El número de personal sanitario muerte debido a la Covid-19 crece a un ritmo amenazador. Así como la pandemia ha cambiado de foco -d’Europa en América, especialmente la central y del sur-, el número de facultativos que ha muerto después de infectarse ha crecido exponencialmente. Si a mediados de julio Amnistía Internacional cifraba en 3.000 el número de personal sanitario muerto por Covid-19, ahora publica un informe que eleva el dato a 7.000 profesionales.

La ONG alerta, además, que “es probable que las cifras sean significativamente inferior a las reales, dado que muchos de los países incluidos en el análisis la información es insuficiente”. Además, también avisan que “las cifras no siempre son comparables entre Estados dado a los diferentes métodos para recopilar datos y la definición de personal sanitario que se utiliza en cada país”.

El aumento de casos se debe a “la disponibilidad de nuevas fuentes de datos” y al ensañamiento que la pandemia tiene en algunos países en concreto, a menudo con mucha población y una alta concentración de habitantes en las grandes ciudades. El paradigma es México, el Estado que encabeza la triste lista con 1.320 decesos confirmados debido a la Covid-19, según asegura Amnistía Internacional al nuevo informe. Además, casi 100.000 sanitarios han infectado, según los datos oficiales del Ministerio de Salud mexicano.

Amnistía pone el foco en concreto al personal de limpieza de los centros hospitalarios de México, que considera especialmente vulnerable a la Covid-19: “Muchos limpiadores y limpiadoras están subcontratados, lo que significa que tienen menos protección”, denuncia la organización. De hecho, Amnistía dio voz en julio a un médico mexicano que aseguraba que deben destinar un 12% de su sueldo a la compra de EPIs para atender a la población con seguridad.

AI exige condiciones de trabajo seguras

En la clasificación, detrás de México, están los Estados Unidos de América, Brasil y Rusia con 1.077, 634 y 631 decesos entre los sanitarios para Covid-19, respectivamente. Estos son casos, explica Amnistía, de estados “donde las tasas de infección y muerte han sido altas durante toda la pandemia”. Con todo, también ocupan las primeras plazas países “donde las tasas de infección se han disparado en los últimos meses”. Destacan la India (573) y Sudáfrica (240).

“El número de muertos entre el personal sanitario aún es espantoso en países como México, Brasil o Estados Unidos, al tiempo que la rápida propagación de la infección en Sudáfrica o India muestra la necesidad de que todos los Estados tomen medidas”, resume Steve Cockburn , director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional. El representado exige “cooperación global a fin de garantizar que todo el personal tiene los EPIs adecuados”.

En efecto, Cockburn insiste en la necesidad de que los sanitarios “puedan seguir haciendo su tarea vital sin arriesgar su propia vida”. Añade: “La muerte de más de siete mil personas mientras trataban de salvar otras personas es una crisis de proporciones enormes. Cada sanitario tiene derecho a unas condiciones de trabajo seguras y es un escándalo que tantos y tantas estén sacrificando su vida “.

Las causas del aumento

Una vez más, la falta de equipos de protección y de garantías laborales son la explicación del incremento de los casos entre los facultativos. Amnistía Internacional asegura que en Sudáfrica “el gobierno no ha satisfecho las demandas laborales, que incluyen la provisión adecuada de EPIs, la participación activa de la plantilla a los comités de salud y seguridad, apoyo psicosocial, transporte y un suplemento económico por quien trabaja en primera línea”. Si estas demandas no son aceptadas por el ejecutivo sudafricano, el principal sindicato del sector público, Nehawu, plantea una huelga.

El personal sanitario de la India, recoge Amnistía Internacional, tiene unas demandas similares: “EPIs adecuados, un mejor salario y unas condiciones de trabajo justas y favorables”. En la misma línea, la Asociación Brasileña de Salud Colectiva (ABRASCO) denuncia falta de equipos de protección y de “protocolos claros para tratar las infecciones, la inexistencia de apoyo en salud mental y unos contratos precarios para las personas contratadas de urgencia”. Hasta el momento ya han muerto 634 sanitarios brasileños debido al coronavirus.

Steve Cockburn opina: “Durante la pandemia, los gobiernos han calificado el personal sanitario de héroes y heroínas, pero no tiene ningún sentido cuando tantos sanitarios mueren debido a la ausencia de protección básica”. La activista pide a los ejecutivos de todo el mundo que “tomen medidas urgentes para proteger la vida de los trabajadores y trabajadoras de la salud”.

La situación de España, menos negativa

La mejora de la situación epidemiológica en los meses de mayo y junio ha hecho que España salga de la cabeza de la lista negra de sanitarios muertos por coronavirus. En el informe de Amnistía julio España ocupaba la décima posición, pero desde entonces, según los datos de que dispone la ONG, no ha muerto ningún otro sanitario en el Estado, lo que deja la cifra congelada en 63 facultativos.

Esto no impide que los contagios sigan aumentando en España entre el personal sanitario, al mismo tiempo que se han dado numerosos brotes. Los datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad, actualizadas a día 3 de septiembre, notifican 827 infecciones entre facultativos en los siete días previos y 1.740 en las últimas dos semanas. Al total del territorio español y desde el 11 de mayo, cuando cambió el método de recuento, 6.499 trabajadores de la salud han infectado.

Cataluña encabeza, de largo, el número de sanitarios infectados desde el 11 de mayo, con 1.265. La segunda posición la ocupan la Comunidad de Madrid (788) y Castilla-La Mancha (731). Con todo, los datos recientes en Cataluña son más favorables que en otras regiones del Estado. En la última semana se han infectado 43 sanitarios catalanes, mientras que en las dos últimas fueron su 125.

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