Académicos pertenecientes a diversas instituciones universitarias y vinculadas a la investigación y la divulgación científica han denunciado la “censura arbitraria” por parte de Facebook de publicaciones y blogs científicos alrededor de la emergencia climática. Así lo han hecho en un acto convocado por el Instituto Resiliencia, entidad dedicada a promover la investigación y difusión de la situación de emergencia climática actual, este martes 9 de septiembre en el Col·legi de Periodistes de Catalunya. Un amplio colectivo de científicos han firmado una declaración en la que critican esta censura por parte de la red social y destacan la importancia de la divulgación científica en torno al cambio climático.
El acto, bajo el título “Contra la censura arbitraria de Facebook en la divulgación de la ciencia académica”, ha contado con la participación de Virginia Soler, de Fridays for Future; Jordi Solé y Ollé, director del proyecto europeo Medeas sobre límites ecosistémicos; Javier Martín Vide, geógrafo y Coordinador del tercer Informe de Cambio Climático Catalunya; y Ferran Puig Vilar, divulgador científico y miembro del Consejo Rector del Instituto Resiliencia. Además, de forma virtual, han intervenido Antonio Turiel, físico e Investigador Senior del Instituto Ciencias del Mar, y Anastasio Urra, economista y profesor de la Universidad Valencia. El acto ha sido moderado por Olga Margalef, geóloga y profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Los académicos que han participado en el acto han remarcado la necesidad de incorporar más conocimiento científico en torno a la emergencia climática en los medios de comunicación convencionales y señalaron que la gravedad de la situación actual que genera el cambio climático es mucho mayor lo que se suele afirmar en estos medios. “Vivimos en un contexto de crisis ambiental y climática, pero con la paradójica contradicción que todo el volumen de conocimiento que hay tiene poca transmisión en los medios de comunicación”, explicó Olga Margalef, conductora del acto. Por este motivo, los firmantes de la declaración piden a los medios de comunicación que “empiecen a otorgar a estas perspectivas la importancia y la relevancia cruciales que se corresponden con la gravedad de la situación en que nos encontramos”.
A lo largo de la rueda de prensa se ha afirmado que la humanidad se encuentra ya inmersa en una crisis civilizatoria de origen cultural y moral sin precedentes y que la crisis económica y social en curso es una consecuencia de la crisis ecológica. “La crisis climática es un hecho que ya estamos sufriendo y la única salida puede ser rompiendo o reformulando el sistema actual e introduciendo cambios profundos en este”, remarcó Margalef.
Los participantes indicaron que la consideración de la información como “producto” impide que estas cuestiones, consideradas incómodas o inadecuadas para el propósito empresarial, lleguen al gran público y puedan ser objeto de debate abierto. Según Antonio Turiel, la censura de Facebook es “gravísima” y supone “un toque de atención para replantear nuestra relación con las redes sociales”. “Tenemos que buscar canales alternativos de divulgación, porque las redes sociales no son un servicio público, sino que siguen intereses privados”, ha sensato el físico e Investigador Senior del Instituto Ciencias del Mar.
En la misma línea se expresó Ferran Puig Vilar, quien ha vivido en primera persona la censura de Facebook en su blog de divulgación científica. El miembro del Consejo Rector del Instituto Resiliencia explicó que la red social califica toda la información climática de “opinión ‘, aunque se trate de informaciones validadas científicamente. “Detrás de esta red social hay empresas con intereses en contra de la información climática”, remarcó.
Los firmantes de la declaración han insistido en alejarse completamente de los planteamientos negacionistas y de todas las fake news que inundan las redes sociales, afirmando sus niveles de formación y capacitación. “No estamos especulando. Conocemos amplia y profundamente los fundamentos y las implicaciones de las proposiciones que enunciamos, y sabemos que las conclusiones que dominan el discurso de la sociedad no están fundamentadas en la mejor ciencia disponible en no tener en consideración suficiente los límites físicos y sociales”, señalan los firmantes de la declaración.
