El sindicato CCOO ha reunido a un centenar de personas a las puertas de la oficina central de Glovo para reclamar la mejora de las condiciones laborales de los repartidores y repartidoras de la plataforma. Dentro de la campaña “Basta de excusas, laboralización YA!”, El sindicato visibilizaba hoy el conflicto y la precariedad del modelo de economía de la plataforma, pero también señalaba que muchos trabajadores no saben todavía que será de ellos a partir del 12 de agosto.
Esta es la fecha para ser o no contratados y pasar de falsos autónomos a trabajadores asalariados. Así se sabe desde el 12 de mayo, cuando la Ley Rider aprobada en el Congreso fue recogida en el BOE. Ahora, tres meses después de eso, es decir, este 12 de agosto, la ley entra en vigor y las plataformas digitales de reparto deberán contratar o prescindir de sus falsos autónomos.

Durante la concentración, que ha reclamado principalmente la laboralización de sus trabajadores, también se han pedido condiciones de trabajo dignas. Entre ellas, cosas tan básicas como poder acceder a aseos, grifos para lavarse y coger agua, lugares para descansar, esperar los pedidos o cargar las baterías de las bicicletas para poder hacer el reparto. Así lo ha explicado Carmen Juares, secretaría de Nuevas Realidades y Economía Social y Solidaria de CCOO de Catalunya: “las reivindicaciones que han trasladado no son ningún lujo”, ha dicho. Y es que el hecho de que “Glovo ponga o dé acceso a aseos a los trabajadores, que les dejen un espacio para poder comer, un espacio donde cargar las bicicletas que es la herramienta con la que reparten los pedidos de la empresa o para cargar también el teléfono móvil que es otra herramienta necesaria para trabajar y tener un lugar donde lavarse las manos en plena pandemia es lo más normal, pero todo esto son reivindicaciones que la empresa no escucha”.
Según denuncian los mismos trabajadores, es por orden de la misma empresa que deben esperar los pedidos en la calle a pesar de las temperaturas actuales y sin tener lugares de descanso. A veces aglomerarse en las entradas de los locales donde más se sirve comida para llevar, ha provocado situaciones de tensión con vecinos que, como dicen, los increpan o incluso “les lanzan agua con lejía mientras esperan”.

Otro elemento de denuncia es que, como ya ocurrió durante el estado de alarma, la empresa no cierra durante el toque de queda y muchos trabajadores se encuentran recibiendo multas que no les cubre la empresa. Juares ha explicado que dado que Glovo, así como otras plataformas, no se hacen responsables de estas multas, “el sindicato está ayudando a hacer alegaciones para que se las retiren” y ha señalado también que el hecho de que la empresa no se haga cargo significa aún más que “se está haciendo millonaria gracias a la explotación de los trabajadores”.

“En el trabajo, seguridad, salud y derechos”
Recogiendo todas estas quejas, malas praxis y también las reivindicaciones de los trabajadores, CCOO ha querido entregar una carta a la dirección de Glovo pidiéndole a parte del cumplimiento de la ley, también una reunión para poder poner sobre la mesa la situación real que afecta los trabajadores y trabajadoras de la plataforma y buscar soluciones. “No han cogido las reivindicaciones de buena gana, como tampoco lo han hecho cuando han sido los trabajadores los que han venido a hacer reivindicaciones y no han obtenido respuesta…”, explicó Juares nada más salir después de que ya haya costado entrar, pues los trabajadores de la puerta han impedido el paso a la comitiva completa de tres personas.

En este sentido, Javier Pacheco, secretario general de CCOO, ha asistido a parte de la concentración y ha declarado que “esta realidad se está instalando con el riesgo de cronificarse y implantarse de manera estructural en el mundo del trabajo”. Para no permitir que esto suceda, ha comentado que desde el sindicato quieren participar de manera directa y organizar los trabajadores que participan en estos modelos de negocio para cambiar la realidad de la fagocitación de las plataformas, ya que como ha señalado, tiene muchas consecuencias como ahora también la pérdida de calidad en el empleo de otras empresas por competencia desleal.
Pachecho ha apuntado que hay que “dar un carácter de normativa y regulación que pueda garantizar unas mejores condiciones de trabajo y sobre todo una relación ordinaria de la competencia empresarial” y añadió que “la ley rider tiene la iniciativa de intentar tener un marco regulador y plantea la revalorización de las personas que trabajan en estas plataformas”, pero que después” nos encontramos negocios como Glovo que intentan eludir el cumplimiento de la ley”. Un cumplimiento que para el sindicato y para Pacheco implica laboralizar los trabajadores y darles condiciones dignas de trabajo, una protección social, una regulación y un reparto de trabajo justo y, por tanto, que estén vinculados a un convenio colectivo para poder dar normalidad a una relación de trabajo.

Para que todo esto ocurra también han querido responsabilizar a la sociedad. Y es que como opina Pacheco: “no podemos plantear un modelo en el que entregar cosas en casa tenga un coste de medio euro por reparto porque esto no dará nunca ni riqueza a las empresas ni podrá garantizar condiciones de vida y de trabajo digno”. Así, si Glovo y estas empresas deben plantear su modelo de negocio, la sociedad debe plantearse cómo quiere participar para crear una nueva política de consumo.
Así, si bien se debe coger el problema desde su carácter general, el secretario cree que se debe comenzar con el cumplimiento de la ley: “cuando se laboralice, el modelo de negocio de las plataformas tendrá que cambiar piramidalmente hacia arriba para que tenga rentabilidad”.

Trabajadores sin papeles: contratar para regularizar
Durante una de sus intervenciones, Carmen Juares también ha querido recordar que muchos de los trabajadores de reparto no han podido venir porque están trabajando sin papeles, subcontratando una cuenta. De hecho, uno de ellos sí que ha participado de la concentración y aguantando su bicicleta, explicaba que no confiaba en poder ser contratado a partir de este 12 de agosto porque él “no cuenta”. Como señalaba Juares en el mismo sentido del testimonio, eso la empresa sabe que pasa, “pero le da igual porque necesita trabajadores disponibles para hacer entregas a cualquier hora del día o de la noche”. Hay entonces personas que se han acercado al sindicato que explican que trabajan mucho para la plataforma, pero que lo hacen sin denunciar “unas condiciones de explotación muy duras por miedo a ir a un CIE y también porque necesitan el dinero para mantener a sus familias”.

CCOO ha recordado que disponen de abogados de extranjería que pueden ayudar en este sentido y Juares les ha animado a perder el miedo y la incertidumbre partiendo de su propia experiencia tras haber estado trabajando 6 años sin papeles.
Así, las movilizaciones seguirán por parte de los riders y del sindicato, ya que el plazo para dejar de ser trabajadores por cuenta ajena llega y hay que, apuntan, batallar esto y organizarse para conseguir un convenio de sector que regule la jornada y los horarios. Como dicen, estar esperando también es tiempo de trabajo y se ha de tener además una regulación en materia de salud y seguridad en el trabajo, ya que “no puede ser que mueran personas por hacer su trabajo”.



