La plaforma Marea Blanca de Lleida, en defensa de la sanidad pública, convocó anoche una cacerolada en balcones y calles de Lleida bajo la premisa “La vida antes que el capital”. La convocatoria también quería exigir a los gobiernos y al ayuntamiento que dejen de desviar hacia la gente la responsabilidad y se realicen políticas en clave de salud pública.

Multiplicar así el personal de salud pública para hacer seguimiento y prevención, establecer medidas sociales para los temporeros, realizar inspecciones a las empresas de riesgo y reducir el tiempo de comunicación de resultados PCR y de aviso a contactos son las cuatro demandas principales.

Hablamos sobre todo ello con Gerard Sala, portavoz de la Marea Blanca de Lleida.

¿Qué análisis hacéis del trabajo realizado desde el govern desde la Marea Blanca? ¿Qué situación hay en los hospitales y en la Atención Primaria y Comunitaria?

Durante estos días nosotros donde hemos puesto el acento no es tanto en la respuesta hospitalaria, que también, porque ya es donde lo hacen los medios, como es lógico, ya que son una gran respuesta. Nosotros hemos puesto hincapié en el cuestionamiento de las políticas de salud pública porque nos consta que, ya no sólo en Lleida, sino a nivel de todo el país, no se ha hecho el refuerzo que se dijo. Sin hablar de todo lo que significa el tema de Ferrovial y los rastreos… La Atención Primaria fueron apartados de hacer los rastreos pero no han dejado de asumir muchas cosas…

En este sentido hemos estado denunciando desde hace unos días qué políticas ha habido en cuanto a salud pública: la prevención, el control y en el caso de Lleida ya el rastreo de los brotes que haya habido. Este es uno de los primeros puntos de la cacerolada: cuestionar qué políticas de salud pública se están promoviendo y denunciar la falta de medidas de salud pública y rastreo.

En el cartel pedíais más personal

Es necesario un refuerzo del personal de salud pública. Ahora siguen trabajando en las unidades de epidemiología con la misma gente que tenían antes de la epidemia. El Departament de Salut no nos quiere decir cuánta gente trabaja pero seguro que muy poca. Además, aunque ahora nos digan que la transmisión es comunitaria y que prácticamente es imposible de rastrear y de decir de dónde vienen los focos, entendíamos como evidente que debería haber habido un refuerzo de personal y medidas en estas unidades.

En los centros por ejemplo sí han dejado espacios preparados para un rebrote en otoño pero no se tiene el personal contratado pues mucha gente que ha estado durante los últimos meses no tiene ya el contrato en curso. Lo mismo habrá pasado en salud pública

Ahora vemos con preocupación la salud pública no tanto la respuesta hospitalaria o los CAP. Son ellos quienes deberían estar rastreando o siguiendo cadenas de transmisión y eso no se está haciendo.

El profesor Àlex Arenas de la Universidad Rovira y Virgili decía que lo que se necesitaría serían miles de rastreadores. Y no sólo por el brote de Lleida sino en general. Por lo tanto, hay que separar la salud pública de las políticas de sanidad. Desde los CAP ven cómo funcionan las cosas y no pueden hacer los rastreos de los contactos de un positivo. La dinámica es que ellos llaman cuando eres positivo para avisarte, a las 48 h para ver cómo estás y luego al cabo de siete días. Te hacen el seguimiento a ti como usuario con COVID-19 pero esto no es un rastreo, no marca la cadena. Quién debe encargarse de ello es epidemiología y no lo están haciendo.

Siguiendo con las demandas de la convocatoria de ayer, un segundo punto era establecer medidas sociales para los temporeros

Sí. Medidas sociales básicamente significa vivienda y ayudas. Aquí hay muchas plataformas que lo trabajan. Algunos brotes han salido de empresas agroalimentarias en la Segarra y en el Segrià se ha visto más en la industria de frutas y hortalizas.

Se han mezclado situaciones de colectivos vulnerables que trabajan aquí como serían los temporeros que no tienen lugar donde dormir… Consideramos que aquí ha habido una falta de previsión y esto ha sido una crítica que desde el inicio de la campaña de la fruta en mayo se está haciendo. Las administraciones no están dando respuesta habitacional, que quieren decir albergues, ni tampoco ayudas destinadas concretamente al colectivo de temporeros.

Relacionando esta denuncia con el mecanismo de los rastreos, tampoco se está yendo directamente a analizar si estas empresas realmente están manteniendo las condiciones de seguridad laboral correctas

Absolutamente. Y justamente este es el tercer punto de nuestras demandas: inspecciones básicamente. Los compañeros de la CGT y la plataforma en defensa de los temporeros Fruita amb Justícia Social lo explicarán en rueda de prensa. Dicen que desde el inicio de la epidemia específicamente por el tema de condiciones sanitarias y salubridad sólo ha habido 4 inspecciones sanitarias. No sé decirte cuántas industrias hay en Lleida del mundo agroalimentario, cárnico y hortícola pero son centenares seguro por no decir miles. Por lo tanto, aquí también ha habido una desidia de la administración.

Creo que es evidente que pidamos inspecciones. Sí que es verdad que el govern dijo que era competencia del estado. Y sí, la inspección es competencia del estado pero es cierto que el govern podría hacer denuncia, que es el primer paso para que la administración estatal vaya.

Aun tenéis una cuarta demanda

Por último, entre las demandas también introducimos un punto más concreto del ámbito sanitario: para controlar los rebrotes o la trazabilidad de la cadena de transmisión. En Marea Blanca Lleida hay enfermeras, médicas y usuarios que tampoco somos especialistas en eso pero sí que estaría bien que en general las pruebas de PCR llegaran a las 48 h máximo. No sabemos si se puede reducir más pero, en todo caso, lo que sí estaría bien es intentar reducir después del resultado el tiempo que tarda epidemiología en llamar a los contactos directos. Las enfermeras de los CAP nos dicen que se hace a las 48 h como mínimo en Lleida y esto es demasiado. Por mucho que la persona afectada avise a sus contactos que se queden en casa, no hay una comunicación formal, una comunicación administrativa que informe también sobre qué debe hacer el contacto directo.

En el pico más alto de la epidemia, cierta gente que por condiciones sociales y de vivienda no se podía confinar en casa pudo hacer uso de los hoteles salud. Ahora en el momento que esto ha desaparecido vuelven a resaltar las desigualdades. Quizás donde más incida la COVID será a las familias con menos recursos. ¿Cómo debe vehicularlo esto servicios sociales?

En la primera rueda de prensa que hicieron después de la reunión de lo que llaman comisión de seguimiento lo hablaron. Allí es donde está el subdelegado de la Generalitat, el jefe de epidemiología de la región sanitaria, la gerente del ICS de la región sanitaria, los políticos y algún técnico. Justo dijeron esto: sea porque los temporeros es muy difícil saber dónde están, sea porque es población móvil o sea porque ha habido transmisión comunitaria, no sólo nos valdrá reforzar los urgencias del Hospital Arnau de Vilanova. Se debe hacer seguimiento del territorio en base a esto y con una coordinación con servicios sociales. Ellos lo dicen: con personal social, con gente que haga esta tarea comunitaria y esto no significa decirle al temporero que se debe cerrar en casa. Se debe hacer una labor de prevención y de control.

Una anécdota sobre un compañero donde queda manifiesto lo que hablamos: dijeron que comenzaba la campaña de tests entre los temporeros y montaron la gran carpa que tiene el SEM en una plaza muy céntrica y muy grande de Lleida. Les pregunté a compañeros de servicios sociales del ayuntamiento qué coordinación habían tenido con ellos. Hasta que no estuvo montada la carpa por sorpresa en medio del casco antiguo, no les dijeron que fueran a buscar temporeros para hacer las pruebas. Es significativo que sin que hubiera esta coordinación con servicios sociales como después se les hizo correr. ‘Hemos montado una gran carpa, una gran rueda de prensa y por lo tanto ahora hay que sacar la imagen que se están haciendo testeos’… Le pregunté a gente del SEM y de los 100 y pico que se pidieron para ese día, servicios sociales pudo hacer ir a 42 personas a hacerse las pruebas por haberlo hecho todo con prisas. El problema es que no hay una estrategia integrada en términos de comunitaria.

Existe la sensación de que se está improvisando y se van poniendo parches. Es evidente que no se podía prever pero ahora, que ya se llevan ciertos meses de recorrido, ¿podrían haber previsto ciertos escenarios para la campaña?

Siempre desde la Marea y desde los movimientos sociales lo hemos visto así. Es evidente que hay mucha cosa difícil de prever en situaciones así y también hemos sido cuidadosos a la hora de hacer cierta crítica de la administración y entender parte de la improvisación, pero hay algunas cosas por las que sí que no podemos pasar. En este sentido por ejemplo vuelvo al primer punto: el refuerzo de la prevención del servicio comunitario de salud pública. Claro que hay que reforzar la primaria y las urgencias, pero la Agencia de Salud Pública está muy mal. Una compañera me dijo que mirara las últimas convocatorias de empleo de Salut: de las últimas 23 ofertas, 8 son de salud pública. Proporcionalmente estaría bien, pero esto se traduce en el hecho de que sólo hay una por cada región sanitaria. Aparte, no se ha reforzado esta tarea de prevención que hace salud pública de manera sucifiente pero aparte de que en algunas regiones sanitarias no sólo no se ha reforzado esta tarea tan importante, además no se han cubierto bajas. Es una evidencia más de lo que se vive y no sirve que nos digan que es muy difícil de prever si tampoco responden ahora.

Share.
Leave A Reply