Mucho se ha escrito a favor y en contra de la posible ampliación del aeropuerto de Barcelona, con distintos y diversos argumentos. A pesar de que el proyecto ha quedado por el momento suspendido y la enorme manifestación en contra el domingo pasado en Barcelona, la patronal empresarial Catalana y los grandes medios de comunicación que están a su servicio, continúan insistiendo, temerosos de perder una gran negocio.
Como parte de esta campaña, La Vanguardia publica (27.9.21) una encuesta encargada (GAD3) a la población, con el llamativo titular de que “Un 66 % de los encuestados (la población catalana) apoya el proyecto de ampliación con el menor impacto ambiental posible”. La pregunta es tramposa, porque se debía haber preguntado si estaban de acuerdo con la ampliación, sea cuál sea el impacto ambiental. Porque los que afirman que es posible ampliar el aeropuerto sin impacto ambiental mienten o están confundidos. No se trata solo si se afecta mayormente el espacio natural protegido de la Ricarda, o si la tercera pista se hace algo más corta o se cambia el espacio protegido por otro y se les informa a las aves que la laguna se ha trasladado. La cuestión clave es que AENA reconoce en su plan, que los vuelos de Barcelona pasan de unos 70 millones a unos 100 millones por año. Es decir casi se duplican.
El último informe del IPCC (el panel internacional por el cambio climático) que trascendió el mes pasado recuerda que las 3 principales fuentes de la producción de gases de efecto invernadero (GEI), responsables del cambio climático son el tráfico automotor, el tránsito aéreo y la producción de carne. Asumamos además que 30 millones más de vuelos, representan millones de pernoctaciones turísticas en Barcelona, cientos de miles de coches más circulando, aumento de la contaminación del aire, con todos sus efectos sobre el aumento de las muertes prematuras, las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, el cáncer de pulmón, etc. etc. Como se puede por ello pensar que se puede casi duplicar el tránsito aéreo sin producir un gran impacto ambiental. Dejen por favor de mentir y engañar a la población.
Otro dato de la encuesta es que el 50% de los encuestados están en contra de paralizar infraestructuras para proteger el entorno, si ello frena el crecimiento económico. Otra pregunta tramposa. Se debería preguntar lo que la ciudadanía considera prioritario, si invertir en ampliar el aeropuerto con el impacto ambiental que lleva o por ejemplo invertir en mejorar la red de trenes de cercanías (el tren genera 20 veces menos GEI que el avión) o ampliar le red de transporte publico de Barcelona y el área metropolitana y mantener un desarrollo económico sostenible.
Los políticos y los empresarios desaprensivos, que solo miran los negocios en el corto plazo, deben tomar consciencia que la emergencia climática es obra de la actividad humana, es muy grave, hay daños que se consideran ya irreversibles y no podemos empeorar la situación. Hay que hablar claro, sin mentir u ocultar información. AENA debe explicar a la población detalladamente el impacto ambiental de la ampliación del aeropuerto y en que se van a invertir realmente los mil setecientos millones de euros programados. Nuestra vida y la vida del planeta está amenazada.


