
El concepto y significado de la patria ha variado a lo largo de las épocas. Si bien sabemos que deriva de “padre”, el primer significado de patria era el lugar donde habías nacido, incluso si era una pequeña localidad como Cervantes en Alcalá de Henares como nos comentan autores como Pedro Álvarez de Miranda (Álvarez, 2021). No fue hasta el siglo XVIII que se asoció con el concepto de patriotismo que nació en ese momento como un concepto político de la mano de los ilustrados (y progresistas) del momento.
A pesar de que la creación de la patria intelectual provenga de una ideología progresista, el rechazo que genera hoy en día esta palabra se remonta a la apropiación del concepto que hizo el régimen Franquista, así como el himno y los colores de la bandera monárquica.
El hecho de imponer estos conceptos ha conseguido crear entre la izquierda un recelo a los conceptos de patria y patriotismo, un hecho que según Álvarez de Miranda “ha sido un error garrafal ceder a la derecha el concepto de patria y regalarles un concepto que es de todos”.
Por otra parte, el concepto de matria que cita Yolanda Díaz no es ni una invención ni un error, ya que tiene un interés histórico, filosófico y político. Díaz lo defendía diciendo que: “La matria es algo que cuida, que trata por igual a todas las partes, que no discrimina a nadie porque hable una lengua determinada fundamentada en algo que me construye a mí misma que es el diálogo”. Otorgar al significado de esta una serie de valores femeninos y feministas que vinculan la patria a una madre dialogante, comprensiva y que cuida a sus ciudadanos; de esta manera contrapone los conceptos ligados a una madre cuidadora y acogedora frente una visión de un padre severo y distante.
El concepto matria aparece ya en textos del historiador de la Antigua Grecia Plutarco que decía “la tierra es madre y la matria la nación emocional”. En este mundo clásico donde se adoraban divinidades femeninas vinculadas a los ciclos lunares, a la fertilidad de la tierra y a la sexualidad, el término matria se vincula a estos elementos, así como a los elementos vinculados a la ternura, la emoción y los cuidados. Es en la época Romana, donde se empieza a dibujar la separación entre espacio público y espacio privado según las teorías de Engels, y se prioriza el papel de los hombres frente a las mujeres cuando aparece de manera más evidente la separación entre “patria” de pater familia, lo que es formal y la matria como un lugar simbólico y privado (Scott, 1988).
El término matria tiene su bagaje y papel también a nivel literario. Virginia Woolf decía que ella como mujer no tenía patria sino matria, y María Zambrano decía que había perdido su patria, pero que se la había quedado la madre, la matria. También aparece en textos de Borges o Julia Kristeva que daban al termino un espacio que no tenía nada que ver con la tierra de nacimiento sino con aprender a amar.
Miguel de Unamuno hablaba de la “matria vasca” enfrentándola a la “patria española” y el filósofo francés Edgar Morin hablaba de manera similar de la “matria Europa”.
La matria no es, por tanto, un invento reciente. Con sus declaraciones, Yolanda Díaz no sólo recoge una tradición de raíz histórico-literaria sino una reivindicación política y de cambio de mentalidad que le otorga a la matria unos valores vinculados a saber escuchar, valorar, aceptar la diferencia, y saber cuidar. El tiempo dirá si su proyecto para España es aquel que triunfará en un futuro, o si desde la izquierda hay que recuperar y reincorporar el concepto patria dentro de su discurso. Pero lo que está claro es que las palabras significan cosas, y eso Yolanda Díaz lo sabe muy bien.
Referencias
- Álvarez, I. (20 de 07 de 2021). ¿Por qué no hemos adoptado ‘Matria’? Un antiguo concepto entre el rechazo de la izquierda y la reivindicación histórica. Obtenido de 20 minutos: https://www.20minutos.es/noticia/4770273/0/matria-un-antiguo-concepto/?autoref=true
- Scott, J. (1988). Gender and the politics of history. Columbia University Press.


