Convocados a las 10 horas del 16 de abril, trabajadores de la empresa Terminales Portuarias SL (TEPSA) se han encontrado en las puertas del World Trade Center, donde está la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB). Lo han hecho acompañados de trabajadores de otros muelles y también de trabajadores de otras empresas del mismo muelle. Así como miembros de la Coordinadora Obrera Sindical, de la Corriente clasista 1 de mayo, u otros colectivos. El objetivo era pedir una audiencia y que la APB respondiera ante las externalizaciones, la precariedad y los despidos que se han hecho en la empresa.
Durante la concentración, Javier Romero, delegado sindical de la CGT en el comité de empresa de TEPSA, explicó que Tepsa durante los últimos años ha ido disminuyendo el personal propio y externalizando algunos servicios a otras empresas que al entender de la sección, precarizan aún más sus trabajadores. Han denunciado que “esta política perversa que pone el beneficio por encima de las personas pone en grave compromiso la seguridad de todos y todas los que trabajamos en el puerto y vivimos en los barrios obreros adyacentes”. Apuntan que los últimos años la dirección de TEPSA con Nuria Blasco como directora general, e Ignacio Marino Gimeno debajo, han incrementado la presión sobre el personal y también la represión sindical ha aumentado.
Justamente es a las puertas de la negociación de un nuevo convenio y después de la adquisición de TEPSA para Rubis Terminal y el foro de inversión I Squared Capital, que la dirección hace lo que Romero describe como “un movimiento abiertamente represivo” y despide dos trabajadores. Ambos habían sido delegados sindicales, uno de ellos justamente de seguridad, y habían denunciado durante años la situación de la empresa. Como recuerda Romero, los operarios del muelle se encargan entre otras tareas de posicionar los buques, conectarlos con brazos o mangueras flexibles y efectuar la carga o la descarga de miles de toneladas de líquidos e hidrocarburos peligrosos y cancerígenos. “Cualquier emergencia que no pueda ser atendida por personal suficiente y ampliamente formado y experimentado y con unas condiciones dignas de trabajo, puede terminar como el accidente de IQOXE en Tarragona”, lamentó.
Como explicábamos en este reportaje en profundidad sobre la situación de los trabajadores en el muelle, la externalización lleva a la no coordinación de los trabajadores, haciendo que aparte de sufrir condiciones más precarias, trabajen con menos garantías de poder actuar ante una incidencia. Los servicios hoy día externalizados serían el de carga y descarga de vagones cisterna (CTC), el de la línea de envasado de pesticidas (ATE Sistemas) y el de mantenimiento (Savia). Para evitar esto, las demandas actuales de la plantilla tienen que ver justamente con el fin de la precarización, externalización y sobrecarga de la plantilla, la reincorporación de los trabajadores despedidos y el fin de la represión sindical.
Y no es sólo cosa de TEPSA, los trabajadores de otras empresas en el muelle de inflamables han comenzado a organizarse y lo han hecho a través de representación sindical de todas las terminales del muelle dentro de la Coordinadora de trabajadores del muelle de inflamables del Puerto de Barcelona. Àlex Conesa, su portavoz, reivindicó un puerto seguro para todos: “cuando las terminales desatienden la seguridad, todos corren peligro y si Tepsa explota, explotamos todos”. Así, señaló que hace años que los trabajadores del muelle de inflamables se pelean con empresarios para que estos dispongan todos los medios humanos y materiales necesarios para garantizar la seguridad de las unidades. Conesa ha criticado el “muro de burocracia” existente con docenas de protocolos mientras constantemente, dijo, viven incidentes: “derrames de productos, falta de personal que genera trabajos en caliente sin supervisión o con falta de preparación de las zonas de trabajo, cargas y descargas de camiones y buques sin una vigilancia adecuada, sobrecargas de los ritmos de trabajo, conatos de incendio, sobrepresión en las tuberías que acaban con gotas en las juntas y fugas de producto…”
Conesa señala que estos incidentes terminan sin ser registrados porque los cubren con operarios que los limpian rápidamente. También ha denunciado que esta falta de seguridad no es exclusiva de TEPSA. “Hemos aprendido a vivir con la falta de seguridad, vaciar un extintor para apagar un fuego o coger una garrafa de gasolina para limpiar un derrame son ya tareas cotidianas”. Ahora esto, dicen, ya ha llegado bastante lejos y más cuando han comenzado a despedir sindicalistas por poner en cuestión estas prácticas: “lo que ha hecho Tepsa no puede ser un ejemplo para otras empresas”, sentenció Conesa. Así, desde la Coordinadora también han exigido una audiencia a la Autoridad Portuaria de Barcelona: “les queremos dar una oportunidad para que tomen partido y asuman la responsabilidad como propietaria de las tierras, porque ya no va solo de seguridad, va de derechos fundamentales”.
Lo que está claro, como ha explicado Romero a este medio, es que si se dan incidentes graves estos pueden repercutir en todo el muelle y también en toda la ciudad. Recuerda y lamenta incidentes como el de un trabajador que operaba con una empresa externa a Tepsa en el mismo muelle que sufrió quemaduras de segundo grado en el 65% del cuerpo por una explosión. Este incidente concreto se dio en 2014 cuando el trabajador cargaba tolueno en un camión. La explosión le provocó estas heridas y el trabajador fue trasladado a Vall d’Hebron, hospital especializado en quemados. La deflagración de los vapores tóxicos hizo además que la Dirección General de Protección Civil de la Generalitat activara entonces la fase de Alerta del Plan de Emergencias Exterior del Sector Químico de Catalunya. Quién dijo que, después de apagar el fuego, no había constancia de que hubiera afectación en el exterior de la planta. El trabajador, ya de edad avanzada y cerca de la jubilación, fue culpado por la empresa, que no asumió responsabilidades y terminó en juzgados denunciada por él.
En el encuentro también ha intervenido uno de los trabajadores despedidos que estuvo durante 4 años como delegado sindical trabajando en la línea de seguridad en el trabajo. Explica que después de ver como desde 2014 han ido externalizando servicios con la connivencia de la APB, ahora ven también la actitud de ocultación de todo de incidentes por parte de la empresa a las autoridades competentes y una aplicación indiscriminada de Expedientes Disciplinarios y también despidos por hacer trabajo sindical. Ahora, junto con el otro compañero despedido, tienen procesos judiciales abiertos contra Tepsa por ello y en defensa del derecho del ejercicio de la libertad sindical.


