
Cuando me enteré de lo ocurrido llevaba unos días de desconexión de las redes sociales y del activismo activo. Mi salud mental me lo pedía. Aún así me daban arrebatos de coger el móvil para ver qué se estaba haciendo al respecto y si se había pronunciado alguna institución. Con la esperanza de que el cuadradito negro que habían puesto tantas personas en sus redes sociales tras el asesinato de George Floyd no fuera solo postureo. Con la esperanza de que si ocurría en casa lo denunciasen igual. Se movilizasen. De que se revisasen su racismo. Pero no. Se confirma que todo fue postureo. Que no se mira el racismo a la cara cuando lo tenemos cerca. Que no se actúa cuando esto pasa en casa. Que no se quiere acabar con el racismo que tenemos en casa. Aquel que no soporta al moro. Que mientras llenamos nuestras redes de cuadraditos negros seguimos odiando a los moros. Seguimos mirando mal a nuestra vecina mora mientras le decimos “uf qué calor” porque lleva velo en agosto. Seguimos sin denunciar de la misma manera las violaciones a las mujeres moras. Sin incluirlas en el feminismo.
En uno de esos arrebatos quise expresar lo que sentía por redes sociales con un texto acompañado de una imagen de un cuadradito marrón. No tenía ánimos para buscar imágenes y creo que nos representa a la comunidad mora. La diputada, jurista y activista social por los derechos humanos Maria Dantas, se hacía eco de estas palabras en el congreso de los diputados.
“A Younes lo han asesinado en España por ser moro.
A Younes lo ha asesinado un racista que lleva años alimentándose del racismo antimoro que campa a sus anchas en España desde hace décadas.
A Younes lo han asesinado por la impunidad que tienen los racistas en este país.
A Younes lo han asesinado porque España no mira el racismo que tiene en casa. Porque hace postureo barriendo fuera de ella.
A Younes lo han asesinado porque el estado lo ha permitido.
A Younes lo han asesinado porque no se han tomado medidas contra quienes usan nuestras caras moras en carteles electorales. Contra quienes gritan en un mitin electoral que Mohamed, Ahmed, Brahim, Aicha, Fatima y Amina reciben ayudas de alquiler y los españoles de sangre no. Que los MENAS cobran miles de euros y tu abuela blanca no.
A Younes lo han asesinado porque en España hay un racismo antimoro que ya no cabe ni en el país.
A Younes lo han asesinado por los comentarios en clase “moro de mierda” “color mierda” “vete a tu país”. Del patio al bar. De insultos a patadas. Y de patadas a disparos.
Ministerios, ¿dónde están las caras moras? ¿Dónde están nuestras madres moras a las que tanto habéis increpado en las calles? ¿Quién nos representa? ¿Quién habla por nosotras? ¿Quién habla por los tantísimos moros y moras, los hijos de moros y moras de este país? ¿Por los siglos de historia que habéis blanqueado?
Nos habéis excluido de vuestro intento de “diversidad e igualdad”.
A Younes lo ha asesinado un racista por decirle “Qué te pasa con los moros, respétanos”.
Un activismo que nos mata.
Por decir lo que os habéis callado cuando nos nombraban en discursos de odio.
A Younes lo ha asesinado un racista y el silencio cómplice.
Las vidas moras importan.
Las vidas marrones importan.
Las vidas musulmanas importan.
Comunidad mora, ahora más que nunca unión y antirracismo.”
Tras el asesinato de Youness se conocieron otras noticias de agresiones a personas marroquíes en Murcia. Mimoun Koutaibi de 22 años fue atacado por la espalda con un hierro por un hombre blanco racista. Acabó ingresado en coma en el hospital Virgen de la Arrixaca por rotura de cráneo a causa de la agresión.
Días después, un hombre marroquí de 40 años acude al hospital Santa Lucía tras haber sido apuñalado en Cartagena. El 16 de junio, en la misma ciudad, una mujer apuñala a una joven de nacionalidad ecuatoriana en un punto de recogida de alimentos al grito de: “Los inmigrantes nos quitan la comida”.
Estas últimas semanas también hemos visto como el diputado Serigne Mbayé recibía ataques racistas y personales de la diputada Rocío Monasterio. Y el domingo tras consultar la carta del restaurante marroquí al que suelo ir a comer descubro una reseña racista: “Bar de moros que no sirven alcohol, no puedes venir a imponer tus costumbres al país que te acoge”. Y se queda tan pancho.
Estas agresiones racistas no son casos aislados. Se está asesinando a la gente en España por ser mora, por ser migrante y por ser racializada. Es urgente que el gobierno actúe e incluya en la agenda el antirracismo. Porque lo que está haciendo al respecto ahora mismo es Tokenismo. No hay una diversidad real. No hay justicia. No hay ley que nos ampare. No nos sentimos representadas y no hay condena a estos actos racistas violentos que van en aumento cada día.
Los partidos políticos de derechas emiten discursos de odio con total impunidad que acaban convirtiéndose en asesinatos y agresiones en las calles.



