La victoria del equipo femenino de fútbol del Barça, haciéndose suya la copa de la Champions League de este año ha situado a las mujeres deportistas de élite en el punto de mira.
Pero todos los podios y medallas son siempre la cumbre de un iceberg que oculta una gran inmensidad que no se ve. En este caso, muchas horas de entrenamiento, sacrificios y renuncias, pero también prejuicios que acontecen barreras que dejan bajo la punta del iceberg más posibles referentes femeninos en el deporte por la poca atención de patrocinadores y, por lo tanto mediática, a las mujeres en disciplinas como el fútbol, incluso a primera división.
Desde la Associació Esportiva Ciutat Vella del barrio barcelonés del Raval, vieron necesario que esta realidad aflorara socialmente. A pesar de ser entidad deportiva, según explica su responsable, Sergi Cobas, sienten “la responsabilidad de dar visibilidad al deporte femenino”. Son una entidad sin ánimo de lucro que nació en 1986 para dinamizar con actividades de ocio deportivo, en sesiones extraescolares, conjuntamente con las escuelas del barrio, y en pistas municipales del distrito para todo el mundo. Tienen diferentes proyectos de fútbol, basquet y voleibol, entre otros deportes, y su proyecto contempla hacer las pistas accesibles a diferentes colectivos. Con la voluntad firme de romper estereotipos de género, el curso 2018-1019 pusieron en marcha la iniciativa MediaSport Joven. Su objetivo es promocionar y hacer visible el deporte femenino sin prejuicios ni estereotipos y con perspectiva de género, ante la poca repercusión mediática que presenta este colectivo en la actualidad deportiva en los medios de comunicación. Es un proyecto de carácter comunitario que implica a chicas y jóvenes voluntarias de 12 a 18 años de los institutos del Distrito de Ciutat Vella en la participación y organización de un grupo de creación y difusión de contenido audiovisual, focalizado en la situación actual de la mujer en el ámbito deportivo, y más concretamente en el deporte base femenino en el distrito.
Jóvenes que se expresan
Dentro de esta iniciativa de impulso vecinal ha nacido “Somos marimachos”, un documental que da voz a quien más conoce esta realidad, que son las propias chicas deportistas. Una cámara de video en sus manos y la libertad de poder expresar cualquier inquietud han sido una poderosa herramienta, porque enfoca preocupaciones reales, concede el protagonismo a ideas, reivindicaciones, sufrimientos y esperanzas de esta juventud que a menudo, además, la sociedad ignora o reduce a la mínima expresión, tratándola como generación perdida.
Irene Olmos ha dirigido el documental. Ella ha vivido y vive en primera línea los juicios por razón de género y sesgos discriminatorios, desde sus clases en Primaria y en la ESO, donde imparte audiovisual, y la descompensación que siempre acaba afectando a niñas, chicas y mujeres en cualquier edad, en muchas temáticas, y que es especialmente visible en el mundo del deporte.
Por eso cuando le propusieron la idea de crear un documental que evidenciara los prejuicios reales que viven los equipos deportivos femeninos, Irene dio su sí rotundo. “Es muy interesante reunir a chicas jóvenes para hablar de desigualdades, y concretamente en el mundo del deporte”, dice Olmos.
‘Somos marimachos’ ofrece una radiografía de la situación actual de la mujer dentro del deporte y las desigualdades que todavía hay. Nos adentra en una realidad que sigue reproduciendo muchos estereotipos de género desde la práctica deportiva escolar hasta la etapa profesional.
Llamando a las puertas de escuelas e institutos en busca de chicas interesadas, surgieron las protagonistas y artífices del documental. Tassnim El Midouli, de 16 años, y alumna de la Escuela Vedruna Àngels, del Raval, no dudó en apuntarse. “Desde muy pequeñas hemos visto que en el patio son los chicos los que juegan al fútbol, a lo bestia, y tú como chica sientes el miedo de participar porque sabes que te criticarán, sientes miedo a recibir comentarios que ofenden. Cuando juegas y fallas, te critican por ser mujer”. Tassnim ha jugado siempre a fútbol, en un equipo del barrio de las Drassanes, y más recientemente a rugby en el campo de La Foixarda. “El deporte es muy importante en mi vida, me la complementa, aprendo mucho de él, por ejemplo a coordinarme, pero como dedicación profesional no me lo planteo porque no hay las mismas oportunidades para las mujeres que para los hombres”, dice. Para empezar, explica, “los equipos de menos edad son mixtos, pero en la ESO te separan y, como que ya no hay muchas mujeres, se acaba dejando por falta de participación”.
Ser parte activa en el documental, a ella le ha resultado muy enriquecedor. “He aprendido tantas cosas… Con la idea del reportaje ya me sentía identificada, pero hablar con profesionales me ha dado muchos puntos de vista. Yo que pensaba que lo sabía casi todo, y no sabía nada”, comenta la joven, que estudia Bachillerato Social, y tiene intención de matricularse después en Administración y Gestión de la Empresa.
Ariadna Fuentes es otra de las protagonistas del documental. “Coger una cámara, grabar, ser entrevistada y entrevistar, todo esto ha sido una experiencia vital para mí. He encontrado a una familia, un lugar donde nada de lo que yo pensaba es exagerado. Cosas que había pensado, quizás es demasiado, porque lo decías y te decían que estabas loca, pues ahora sé que no era nada exagerado”, expresa. Desde primero de Primaria ha jugado a básquet, el crossfit es el que practica desde hace más años y también ha hecho halterofilia. “Me apetecía participar en el documental porque el feminismo me mueve”, dice. Y cuando lo vio acabado se emocionó. “Me parece un paso superimportante. Yo siempre he estado metida en el deporte y me he encontrado en situaciones que me han hecho vivir momentos de rabia. Pero siempre piensas, ¿Cómo lo puedo cambiar yo esto? ¿Qué puedo hacer a mi edad? Y se me presentó esta oportunidad, porque la asociación del Raval vino al cole”, relata Ariadna.
https://www.youtube.com/watch?v=wea23mcah3g
¿Marimachos?
La elección del título del documental hace diana en la expresión que ha querido siempre ser el insulto de las mujeres que destacan por la fuerza y la resistencia, el desprecio del esfuerzo y la fortaleza física. “Para mí marimacho ya no es una palabra que me pueda ofender, al contrario, me empodera”, dice Ariadna Fuentes. “Con las participantes en el documental, hemos aprendido a repensar un significado en positivo de marimacho, nos hemos hecho nuestra la palabra, y con orgullo, del mismo modo que nos vestimos de la manera que queremos”, añade la directora del documental, Irene Olmos. “Al mismo tiempo que llamamos la atención, con este título, lo liberamos del tabú, logramos que no nos afecte, en no darle el valor que se le ha querido dar negativamente a la expresión. Nosotras rompemos con esto”, expone Olmos.
Según explica el director de la Asociación Deportiva Ciutat Vella, Jordi Ivorra, “el documental quiere destacar la importancia de las referentes femeninas en una sociedad patriarcal con una representación profesional femenina cada vez más grande, y con la fuerza suficiente para romper estas barreras”.
La victoria del Barça femenino también ayuda. “Siento que las pobres chicas llevan muchos años de trabajo, que la evolución social de la perspectiva de género va muy poco a poco, y me da rabia que no haya pasado antes esta visibilización de los equipos de élite femenino, pero igualmente ahora su victoria ayuda y mucho”, expone Ariadna Fuentes.
En casa de Tassnim siguieron el partido de la final de la Champions con mucha emoción. “Un mérito así que se hizo viral nos hace pensar que quizás sí que tenemos oportunidades de hacer como ellas, hacer lo que nos gusta. Fue un momento muy inspirador y el equipo del Barça es ahora referente para muchas niñas pequeñas. Fue muy bonito”, dice la joven. Pero también ella destaca el coste de esta visibilización. “Los medios son un pilar muy importante. Los minutos para el deporte femenino siempre son menos y esto nos hace ver pocos referentes, cuando es importante, sobre todo para chicas pequeñas que pueden pensar que el deporte femenino no lleva a ninguna parte. Y, por otro lado, ya lo hemos visto ahora con la victoria del Barça, las mujeres tenemos que hacer un doble trabajo, jugar y ser las mejores para poder ser consideradas por los medios”, añade la Tassnim.
En opinión de Sergi Cobas, de la Asociación Deportiva Ciutat Vella, con el triunfo del Barça femenino “ves que la cosa avanza, pero no nos queremos quedar en esto”. Conociendo la realidad de cerca, apunta: “Es un paso adelante que se está dando, pero hay que continuar luchando contra los techos de vidrio. Faltan mujeres en posiciones de dirección, y la diferencia salarial entre deportistas de élite es muy grande, hasta hace muy no se ha conseguido el primer convenio laboral para ellas, por no considerarlas deportistas profesionales. También nos interesa consolidar referentes que puedan ser entrenadoras de otras chicas más pequeñas. Hay mucho que cambiar”, concreta Cobas.
Llamamiento a enriquecer el debate participando
Por todo esto, desde la entidad a la que Sergi Cobas representa, en el Raval, quieren aprovechar el documental ‘Somos Marimachos’ para reunir a más chicas que participen en las reuniones que semanalmente hacen –jueves por la tarde- como espacio de intercambio de la realidad y de manera autónoma cada persona, planteando nuevos objetivos por esta necesaria tarea de limpieza de estereotipos, en general, pero más centrada en el terreno deportivo.
“De momento, hasta final de curso han estado proyectando el documental en institutos y escuelas con la presencia de los alumnos con los qué han hecho coloquio posterior, interpelando sobre lo que han visto”, explica Cobos. También se facilitó, tanto al alumnado como al profesorado, los links del trailer y de la asociación para recibir el feedback y que hicieran difusión en las redes. “Sobre todo pensamos en la importancia del traspaso generacional de la conciencia y el activismo sobre la igualdad de género, por eso nos dirigimos especialmente a alumnas de 3.º y 4.º de ESO que puedan venir a nuestro espacio y charlar de sus inquietudes, ayudando a dar forma a una respuesta constructiva para romper la desigualdad”, añaden desde la asociación.
Pero también saben, como expone Irene Olmos, que “en nivel educativo hacen falta apoyos”. Desde su propia experiencia, considera que “no solo habría que formar al profesorado con perspectiva de género, se necesita también apoyo desde arriba, porque dependiendo de la escuela cuesta mucho conseguir cambios. Me gustaría saber cómo se podría hacer llegar el apoyo a escuelas y profesorado para incluir la perspectiva de género a nivel transversal, cambiando el lenguaje, evitando conflictos…”. Según ella “se hace mucha campaña publicitaria y cada vez hablamos más de todo ello, pero si la programación y los objetivos, las competencias básicas en los centros de enseñanza son los mismos de hace 20 años, no viviremos el cambio global. Esto tiene que venir desde arriba, hay que revisar los temarios”. Ella le ha dado ya algunas vueltas. “Para empezar, los docentes tenemos que repensarnos y reeducarnos. Si no nos cuestionamos la propia educación recibida…, yo misma me estoy repensando porque soy consciente de que repetimos patrones. Ya se hacen formaciones, pero no lo veo todavía como una cosa de base que es como tendría que ser, acaba haciéndolo cada centro, cuando tendría que ser la institución que diera más recursos y fuera más firme en ello, con formadores más especializados”.
El documental para ella, que iba con una mirada más docente, ha sido “terapéutico” –dice-. “Chicas con 14 años con un discurso y reinvindicaciones potentísimos, que, a la vez dan esperanza, porque tendemos mucho a criticar a los jóvenes, pero no vemos las ganas que también tienen de cambiar muchas cosas”, expone Irene Olmos, que ha sido monitora de ocio, tiene un máster en Pedagogía sistémica y se ha especializado en audiovisual participativo y comunitario en barrios de Barcelona. “El audiovisual tiene mucho poder, es una herramienta para la gente joven porque se exprese”, añade. A ella la victoria del Barça también la hace reflexionar. “Todavía tengo la sensación de que tenemos que llegar a hacer este gran triunfo para salir en las grandes portadas, pero no tendríamos que tener que ganarlo todo para salir en la tele, es ese el doble, e injusto trabajo, de tener que ser buena deportista y tener que destacar por encima de los hombres para salir. Para mí, todavía hay mucho trabajo y la lucha todavía está ahí por hacer. Y los medios tienen mucha responsabilidad en ello”, afirma la directora del documental.
