interés superior de los niños y las niñas será la consideración primordial a la que se atenderá”(6).

En conclusión, se propone hacer una llamada urgente a quienes toman las decisiones, a la sociedad en general a que que se escuche la población infantil para que defiendan sus derechos a una educación infantil y de adolescentes equitativa en el contexto actual. Se debería revisar la factibilidad de reducir el número de alumnos por clase y aumentar los espacios necesarios sin que aumenten las desigualdades en el acceso a la educación; darle voz a los menores en la toma de decisiones, y buscar las alternativas necesarias y suficientes para la adopción de las medidas de promoción y protección de la salud infantil (higiene de manos, desinfección, etc.).

Estas decisiones deberían basarse en la mejor evidencia científica disponible, y equilibrar los derechos de los niños con los efectos individuales y sociales de las medidas propuestas.


Bibliografía

1) Esther Crawley, Maria Load, Gene Feder, Stuart Logan, Sabi Redwood, John Macleod. Wider colateral damage to children in the UK because of the social distancing measures designed to reduce the impact of Covidien-19 in adultos. BMJ Paediatric Open 2.020; 4: e000701. doi: 10.1136 / bmjpo-desde 2020 hasta 000.701
2) Instituto de Salud Carlos III. Ministerio de Sanidad. Estudio ENE-COVID19: primera ronda. Estudio Nacional de sero-epidemiología. Informe preliminar 05/13/2020 .
3) Luis Rajmil. The role of children in the transmisión of the Covidien-19 Pandemic: a scoping review (en revision).
4) Jonas F Ludvigsson. Children are unlikely to be the main drivers of the Covidien-19 pandemic- a systematic review. Acta Paediatr 2020
5) Russell M Viner, Simon J Russell, Helen Croker, Jessica Packer, Joseph Ward, Claire Stansfield, et al. School closure and management practices during coronavirus Outbreak including Covidien-19: a rapid systematic review. Lancet Child Adolesc Health 2.020; 4: 397-404
6) Naciones Unidas. Convención sobre los Derechos del niño. Naciones Unidas; 1.989 .

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