A propósito del 12º Congreso de CCOO de Catalunya, pretendo hacer una reflexión de lo que ha representado para el Sindicato la afiliación y participación de mujeres para mejorar las condiciones de trabajo y de vida, la organización específica, las ganancias y las resistencias y como esto ha aportado cambios al sindicalismo.

Un poco de historia

Desde comienzos de la industrialización se puso de relieve la importancia de la organización y la participación de mujeres trabajadoras en la mejora de las condiciones de trabajo. Esta participación siempre estuvo y está llena de dificultades, las empresas estaban más interesadas en tener trabajadoras – mujeres y niñas – desorganizadas y poco proclives a la reivindicación, pero también había obstáculos por parte de los trabajadores que no querían compartir ni los puestos de trabajo ni el poder de las organizaciones que consideraban terreno masculino. La historia del movimiento obrero está llena de ejemplos de luchas de la participación de las obreras, hay numerosas publicaciones de autores sobre luchas de mujeres trabajadoras en Catalunya entre ellas Mary Nash y M. Carmen García Nieto (1) y Conxa Llinàs (2). En la transición democrática y tras la larga agonía del trabajo de las mujeres que se dio durante el franquismo con todo tipo de dificultades para el acceso al mercado de trabajo, al mismo tiempo que surgen organizaciones obreras, primero en la clandestinidad y posteriormente en la legalización, la organización y las luchas obreras ya no se realizan sin las mujeres, algunas directamente desde las empresas, pero otros desde fuera apoyando las luchas obreras que se daban en sectores masculinizados, muchas veces de las parejas o hijos, y que formaban parte del movimiento ciudadano, pero que fueron clave para su victoria. La participación desde el mundo del trabajo reglado, no era la única fuente de trabajo de las mujeres, el trabajo doméstico y de cuidados, que se hacía desde los hogares, acompañando muchas veces de otros trabajos informales, sin derechos, que se tenían que hacer para sacar adelante una familia, formaba parte de las multiples ocupaciones de las mujeres.

El incremento de la participación sindical de las mujeres fue en paralelo al incremento en el mercado de trabajo regular. En la mejora de las condiciones de trabajo de las mujeres han tenido un papel central las actuaciones de las mujeres sindicalistas que organizadas han trabajado para avanzar en las políticas de igualdad de oportunidad, siendo especialmente activas las Secretarías o las Áreas de la mujer de los sindicatos, estas plantearon la problemática de la mujer obrera, aunque no siendo las primeras, ya que como ya hemos visto, las sindicalistas que estuvieron presentes desde el inicio del Movimiento Obrero del siglo XIX, según la autoría (3) “la presencia de las mujeres en el sindicato y la introducción de las reivindicaciones de las mujeres en el discurso sindical no ha sido ni es una tarea fácil porque es una lucha para romper con el capitalismo y el patriarcado al mismo tiempo. Es necesario, por tanto, evaluar positivamente la experiencia de las mujeres sindicalistas y el trabajo realizado, y valorarla como una de las primeras actuaciones que se han llevado a cabo a favor de las mujeres en el mercado de trabajo. “Una otra descripción del rol de las mujeres en los sindicatos que surgieron (4)”. Las mujeres estuvieron presentes en diferentes maneras a lo largo de la trayectoria CCOO. Desde 1974 a 1975, el deseo de integrar a las mujeres en el movimiento ha favorecido una lengua matizada (menos sexista) y la inclusión de la demanda de trabajo igual a salario igual. Esta situación condujo a una paradoja: desde finales de los sesenta se incorporaron a CCOO un número de mujeres que cuestionaron los roles de género de su época y, para ello, se integraron en una organización que defendía los intereses de los trabajadores, viéndolos básicamente como hombres. La autora Sans, R. hablando ya del Sindicato de CCOO, plantea (5) en 2016: “Desde sus orígenes, ya lo largo de la historia contemporánea, uno de los atributos tradicionales del movimiento obrero ha sido la masculinización de su cultura, de su práctica organizativa y de sus liderazgos”.

Algunos datos

En el año de la I Conferencia de mujeres y hombres 1991, en Catalunya, con una población activa femenina del 35%, la afiliación al sindicato sólo era del 22% de mujeres. En 2008, el 45% de la población activa eran mujeres, el 37,13 de la afiliación, el 25,15% de las personas delegadas y el 50% de la Comisión Ejecutiva. Según el Informe de la S. de las Mujeres de CCOO (6) en el 2018, el número de afiliadas a CCOO en Catalunya era ya del 42.41% y la tasa de actividad era del 56,8%, y el 42, 42% las delegadas.

La afiliación de mujeres en CCOO de Catalunya ha llegado en 2019 al 43,17%. Las mujeres jóvenes representan un 45,03% del total de jóvenes, por lo que, poco a poco, se va aproximando la paridad en la afiliación joven del sindicato. La representación sindical de mujeres de CCOO en Catalunya continúa con tendencia creciente y sitúa en un 43,09% la representación de mujeres delegadas. Entre las mujeres delegadas de 30 años o menos hemos pasado de un 45,29% del total de representatividad a un 45,89% en la totalidad de CCOO de Catalunya. Las mujeres inmigradas delegadas de CCOO representan en estos momentos el 43,37%. Esta cifra demuestra el empoderamiento de las mujeres extranjeras dentro del ámbito sindical y su representación. También se puede constatar que en el asesoramiento datos 2019, lo utilizan más las mujeres que los hombres y esta tendencia ha ido aumentando cada año, excepto en la franja de edad de más de 60 años, en el que son los hombres los que acuden con más frecuencia a estas consultas. Al analizar los motivos de las consultas por género, podemos ver que hay diferencias significativas en función del género. El motivo más frecuente de las consultas por parte de las mujeres son los de derechos fundamentales, salud y seguridad y contratación. La memoria del CITE de 2019 pone de manifiesto que el principal sector de empleo es el trabajo del hogar, que ocupa el 36,3% de las personas que trabajan, el 95% de las cuales son mujeres. También es el primer sector en cuanto a trabajo irregular, con el 42,1% del total de las personas que trabajan de manera irregular. El segundo sector es el de otros servicios, con un 24,2%, seguido de la hostelería, con un 11,1%.

En esta tarea ha habido avances pero también muchas resistencias. ¿Pero qué representa avanzar en el seno del sindicalismo si esto no se concreta en reivindicaciones que hacen avanzar las condiciones de trabajo de las mujeres?

¿Qué ganancias hay para las mujeres?

Ya en el año 2011 las autoras (7) plantean que después de la Ley de Igualdad se empiezan a introducir en los convenios colectivos más básicos cláusulas contra las discriminaciones y por la igualdad en las empresas o bien el mandato de realizar un Plan de Igualdad, así como la garantía y la protección de derechos en torno a la conciliación. Pero las mismas autoras plantean el impacto limitado de los nuevos marcos normativos. Ellas concluyen que la igualdad de oportunidades entre géneros encuentra muchas dificultades en el mundo sindical y piensan que va ligado a las dificultades de avanzar en un sistema capitalista que genera desigualdades de una manera intrínseca, aún hay que actuar en favor de la igualdad de oportunidades, dado que los sindicatos surgen para mejorar las condiciones de trabajo y de vida de la clase trabajadora y no se entiende que no luchen a favor de la mejora de sus compañeras de clase y considerar que sin el trabajo doméstico y de cuidado, que hacen mayoritariamente las mujeres sin sueldo ni reconocimiento y cuando hay sueldo las condiciones de trabajo están muchas veces más cerca de la esclavitud. Los sindicatos deberían recordar que para que el mercado de trabajo exista y haya trabajo en condiciones decentes y la distribución de la riqueza sea posible es necesario que alguien haga cotidianamente el trabajo doméstico y de cuidados. Resolver las dificultades que encuentran las compañeras sindicalistas en el seno del sindicato es una de las principales metas que tiene el sindicalismo.

La Ley de igualdad y las modificaciones sobre la obligatoriedad de realizar planes de igualdad en empresas de menor tamaño, -en varios años- (8) y el registro de los mismos, así como el registro de sueldos no serán suficientemente efectivos si no hay una importante presión para que se implementen y que las condiciones de trabajo global mejoren. El papel que ha jugado desde las Secretarías de la Mujer y las delegadas para cambiar la legislación, debe continuar dando desde el sindicato recursos para poder realizar su trabajo en condiciones.

En el X Congreso de CCOO de Catalunya, que se realizó el año 2012, habiendo obtenido una paridad en los órganos de dirección y viendo la necesidad de avanzar más en la implantación de la Ley de Igualdad (9) tanto en las empresas como en el seno del sindicato, de avanzar en la realidad de la democracia tanto en la participación, la interseccionalidad, la transversalidad y la toma de decisiones, se constituyó el Comitè de Dones. ¿Ha ayudado el Comité de mujeres a asentar el papel de las mujeres en el seno del sindicato? En mayo de 2018, en un trabajo de grupo en el Comitè de Dones se planteaban algunos objetivos sobre el sindicato que las mujeres querían, ligados a la participación: Si queremos mujeres delegadas debemos transformar los mensajes y formas de trabajo. En el tema de Modelo de organización se pedía: formación de género en todo el mundo de la casa, hay que trabajar para más presencia de mujeres en el servicio de organización, necesita un conocimiento común y para todos de términos como transversalidad para mejorar en buenas prácticas organizativas. Transversalidad no es coordinación y viceversa, hacer la acción positiva, creación de Redes de Referentes.

La violencia en el mundo del trabajo

Uno de los aspectos más difíciles y más subversivos que se ha abordado desde las Secretarías de las Mujeres, ha sido sensibilizar y dar herramientas para luchar contra la lacra de violencia machista y en concreto por qué hacer para eliminarla desde el mundo del trabajo, pues las alianzas de género muchas veces primaban sobre las alianzas de clase. Se ha hecho un trabajo ingente tanto legislativo como en el diseño de herramientas para prevenir, abordar, y proteger a las mujeres en situación de violencias machistas. Pero no siempre ha habido una respuesta satisfactoria. Muchas teóricas feministas como Silvia Federici defienden la idea de que el trabajo asalariado no ha sido liberador para las mujeres que no han cambiado ni los valores ni las estructuras; cree que se está produciendo un nuevo tipo de patriarcado. “Hay elementos a considerar: estar en un entorno social distinto del hogar, facilita el establecimiento de relaciones sociales con otras mujeres, tener un sueldo propio facilita más autonomía económica”. “Las relaciones en el trabajo, pueden ser un espacio de discriminación y dar lugar a violencias estructurales y situaciones de violencia directa machista, pero pueden ser un espacio de ayuda y protección frente a las mismas, ya que las relaciones de solidaridad pueden ayudar a romper el aislamiento en el que se encuentra una mujer acosada y/o también ser testigos de las situaciones discriminatorias y violentas que se dan, y que así se reconozca su situación. Y en caso de que la mujer esté expuesta a violencia externa ya sea por parte de su pareja” (10) pueden ayudar a protegerla y acompañarla en su proceso para salir de esta situación.

Dificultades comunes en las organizaciones mixtas
Estas metas no son exclusivas del mundo sindical, sino que deben ser los objetivos de las organizaciones mixtas, muchas de estas problemáticas también se dan en el seno de los partidos políticos. Así en el artículo (11) se concluye que los partidos políticos no se han transformado en una dirección más igualitaria tras adoptar las cuotas de género y siguen siendo espacios de participación para las mujeres. La distribución de cargos pueden ser subsanados a través de las cuotas, pero esta solución no soluciona las complejidades de las relaciones de poder de género. Los hombres continúan ejerciendo el poder sobre las mujeres a través de una complejidad de relaciones de poder. Las cuotas garantizan un éxito inmediato a nivel formal, pero para conseguir subvertir las principales fuentes informales de poder, el estudio realizado a partidos políticos catalanes sugiere que hay más tiempo que las dos o tres décadas, se observan muchas resistencias, no hacia las mujeres específicamente, pero si al cambio. Estas configuraciones de poder impiden hacer efectiva la igualdad e identificar como dónde y bajo qué condiciones la agencia de las mujeres puede ser desarrollada con más eficacia, incluyendo cómo las acciones pueden variar entre diferentes partidos o entre grupos de mujeres (la interseccionalidad con la edad y la etnia) y también reflexionan que habría que estudiar cómo los modelos de masculinidad no hegemónicos también son excluidos.

En estos momentos podemos afirmar que el gran esfuerzo de algunas organizaciones como los de los sindicatos para feminizar su base y la estructura está bastante logrado, pero el gran reto pendiente es convertirse en organizaciones feministas, ya que luchar contra el patriarcado significa romper de raíz, transformando los fundamentos tanto del capitalismo como del patriarcado

Relación del movimiento feminista y el movimiento sindical

El movimiento feminista de los años 70 estuvo participado por mujeres de diversos orígenes, muchas mujeres trabajadoras y obreras estuvieron presentes y llevaron su lucha a sus organizaciones desde la doble vertiente, autonomía como mujeres, asunción de sus reivindicaciones por el conjunto de los movimientos mixtos donde participaban. Así fue como este debate se llevó a todos los ámbitos, lo que más adelante nombraron como transversalidad. El feminismo ve como una centralidad avanzar en la mejora del mundo del trabajo asalariado y mejorar la consideración de los trabajos feminizados y desvalorizados, y por estos hitos desconfía del sindicalismo, algunas mujeres trabajadoras autoorganizan al margen del sindicato, intentando hacer de una manera autónoma un trabajo que no les es nada fácil, hacen una gran labor colaborando a sensibilizar a la sociedad sobre las condiciones laborales y trabajando en contra de que las mujeres hagan en una gran mayoría el trabajo del hogar, pero difícilmente y aisladamente obtienen mejoras, sobre todo en unos años de claro retroceso de las condiciones laborales. Las Secretarías de las mujeres de CCOO y muchas delegadas participan en las diferentes luchas feministas de todo el territorio catalán, no teniendo siempre una tarea fácil su relación ha sido siempre llena de amor y desamor, el deseo de la aportación de la fuerza las mujeres sindicalistas en las luchas y la desconfianza por estar presentes en una organización mixta.

Conclusión

Los cambios producidos en el mercado laboral en un año como el 2020, con motivo de las restricciones laborales y de movimientos a raíz de la pandemia han reducido y precarizado aún más el empleo por lo tanto no han ayudado mucho en avanzar en derechos de igualdad, han hecho aumentar la pobreza y han promovido la doble presencia de las mujeres ocupándose mayoritariamente del trabajo remunerado y de cuidados ha reconocido la esencialidad de los trabajos realizados mayoritariamente por mujeres, pero ha aumentado en mayor proporción el paro y la precarización del trabajo de las mujeres; dado que sus condiciones de trabajo estaban peor situadas cuando no, no reconocidas, como en el paso de las trabajadoras extranjeras en situación de irregularidad o que han caído en la irregularidad, por haber perdido el empleo.

Con todo, el sindicato ha realizado una importante labor de poner herramientas al servicio de la clase trabajadora para poder paliar algunos de los efectos negativos. También se ha tenido que hacer frente a una ola de antifeminismo. ¿Cómo ha afectado esto internamente al sindicato más allá de mejorar los servicios de asesoramiento? ¿Apostará claramente por un modelo que rompa con estructuras patriarcales, más horizontal, más democrático y donde el poder sea más compartido?

En el próximo Congreso podremos ver el compromiso existente.

Referencias:

  1. Un segle de treball femení a Catalunya 1900-2000” p.29-30 Generalidad de Catalunya Departament de Treball 2010

  2. La industria textil en manos de las mujeres “Llinás Concha. Exposición CCOO la Hospitales Noviembre 2018

  3. “Las actuaciones a favor de las mujeres al mercado de trabajo” en ” Las mujeres y el trabajo en Catalunya, mitos y certezas”. Turnos T., Carrasques P., Pareja S., Recio C. Estudios ICD. 2007 p.85

  4. “Las militantes ante el espejo: clase y genero en las CCOO del area de Barcelona (1964-1978)” Nadia Baro. Materiales de Historia del Archivo CCOO. P.78-79

  5. Sans, R. De la proporcionalidad a la paridad: 25 años de la I Conferencia de Hombres y Mujeres de CCOO de Catalunya. [Intervención en la Conferencia de mujeres y hombres. Feminizando el sindicato-3 de mares 2016

  6. Garcia A., Sandalinas L., Moreno N. y al. “Las condiciones de vida y de trabajo de las mujeres” 2019, S. De las mujeres de CCOO de Cataluña

  7. Tornos, T., Recio C., “Las mujeres y el sindicalismo: avanzas y retos delante de la transformaciones laborales y sociales”. Gaceta Sindical CCOO. 2011

  8. Ley 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres y RD 6/2019 de 1 de marzo de medidas urgentes para la garantía de la igualdad de trato entre mujeres y hombres en el empleo.

  9. LEY ORGÁNICA 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.

  10. La violencia machista en el entorno laboral” Catalán Piñol MC Revista Mys n.2017

  11. Virgen M.Tania y De la Fuente V. María “sesgos de genero en la reglas del juego de los Partidos políticos” traducción “Playing with diferentes cards. Party políticos, gender cuotas and woment s empowerment “International political science rewie (2014) 35.1 (67-79)

Share.
Leave A Reply