La Moreneta es el segundo bloque que la PAHC Baix Montseny, a través de la Obra Social de la PAH, ha recuperado de las zarpas de la Sareb en el último año y medio. Este nuevo bloque se encuentra en el centro de Sant Celoni y llevaba vacío al menos desde 2008. Ahora abre las puertas a la esperanza para ocho familias (12 personas adultas y 4 menores). Familias vulnerables, tiradas en la calle, sin techo y sin respuesta por parte de las Administraciones (Ayuntamiento de Sant Celoni y Generalitat). Ahora toca enfrentarse a la Sareb para lograr los alquileres sociales que necesitan para regularizar su situación.
Como siempre habrá quién quiera criminalizar esta nueva victoria del poder popular contra la especulación. La realidad es otra. Ocupaciones como esta no son el problema, son el resultado del verdadero problema: la carencia de leyes que garanticen el derecho a la vivienda, que erradiquen los desahucios y la especulación. Leyes que velen para proteger un derecho fundamental para todas las personas y no velen para proteger los intereses de los poderes financieros. También son el resultado del fracaso político de los diferentes gobiernos a la hora de obligar a los especuladores a cumplir con las leyes vigentes, como la 24/2015 catalana. O el fracaso de no saber blindar leyes efectivas y garantistas, que ponen la vida en el centro, permitiendo que cuatro encorbatados y algunas togas, nos roben los avances sociales.
📹 Parla la Magda, companya de la @PAHCBM que viu des de fa uns dies al bloc LA MORENETA, l'única opció d'habitatge que té per a ella i les seves filles.
El bloc estava buit des de 2008 i és propietat de la SAREB.@plasareb @PlanSareb @LA_PAH @pahcatalanes pic.twitter.com/k6vTr5wbLR
— PAHC Baix Montseny (@PAHCBM) May 29, 2021
(Testigo de Magda, una de las vecinas que llenará de vida La Moreneta. “Mi situación era muy mala. Estaba a punto de ser desahuciada con mis dos hijas y fui a la PAHC buscando ayuda. Desde el miércoles 26 estoy instalada aquí y espero que todo vaya bien. El miedo está, porque si me sacan de aquí, me quedaré en la calle y no tendré dónde ir”.)
Hay que fomentar los alquileres sociales como herramienta para evitar desahucios. Hay que expropiar los pisos vacíos, en manos de bancos y buitres, para generar parque público de vivienda que dé respuesta a la emergencia y techo a las familias desahuciadas.
Pero sobre todo, hay que hacer justicia social y que los pisos de La Sareb, pasen a ser nuestros. El mal llamado banco malo, no es nada más que un entramado jurídico creado para distraer la atención del ciudadano, sobre la privatización encubierta de decenas de miles de viviendas. Parte del proceso de “limpiar” o “sanear” el sistema financiero, fue la creación de la Sareb con los despojos de la burbuja inmobiliaria, de las entidades rescatadas con dinero público. Una entidad que es 45% pública mientras el otro 55% es de las entidades rescatadas (por el que la mayor parte de su dinero también es de todas nosotros).

En lugar de rescatar a la gente, se rescató a la banca con nuestro dinero. Estamos sufriendo recortes en educación, sanidad y otros servicios públicos para asegurar el pago del rescate.
Ante esta situación, la campaña de la Obra Social de la PAH se basa en la movilización y autoorganización. Despertamos conciencias, solo organizadas y con apoyo mutuo podemos hacer frente a la injusticia que supone la acumulación de vivienda vacía junto con el drama de los desahucios.
Mientras esto sea así, solo podemos hacer realidad el lema: “Un desahucio, una ocupación”. Recuperemos así estas viviendas que son nuestras y que la banca, con la inseparable ayuda del gobierno, nos ha arrebatado. Mientras el poder nos da la espalda, los ricos cada día son más ricos y los pobres más pobres. Mientras las administraciones públicas no tengan el valor suficiente para revertir la situación y sigan mirando a otro lado, nosotras seguiremos mirando al movimiento por la vivienda. Desobediente y solidario, está dando a las familias vulnerables la esperanza y el hogar, que el sistema capitalista se los niega.
Recuperamos la función social de la vivienda y clamamos muy fuerte, la Sareb se nuestra


